En los países en que las elecciones presidenciales se deciden por el sistema de balotaje ‒es decir, con dos vueltas‒, los votos por los candidatos perdedores en la primera vuelta se vuelven definitivos para los resultados de la segunda vuelta. Esto es lo que parece que va a suceder en Colombia en las próximas elecciones.
Dado que ni siquiera ha pasado la primera vuelta es muy difícil pronosticar cómo se reacomodarán los votantes para la segunda. Sin embargo, para quienes quieran hacerlo, resulta muy útil recordar qué sucedió en las elecciones de 2018, cuando casi cinco millones de personas que habían votado por Fajardo y De la Calle en la primera vuelta tuvieron que decidir si votaban en blanco, no votaban o apoyaban a Duque o a Petro.
Algunos antecedentes de la votación de 2018 son estos: Duque llegó con una triple ventaja numérica a la segunda vuelta: primero, antes había ganado de sobra la consulta de la derecha frente a Marta Lucía Ramírez y Ordóñez y, además, esta consulta había atraído 2.2 millones de votos más que la otra consulta entre Petro y Caicedo; segundo, Duque también había ganado la primera vuelta con una diferencia de 2.7 millones de votos por encima de Petro. En 2022, Petro es el que tiene esa doble ventaja.
En tercer lugar, dos de los candidatos que participaron en la primera vuelta en 2018, Germán Vargas y Vivian Morales, pueden ubicarse como de centro derecha. Con un alto grado de probabilidad sus 1.5 millones de votantes se sumaron a los de Duque, por lo cual este entró a la competencia de la segunda vuelta con un paquete asegurado de más de nueve millones de votos.
Duque, además, también tenía ventajas cualitativas: contaba con el apoyo abierto del Centro Democrático y era “el que dijo Uribe”; venía con el impulso del triunfo del No en el referendo y su campaña era la oposición al Acuerdo de Paz. Finalmente, representaba la oposición a un gobierno desgastado, papel que hoy representa Petro
Por otra parte, las votaciones sumadas de Sergio Fajardo y Humberto de la Calle llegaron a 4.99 millones de votos y es muy importante identificar para dónde se fueron esos votantes, pues en el imaginario colectivo se piensa que muchos de ellos votaron en blanco, sobre todo por el anuncio de Fajardo de irse a ver ballenas. Sin embargo, en la segunda vuelta solo hubo 407.000 votos en blanco más que en la primera, es decir el 8.2 %.
Duque triunfó con 10.37 millones de votos, lo cual significa que a pesar de todas las condiciones a su favor, solo atrajo 1.28 millones de votos (25.7%) de los obtenidos por Fajardo/De la Calle, mientas que Petro aumentó su votación en 3.18 millones: es decir. que logró atraer 63.8 % de esos 4.99 millones de votos. Si la diferencia inicial a favor de Duque hubiera sido menor, Petro habría sido el triunfador.
Si se repite esta historia en 2022 y la segunda vuelta llegara a ser entre Petro y Gutiérrez, Petro sería el nuevo presidente, pues llegará a la segunda vuelta con la ventaja que en 2018 tuvo Duque. Si la historia hubiera sido distinta en 2018 y Fajardo hubiese pasado a la segunda vuelta, la gran mayoría de los votos de De la Calle y del centro derecha se hubieran ido contra Petro y Fajardo habría sido el ganador.
Esa historia, que no se dio hace cuatro años, podría darse ahora.
Mauricio Cabrera Galvis
Abril, 2022
2 Comentarios
¡Dios nos agarre confesados!
O sea, Venezuela de 1998, y …
¡Nadie escarmienta en cabeza ajena!…
Que bueno este análisis Mauricio….vamos a ver como se desenvuelven las cosas..ojalá baje el tema de la polarización
Saludos
Pedro Benítez P