Hace cuatro años nos visitó el papa Francisco

Por: Vicente Alcala
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Bien práctico para Colombia

¿Qué bien práctico para Colombia y los colombianos se deriva del mensaje del papa Francisco en su visita de septiembre de 2017? Su mirada compenetrada, imparcial pero comprometida, puede ser más acertada y más eficaz que la propia mirada de los colombianos sobre nuestra realidad.

Para responder esa pregunta debemos, en primer lugar, precisar qué significa un bien práctico o en qué consiste la practicidad: 

“Ser práctico es hacer cosas inteligentes y ser impráctico es seguir haciendo disparates. (…) El acto de entender es la fuente no solo del conocimiento teórico, sino también de todas sus aplicaciones prácticas y de toda actividad inteligente. (…) El acto de entender los actos inteligentes revelará qué actividades son prácticas y el acto de entender las omisiones del entender revelará qué actividades son estúpidas”.*

La comprensión de los actos inteligentes o de las omisiones del entender, manifiestos en la manera de actuar, es la clave misma de la practicidad y del proceso acumulativo, del progreso o de la decadencia en las situaciones concretas actuales. 

El papa Francisco, en su vista de 2017, ofreció comprensión sobre los actos inteligentes en Colombia y, por lo tanto, prácticos. También ofreció comprensión sobre las omisiones del entender y sus consecuentes actos imprácticos y estúpidos en Colombia. La mirada de alguien externo pero compenetrado, imparcial pero comprometido, como es el caso del papa Francisco en relación con nuestro país, puede ser más acertada y más eficaz que la propia mirada de los colombianos sobre nuestra realidad.

Veamos la comprensión que ofreció el Papa sobre actos de intelección en Colombia y su consecuente obrar inteligente, y sobre la omisión de intelección en Colombia y su consecuente actuar estúpido. De ahí se deriva la practicidad y eficacia de su mensaje.

En su primer saludo, en la Nunciatura, el Papa agradeció

“la alegría que tienen, (…) el esfuerzo que han hecho, (…) el camino que se han animado a realizar, (…) la valentía, (…) el coraje. Eso se llama heroísmo (…). No se dejen robar la alegría”.

En este saludo, el Papa manifiesta un acto de entendimiento sobre aspectos positivos de la situación de Colombia y considera que tienen efectos prácticos positivos hacia adelante. Pero el quid de estas disposiciones es su orientación en torno de salir de sí hacia el otro.

Una de estas disposiciones de salida hacia a los demás se conoce como obras de caridad y misericordia. Tanto en Medellín como en Cartagena, Francisco conoció, visitó y exaltó las acciones y programas de ayuda y atención a los más necesitados. Y si bien dichas obras no son la solución para extirpar la injusticia e inequidad de nuestra estructura social, son necesarias y encomiables en el esfuerzo, entrega y aprendizaje que suponen en las circunstancias existentes.

El acto de entendimiento del Papa resalta los actos de entender de quienes trabajan y ayudan a los más necesitados. Y lanza preguntas implícitas a quienes le han escuchado: ¿qué hace cada uno de nosotros por ayudar a solucionar, en algo o en alguna manera, las necesidades concretas? ¿Cómo se hace concreto y cotidiano nuestro presumible amor a Dios y a nuestros hermanos?

Los actos inteligentes llevan a la acogida, la bondad, la pacificación y el compromiso. En una de sus primeras intervenciones el Papa entiende y alude expresamente a varias de las cualidades humanas de los colombianos, que considera como una bendición. Dijo: 

“calidad humana de sus gentes, hombres y mujeres de espíritu acogedor y bondadoso: personas con tesón y valentía para sobreponerse a los obstáculos, (…) su aporte [de la mujer], su talento, su ´ser madre´ en las múltiples tareas”.

También reconoce algunas acciones positivas que vienen realizándose en el país, que nacen de actos de entender

“aprecio (…) los esfuerzos que se hacen, a lo largo de las últimas décadas, para poner fin a la violencia armada y encontrar caminos de reconciliación”.

Advierte, en su acto de entendimiento sobre la situación positiva de Colombia hacia adelante, que la búsqueda de la paz es un camino siempre abierto (es decir, no termina en un momento determinado), que es una tarea que no da tregua (no podemos “descansar”), y exige el compromiso del conjunto de los colombianos: 

“la búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos”.

El acto de entendimiento del Papa, en la homilía del parque Simón Bolívar, ilumina los actos de entender que implican el anhelo de escuchar una palabra que resalte el sentido y la belleza de la vida y el esfuerzo por el sustento y el bienestar; es también la valoración de la fecundidad de la tierra colombiana que debe dar frutos para todos. Esto, por supuesto, es un desafío. Esos actos de entendimiento en Colombia deben traducirse en políticas y planes de acción que impulsen progreso y mejoramiento de nuestra sociedad.

