Continuamos con el tema propuesto por nuestro compañero Silvio Zuluaga para nuestra Tertulia de los jueves no. 160. Aquí, el testimonio de Goyo.
Madrugar a meditar. Lo sigo haciendo aunque hayan variado las técnicas. Las lecturas de la misa del día han sido una constante previa a la meditación y muchos días me sirven de puntos para la misma. Recordar a los seres queridos en ambiente de meditación también constituye una fuente de entusiasmo para vivir el día de manera optimista.
Desde la perspectiva quántica, hoy comprendo el valor de unir los hemisferios racional y emocional del cerebro o lo que para otros es la unión de mente y corazón, para que se produzca el milagro de la creación de una nueva realidad. Todo en un ambiente de ojos cerrados, de respiración lenta, pausada y profunda, habiendo tomado previamente agua y prendido una vela. (La pirámide en la cabeza y en las rodillas es algo más reciente).
Son muchas las ideas y proyectos que han nacido en ese ambiente de meditación. También muchas actitudes que me acompañan al momento de vivir y actuar. Soluciones de problemas. Creación de nuevos objetos útiles en la vida ordinaria. Envío de energía positiva y a veces sanadora para los seres queridos y aún para otros.
Servir de relator: El Padre Fernando Barón me llevó de secretario a una de sus reuniones. Le entregué un acta de dos páginas que me devolvió con un sinnúmero de correcciones en rojo. Las hice y le devolví el documento. Pocos meses después me llamó para otra reunión de más alto nivel. La corrección de mi acta fue con muchísimos menos errores que la primera.
Finalmente, el Padre Gerardo Arango me llamó para hacer de secretario de una reunión, toda una semana en San Claver, de Provinciales de América Latina, con el Padre Arrupe, general de la Compañía en aquella época. Ahí, con la ayuda de Juan Vicente Córdoba y de dos monjitas, produjimos 44 páginas tamaño oficio con el acta de la reunión, que los participantes se llevaron, al salir para sus países, después del almuerzo del sábado.
Este entrenamiento me ha permitido prestar infinidad de servicios en muchas entidades. En los 20 años de trabajo en Ecopetrol fui el secretario oficial de muchísimas reuniones de administradores y con el mismo Sindicato de la Unión Sindical Obrera (USO). Esa competencia me ha permitido tener buenos archivos de mucha documentación útil y rescatable.
Cuando me jubilé, entregué a mi jefe un CD llamado “Memorias de un filósofo petrolero” en donde consigné muchísimos de mis manuales de referencia de procesos, memorias de reuniones y talleres y síntesis de aprendizajes útiles.
Por todo ello doy gracias a la Compañía de Jesús. Que todo ello sea para la “Mayor Gloria de Dios”.
Juan Gregorio Vélez
Septiembre, 2023
1 comentario
Juan Gregorio: Mi admiración! Realmente sabes narrar los hechos muy sucintamente, como en un acta. Admiro tu concentración y meditación. Me llama la atención que, después de haber estado 20 años en la Compañía de Jesús, hayas entrado a trabajar el mismo año de tu salida en Ecopetrol donde permaneciste otros 20 años. Ahora, esperamos, estos siguientes cuarenta años los pases con nosotros.