Está comprobado que la expedición del Inca Túpac, nuestro antepasado suramericano, es un hecho histórico. Historiadores sostienen que el continente de Oceanía fue “descubierto” por los incas, treinta años antes de que Colón llegara al Caribe.
Un día del año 1465 el príncipe inca Túpac Yupanqui emprendió una navegación desde la isla de Puná, en Guayaquil, hacia la Polinesia, subregión de Oceanía, a más de 6500 km de distancia de la costa de donde partió. No parece un recorrido muy extenso si lo comparamos con expediciones marítimas de la época, como la de Magallanes, que Juan Sebastián Elcano culminó en septiembre 8 de 1522 en el puerto de Sanlúcar de Barrameda, España, adonde llegó famélico y desdentado, con otros 17 supervivientes de los 239 que habían partido con él, después de darle la vuelta el mundo, habiendo dejado muerto por los nativos en una isla de la actual Filipinas a Magallanes, con quien habían emprendido la expedición tres años atrás.
En estos días las celebraciones para conmemorar la odisea tienen a España colmada de festejos y llenan páginas enteras de la prensa mundial, incluyendo la serie de televisión Sin límites, que da gusto ver, pese a las escenas de hambre, amotinamientos y muertes que impresionan más cuando se ven representadas que cuando se leen en los libros.
Frente a esa proeza de expedición marítima, quizás la más extraordinaria de la historia de las navegaciones, la del rey inca Túpac Yupanqui, repito, no parece tan grandiosa, porque no la conocemos ni se habla de ella en los manuales de historia como todo o casi todo lo que proviene de los países tercermundistas. como los de Suramérica.
El inca Túpac partió con 120 embarcaciones, en balsas hechas con palos largos y livianos, amarrados con lianas, que transportaban cada una 20 tripulantes, hasta lograr embarcar a 2000 hombres con quienes atravesó el llamado hoy océano Pacífico, bajo el impulso de la corriente de vientos de la Antártida, que hoy llamamos corriente de Humboldt en honor al gran sabio y explorador alemán. Los vientos los llevaron a las islas de la Polinesia, cercanas a Tahití. Regresaron al Perú actual pasando por la isla de Pascua, que se halla a 3700 km de la costa chilena, no sin antes desembarcar por un tiempo en esa isla que los nativos actuales consideran parte de la Polinesia. Ahí vieron las monumentales estatuas humanoides, levantadas cientos de años antes de su llegada, talladas por sus ancestros. Hay cerca de 900 estatuas de piedra por toda la isla de Pascua, y algunas otras colosales que exploradores europeos se llevaron y que se exhiben en museos como el Louvre, el Real de Bélgica y el Británico de Londres, entre otros.
Está comprobado que la expedición del Inca Túpac, nuestro antepasado suramericano, es un hecho histórico. Historiadores sostienen que el continente de Oceanía fue “descubierto” por los incas, treinta años antes de que Colón llegara al Caribe. Túpac Yupanqui descubrió la Oceanía sin saberlo, igual que Colón descubrió un nuevo continente sin darse cuenta. Pero Colón y Elcano hacen más alboroto noticioso con su odisea, mientras que Túpac Yupanqui sigue en el olvido. Su hazaña fue increíblemente asombrosa, precisamente por lo rudimentario de sus embarcaciones y por sus conocimientos marítimos sorprendentes frente a los europeos.
Publicado en El Heraldo (Barranquilla)
Octubre, 2022
4 Comentarios
Interesante descubrimiento, como dices, olvidado por los historiadores. Poco a poco salen a la luz hechos inimaginables como esta proeza de los incas, equiparable, en parte, a la de los Vikingos y el descubrimiento de América
Les faltó prensa a los Incas. Afortunadamente tenemos a Chucho Ferro rescatando la historia, Buena esa Chucho.
Nunca es tarde para aprender! Mil gracias Chucho por tu ilustrada pluma.
Nunca, César.