Hay dos maneras de entender la situación de cambio que vive la humanidad en lo que va de transcurrido el Siglo XXI. Unos autores hablan de época histórica, refiriéndose especialmente a los cambios sociales, culturales, económicos y del mundo de los valores. Otros se refieren a era histórica, haciendo énfasis en lo geográfico, lo geológico y lo biológico.
El cambio de época histórica se basa en el resultado del predominio de China en los mercados mundiales, con las consecuencias propias de transformación cultural Oriente/Occidente y mercantil Atlántico/Pacífico.
Es el final del Siglo Americano y el comienzo de una nueva era China o Asiática. Dicho cambio conlleva el final de la enorme influencia, que lograron los Estados Unidos con posterioridad a las dos guerras mundiales, en el mercado global, en el control de la paz y en el establecimiento de un orden jurídico y económico reflejado en la estructura y funcionamiento de las Naciones Unidas, de los procesos industriales de la producción y del comercio internacional.
El concepto de cambio de era histórica alude a las profundas transformaciones que ha causado la presencia humana en el planeta tierra, con efectos en el cambio de clima y en el calentamiento global, producto de la forma lineal como se han relacionado los factores de la producción y el desarrollo de las tecnologías en el uso, transformación y agotamiento de los recursos naturales. Estos fenómenos han producido enormes cambios en las condiciones ecológicas y sociogeográficas del desarrollo de la vida humana, efectos de una tecnología desbocada que a su vez influye en la transformación evolutiva de la misma humanidad.
El cambio de era histórica se relaciona, por lo tanto, con las transformaciones profundas en la sustentabilidad de la vida humana, con la aparición de las pandemias, con el incremento de los riesgos naturales y físicos que afectan la permanencia de la humanidad, y como aspecto novedoso, con el avance tecnológico que permite potenciar el desarrollo simplemente biológico hacia la aparición de nuevas realidades bio-tecnológicas propias del transhumanismo y el posthumanismo.
Una visión comprensiva sobre el cambio que se vive tiene que tener en cuenta las dos dimensiones – época histórica y era histórica – para tratar de vislumbrar no solo lo que será un NUEVO ORDEN MUNDIAL, sino la transformación misma de la HUMANIDAD Y DE LO HUMANO.
Tenemos que reconocer que se abre una discusión mundial sobre la dimensión y la complejidad de estos cambios, que tiene una enorme vigencia y gran actualidad.
Hernando Bernal Alarcón
Febrero, 2023