Siempre hemos considerado el comienzo de la Navidad con la fiesta de la Inmaculada y la tradición de las velitas. Es una fiesta que apreciamos mucho, por el amor y la devoción que tenemos a la Virgen. La Navidad siempre ha sido para nosotros un tiempo muy especial.
Navidad es una época para intensificar los lazos familiares, de amistad y de solidaridad. Tiempo también de orar en familia, y con los amigos mas cercanos y sus familias, con la novena ‒que es sagrada‒, cuya lectura se va rotando de casa en casa. Comiendo en ellas viandas diferentes y tratando de no subir kilos, que es la recomendación que los médicos le dan a uno. A veces, es difícil cumplirla.
Hay también un momento muy especial en nuestra familia: la realización de una reunión para hacer la natilla y los buñuelos, y almorzar un pequeño asado. Participan todos los miembros de la familia y es un encuentro especial entre todos, especialmente con los hijos jóvenes con quienes a veces no se tiene un contacto tan cercano durante el año. Cada miembro de la familia realiza una actividad y tiene delegadas sus funciones.
Consideramos este un tiempo de alegría y paz y de agradecimiento por el año que termina y para expresar los buenos deseos por el tiempo que viene, siempre con la esperanza puesta en el Señor que nace y que está con nosotros. Es un tiempo de sencillas oraciones y de rezar la novena antigua, que no ha sido posible reemplazar a pesar de los esfuerzos de sacerdotes, parroquias, etc. Esta antigua novena genera devoción, así muchas palabras y frases estén construidas con un lenguaje antiguo. Naturalmente, es también un tiempo de algo de nostalgia por los familiares que ya no están con nosotros, pero de quienes tenemos un vivo recuerdo y la esperanza de encontrarnos más adelante de una manera diferente.
También es una época en que procuramos relacionarnos más de cerca con nuestros colaboradores en la empresa, con los celadores, los aseadores, los mayordomos, etc. Siempre están presentes para agradecerles por su trabajo y compañía.
Es un tiempo en que todo se viste de colores que alegran el espíritu. Sentimos que el ambiente se distensiona para vivir un momento diferente del año. Disfrutamos muchísimo toda la música de este época. Desde los primeros días de diciembre aparece en nuestra casa la música navideña, que tiene un tinte muy especial. Buscamos siempre ver los conciertos de Navidad que haya disponibles, con cantantes y orquestas que interpretan nuevamente toda esta hermosa música. En la medida en que podíamos, antes de la pandemia asistíamos a algún concierto de coros en Bogotá en el que se interpretara la música navideña.
Navidad es un tiempo de compartir y los regalos son una forma de hacerlo. Tiempo en que nuestro espíritu se abre a los demás para recordar que todos somos uno en la humanidad y que ese es el mensaje que trae el huésped de Belén. Un momento de tener la esperanza en que podemos ser más fraternos y solidarios.
Finalmente, participamos en las ceremonias religiosas que en esta época se profesan, no por obligación, sino por convencimiento y fe. Participamos con la Iglesia de la alegría de estas fiestas.
Sea el momento de expresarles una feliz Navidad y un Nuevo año con esperanza, salud bienestar y progreso en todos los frentes . Gracias por la amistad y por compartir tantas cosas buenas este año.
Un abrazo de Pedro José Benítez y Angela María Jaramillo.
Diciembre, 2021