En la esquina sur del Departamento de Amazonas y, por lo tanto, de Colombia, está Leticia, capital de este Departamento; pertenecía antes, a los llamados “Territorios Nacionales”. Cruzando una calle estamos en Tabatinga, Brasil. Leticia está a la orilla del trayecto colombiano del inmenso río Amazonas.

El río Amazonas tiene 7 062 km de largo, desde su nacimiento en el departamento de Arequipa, Perú, hasta el estuario que desemboca en Brasil, en el océano Atlántico. Es el río más largo y caudaloso del mundo. Como dato curioso, el Amazonas es anterior al surgimiento de la cordillera de los Andes; en esa época fluía en sentido contrario y desembocaba en el Pacífico.



El encuentro con los niños y adultos indígenas de la etnia de los Tikunas…

…culminaba en que ellos nos pintaban la cara con colores vegetales y nos colgaban al hombro alguna culebra domesticada, como muestra de hospitalidad.

Desde Leticia pasamos por Puerto Nariño y cruzamos a la Isla de los Micos… aquí hay un laboratorio polémico para investigaciones médicas, por el trato dado a los animalitos.

Visitamos también la Reserva de Maranchá, en la orilla peruana del Amazonas; éste forma una especie de lago,desde el que se observan bellas construcciones locales. (Recordamos que Perú y Colombia sostuvieron una guerra, entre 1932 y 33, por la disputa de territorios del río.)

Por la noche nos pasearon cerca de las orillas, donde brillaban los ojitos de las babillas -los bebés de los cocodrilos- a la luz de la linterna; nos cogieron una y la pudimos acariciar.

Los paseos por las quebradas, como Matamatá, remando en las piraguas o canoas, son inolvidables.

Cerca de Leticia, fuimos a una porción de selva tupida, con sus árboles gigantescos. Se podía subir, con ayuda de un arnés, al dosel arbóreo, elevado sobre los demás árboles, desde donde se contemplaba el atardecer por encima del tapete verde formado por las copas. Un sobrino que es muy buen deportista no logró subir al dosel. Yo pensé que, si él no lo lograba, cuanto menos sería yo capaz de subir; pero, sin pensarlo, fui subiendo paso a paso abrazando el tronco,hasta disfrutar desde arriba del panorama casi infinito.

Le hice fieros a mi sobrino y ya le dio pena y también subió.
En uno de los dos paseos por el Amazonas, pasamos cerca de los delfines y llegamos a los lagos de Parapoto, donde se ven las aguas casi negras, pero provocativas. No me resistí y me lancé al agua… me gritaron: ¿y las pirañas? entonces me subí a la lancha más rápido de lo que me había lanzado.

La Amazonía es desde luego el “pulmón” de la gran región. Como reserva natural guarda una gran biodiversidad de fauna y flora, de agua, entre otros recursos naturales…


Es difícil transmitir las sensaciones y emociones de visitar la selva como turistas, la cara más amable y alegre de la Amazonía.
En exjesuitasentertulia.blog se consignaron tres presentaciones muy importantes sobre la región: aparecen con fechas 9 y 10 de septiembre de 2020, 16 de agosto de 2021 y 6 de septiembre de 2021.
Más adelante podremos compartir las preocupaciones y responsabilidades acerca de la Amazonía, especialmente cuando escribamos sobre el Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia.
Vicente Alcala Colacios