Recordando la tarea de ACPO, al conmemorar 75 años de la llegada de Monseñor Salcedo a Sutatenza el 23 de Agosto de 1947.

La publicación de este libro significó para mí la posibilidad de dejar un testimonio y sintetizar la experiencia social en la cual jugué un papel protagónico entre 1959 y 1994 (35 años de mi vida).
Experimento de educación de adultos campesinos realizado en Colombia por iniciativa de Monseñor José Joaquín Salcedo quien, utilizando medios de comunicación social, especialmente la radiodifusión, el periodismo, la discografíacon el discoestudio, los medios audiovisuales como el cine y la TV, y la múltiple edición de cartillas y de una biblioteca con temas propios para el campesino, logró llevar educación básica a más de seis millones de personas procedentes de los lugares más remotos del país, durante los 47 años de su funcionamiento como Organización o Fundación educativa.
Experiencia en educación fundamental integral con nociones y contenidos dirigidos a la solución de los problemas de la población campesina en lo relacionado con su salud, su vivienda y condiciones de vida, con su productividad agropecuaria y con la venta de sus productos, con la participación comunitaria, sus organizaciones de base orientadas a la transformación de la infraestructura física y económica de sus comunidades, sus movimientos de organización social comunitaria a través de juntas veredales, y el cuidado y desarrollo responsable de sus núcleos familiares como célula fundamental de la sociedad campesina, todo orientado en el marco de la concepción de una reforma agraria integral.
Modelo educativo que a su vez requirió la construcción de organismos y empresas educativas como los Institutos de Formación de líderes campesinos con sedes en Sutatenza y Caldas (Antioquia), el centro de promoción y atención cultural con oficinas centrales en Bogotá y periféricas en 450 municipios del país, el periódico semanal EL CAMPESINO con un tiraje de 100 000 ejemplares, la biblioteca del Campesino con 100 títulos diferentes, y la respuesta personal a las comunicaciones enviadas por los usuarios que superaban más de 500 cartas mensuales.
En función de este servicio a las comunidades se construyó una infraestructura de industria cultural consistente en la Red de Emisoras de Radio Sutatenza, con cinco emisoras instaladas en centros cruciales para el cubrimiento nacional, la Editorial Andes, la Prensadora de Discos y la Red de Oficinas Regionales ubicadas en las cabezas diocesanas de la iglesia colombiana. Todos estos asuntos, lo mismo que una síntesis de los procesos de evaluación y del análisis de los resultados del modelo, se tratan en la primera parte del libro.
Pero quizás lo más significativo del documento presentado ante el Concurso de Investigaciones Sociales patrocinado por la Embajada de Francia con la participación del periódico EL ESPECTADOR y la Asociación Colombiana de Universidades en el año 2005, fue la posibilidad que tuve de expresar los cuatro conflictos que conformaron el proceso de disolución y desaparición del modelo, y que constituyen los cuatro últimos capítulos del libro, a saber: el conflicto institucional y doctrinal con la Jerarquía eclesiástica, relacionado con nuestra posición sobre el tema de la PROCREACION RESPONSABLE; el conflicto con la estructura política y el gobierno del país en razón de nuestra creciente influencia regional y local; el conflicto de carácter comercial con las industrias de la comunicación social y con los sectores editoriales que se ventiló en la ANDI, por la competencia desleal que significaba nuestra presencia comercial; y el conflicto con las guerrillas, especialmente con el M19, por nuestra posición ideológica desarrollista, burguesa y no progresista, contraria además, como lo declararon muchos de nuestros colegas, a la teología de la liberación, de tanto renombre y aceptación en los espacios del pensamiento social europeo.
El proceso de disolución del modelo comenzó en 1974,cuando conjuntamente el Gobierno Nacional y la Iglesia Europea produjeron una disminución radical de los proyectos y contratos que significó la pérdida de un 40% de los ingresos presupuestales y duró 20 años, hasta 1994, fecha de la muerte del fundador Monseñor José Joaquín Salcedo.
A partir de entonces muchos quisieran que una empresa real como fue Acción Cultural Popular pudiera reconstruir o revivir el modelo de educación fundamental, pero en mi opinión es muy poco probable, y casi imposible, por lo que considero que se convirtió en una UTOPIA. De ahí el título del libro.
¡Muchas Gracias!
Hernando Bernal Alarcón