A los lectores del blog queremos contarles que desde hace 14 meses venimos reuniéndonos, semana a semana, en tertulias amigables, para conversar sobre muy diversos temas. Esas tertulias alimentan el blog y este aprovecha lo compartido allí.
Ante la dolorosa situación que atravesamos en Colombia decidimos manifestarnos. Por eso, les propusimos a quienes desearan hacerlo, que escribieran un texto breve al respecto.
Este artículo hace parte de la cosecha que obtuvimos.
Sin ser un experto en el tema, creo que llegamos a esta situación por una conjunción de factores que me limito a enunciar:
- Se ha desdibujado el valor del ser humano y su dignidad.
- Esta primando la individualidad.
- Se ha perdido el respeto y credibilidad a los líderes y gobernantes
- Corrupción.
- Algunos políticos son buenos, pero hay muchos con otros con intereses personales distintos.
- Las respuestas que se dan no son adecuadas para los jóvenes. Hay falta de oportunidades y de posibilidades de recibir educación de calidad.
- Deficiencias en el acceso y calidad de la educación.
- Situación de pobreza y desigualdad.
- Narcotráfico, dinero fácil. Clanes.
- Proceso de paz incompleto.
- Intereses de algunos por generar desestabilización.
Todos estos factores se han exacerbado por la pandemia, que desnudó definitivamente muchas de nuestras falencias y ahondó desigualdades. Los sectores más frágiles se han derrumbado rápidamente y su capacidad de aguante se deshizo.
Frente a esta compleja situación, considero que puedo hacer cosas sencillas como:
- Pagar y dar trato justo a mis empleados directos: empleada de servicio y mayordomo. Tratar de que estas personas mejoren y vayan creciendo con uno.
- Desde lo empresarial, procurar en mi empresa mejorar las condiciones de la gente cuando nos va bien. Mantuvimos la nómina de nueve personas en la pandemia, a pesar de la difícil situación de la empresa.
- Generar empleo a encuestadores.
- Colaborar, sin remuneración, en dos juntas directivas de ONG.
- Participar en proyectos que sirvan para revisar o rediseñar políticas públicas.
- Desde mi misión como católico, ser en lo posible generador y propulsor de la esperanza y ser ante todo un servidor.
¿Qué tenemos que hacer para que en nuestro entorno haya alegría y esperanza?
Tengamos en cuenta que el miedo nos paraliza; en cambio, la esperanza mueve a la acción. Entonces, oración por todos y trabajar en temas de Iglesia para la familia.
- En lo posible hacer donaciones para diversas causas.
- Cultivar los valores en la familia.
- Ser perseverantes.
- Sentirnos ciudadanos y querer al país en forma realista, pues no es un país perfecto.
- No replicar correos y wasaps negativos; más bien, enviar los positivos, sin perder objetividad.
- No enviar correos o wasaps cuya procedencia no esté confirmada o de los cuales no tengamos certeza de su veracidad.
- Disponernos a trabajar en causas educativas o de ayuda humanitaria, en la medida de nuestras posibilidades.
- Estar dispuesto a pagar más impuestos, si hay que hacerlo.
- Tratar de que otras personas puedan hacer reflexiones como estas.
Pedro Benítez P.
Junio, 2021
2 Comentarios
Orientaciones y sugerencias muy prácticas y válidas. Ciertamente es lo que podemos y debemos hacer. Saludos
Pedro (quiero reconocerte o conocerte) clarísimo el enunciado de factores causantes de nuestra situación, así se puedan explicitar o completar. Sinceros y concretos tus aportes a nuestra sociedad… hay que aunarlos a los que podamos realizar en común. Muchas gracias.