Entre los numerosos legados que deja Carlos Eduardo Vasco destaco su concepción de la relación entre los métodos cuantitativos y cualitativos. Vasco fue matemático, físico, filósofo y teólogo. Además, pedagogo y formador de formadores.
Gracias a la educación privilegiada que tuvo, Carlos Vasco entendió las diversas modalidades de aproximación a la realidad. Desde cada disciplina la mirada del mundo adquiere dimensiones diferentes. Cualquier proceso real, decía, “es el resultado de una multicausalidad”. Y esta afirmación se aplica a las ciencias naturales y a las sociales.
Los ejercicios unicausales apenas son un momento de la comprensión de la complejidad de la realidad. Y en este proceso analítico, ningún método que se pretenda cuantitativo puede abandonar los prejuicios, que son absolutamente necesarios para investigar y construir el aparato conceptual de la teoría. Por esta razón, la economía es y será economía política. Este postulado ha estado presente en los grandes teóricos de la disciplina.
Cualquier ordenamiento cuantitativo supone un a priori que necesariamente está marcado por la preconcepción que tiene el sujeto. La abundancia de datos tiene que ser clasificada y sistematizada, y este proceso subjetivo es, por su misma naturaleza, cualitativo. En el proceso cognitivo desaparece la frontera entre lo cualitativo y lo cuantitativo. Ambas dimensiones son inseparables.
Actualmente, con la predominancia del big data, se pretende que millones de datos, por sí mismos, lleven de manera milagrosa a la comprensión de la realidad. Se olvida que los datos informan solamente si están ordenados y para ello se necesita que haya jerarquías marcadas por la visión subjetiva. Los datos son útiles gracias a la selección y a las hipótesis construidas por el individuo. La abundancia de datos no reemplaza la necesidad de establecer, a priori, secuencias causales derivadas de la imaginación del investigador.
Sin un marco cualitativo no es posible darle significado a las realidades cuantitativas. Y, de manera similar, numerosas realidades cualitativas tienen expresiones numéricas. La cardinalización es frecuente, por ejemplo, cuando se dice que la pintura Salvator Mundi de Leonardo Da Vinci vale US$450 millones. Al afirmar que esta pintura es más valiosa que otras, se está realizando, de hecho, un ordenamiento cuantitativo de la obra estética.
En 2015, cuando recibió el doctorado honoris causa, decía Vasco, “creemos con Bertrand Russell que las matemáticas se reducen a sartas de fórmulas lógicamente bien formadas del tipo “si p, entonces q, de las cuales no sabemos lo que dicen, ni si lo que dicen es verdadero o no”. Estas relaciones lógicas, que tienen validez intrínseca, contribuyen a interpretar la realidad gracias a las jerarquías y analogías que resultan de los a priori del sujeto que analiza e interpreta. El deseo puro e irrestricto de conocer es el punto de partida de todas las ciencias; y entonces, las dimensiones cualitativas y cuantitativas siempre están interactuando. No hay ninguna línea divisoria entre los métodos cuali y cuanti.
Vasco fue un crítico radical del positivismo. No existe una realidad externa al individuo. Gracias a su conocimiento de la filosofía y la teología, mostró que no obstante las especificidades propias de las matemáticas y la física, su ejercicio práctico pasa por los ordenamientos subjetivos.
Jorge Iván González
Octubre, 2022
2 Comentarios
El deseo puro e irrestricto de conocer… es el punto de partida de las ciencias, y una de las formulaciones principales de Bernard Lonergan S.I.
Muy buena reseña de Carlos Vasco !
Muy claro este escrito sobre Carlos Vasco y precisa muy bien la interacción entre lo cualitativo y lo cuantitativo. A mí me ilustró mucho. Gracias, Jorge Iván.