Los elementos anteriores podrían agruparse en el horizonte semántico del salir de sí y encuentran continuidad y ampliación en un segundo horizonte semántico, el ofrecer la vida por la vida de los otros. Es lo que resaltó el Papa en su acto de entendimiento sobre la ofrenda de la vida, la reconciliación y el servicio a los demás. Francisco agradeció los actos de ofrenda de los militares que dieron la vida y la integridad corporal por la paz de Colombia, siguiendo el ejemplo de Jesús que entregó su vida por nosotros. Su acto de intelección procedió con sumo cuidado, resaltando una frágil realidad (“lo que hacen por la paz poniendo en juego la vida”) como lectura de un deseo colectivo (“ojalá que puedan ver consolidada la paz en este país que se lo merece”). ¿Qué más práctico que un trabajo por la paz, y qué más impráctico y absurdo que toda acción contra la paz?

En Villavicencio, el acto de entendimiento del Papa subrayó el entender que exige la reconciliación: 

“Todo esfuerzo por la paz sin un compromiso sincero de reconciliación siempre será un fracaso. (…) La reconciliación si no es con Dios, en primer lugar, no tiene futuro. Ella nos llama a todos: los políticos, gobernantes, ciudadanos; exige decir sí a la verdad y a la bondad, y esto solo es posible si llenamos de la luz del evangelio nuestras historias de pecado, violencia y desencuentro”.

El acto de entendimiento de Francisco se detuvo en escuchar los testimonios de algunas víctimas y victimarios, cuyos actos de entendimiento manifestaron el valor del perdón, de la reconciliación y del amor en el servicio y ayuda a los otros; advirtió que los actos de entender nos llevan a comprender que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte, y nos enseñan a transformar el dolor en fuente de vida y resurrección, para que junto a Cristo y con Él aprendamos la fuerza del perdón y la grandeza del amor. Estos actos de entendimiento nos conducirán a una sociedad más sana.

Entender es luchar contra los actos injustos de los otros. No es posible convivir en paz sin hacer nada contra aquello que corrompe la vida y atenta contra ella, como el narcotráfico; hay que ser caritativamente firmes en aquello que no es negociable, debe construirse la paz desde una corrección que no quiere expulsar, sino integrar.

Se tienen actos de entendimiento cuando se adquieren fe y fortaleza ante la adversidad, sensibilidad ante el dolor ajena, solidaridad y dedicación frente a las necesidades de los otros y se sirve a los demás. Estos actos de entendimiento provocan el mejoramiento de las situaciones sociales: significan avance, progreso, desarrollo, construcción de un mejor futuro, en la Colombia que quiere crecer y seguir adelante sin enredarse en viejas historias.

El Papa entiende que hay un valor trascendental que implica un acto de entender superior: 

El Señor está cerca de ustedes, en el corazón de cada hijo e hija de este país. El Señor no es selectivo, no excluye a nadie, abraza a todos. (…) Dios nos ama con amor de Padre. (…) La alegría es signo del corazón joven y de aquel que ha encontrado al Señor; si se mantiene viva esa alegría con Jesús, nadie la puede quitar. La alegría es fundamental para construir y compartir…

Hay que entender que todos somos del mismo barro, que es frágil y a la vez moldeable para crear grandes obras de arte. El encuentro es entender, no tenemos que pensar y vivir todos de igual manera, sino que a pesar de ‒o gracias a‒ las diferencias, todos somos parte de algo más grande que nos une y nos trasciende: un país que debemos ayudar a construir. Esto no es un sueño quimérico si entendemos que Jesús es el mensajero de la paz, que siempre nos trae buenas noticias, que ha vencido el mal, el pecado y la muerte, que siempre está con nosotros y que nos invita a unirnos a Él para construir un reino de verdad, de justicia y de paz.

Comprensión del Papa sobre las omisiones del entender en Colombia y los efectos negativos que deben evitarse

No vamos a caer, ni Francisco cae, en la costumbre de resaltar lo malo y negativo en nuestra sociedad. Más bien, escuchemos sus advertencias para entender y trabajar en lo que necesitamos cambiar: respetar la dignidad de todos los colombianos; superar la pobreza, la exclusión, la inequidad; desterrar la agresión, el odio, el irrespeto por la vida, el homicidio; resistir a la violencia contra los niños, las mujeres y contra cualquier ser humano; condenar, no a los otros, pero sí condenar y sancionar sus actos injustos y sus delitos; no aceptar ninguna forma de corrupción; erradicar todos los tipos de esclavitud que perduran; respetar y proteger los recursos naturales en bien de las generaciones venideras.

Además de la comprensión sobre el entender y sus omisiones en la sociedad colombiana, el papa Francisco ofreció orientaciones a la Iglesia en Colombia en orden al cumplimiento de su misión, así como expresó advertencias para prevenir y evitar desviaciones y deficiencias en su desempeño.

El resumen que he intentado de los mensajes del Papa en su visita a Colombia es una invitación a leerlos en su totalidad. Esta exposición está abierta a los comentarios y complementaciones por parte de ustedes, amigos lectores.

* Lonergan, Bernard S.I. (1999). Insight: Estudio de la comprensión humana. Salamanca: Sígueme.

Los textos pronunciados por el papa Francisco pueden verse en https://www.aciprensa.com/noticias/todos-los-discursos-homilias-y-mensajes-del-papa-francisco-en-colombia-18386

Vicente Alcalá Colacios

Noviembre, 2021

1 Comentario

Jorge+Luis+Puerta 27 noviembre, 2021 - 9:44 am

Todo lo que sea arrojar luz a esas grietas que nos afectan, debe ser bienvenido!!!

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