A los lectores del blog queremos contarles que desde hace 14 meses venimos reuniéndonos, semana a semana, en tertulias amigables, para conversar sobre muy diversos temas. Esas tertulias alimentan el blog y este aprovecha lo compartido allí.
Ante la dolorosa situación que atravesamos en Colombia decidimos manifestarnos. Por eso, les propusimos a quienes desearan hacerlo, que escribieran un texto breve al respecto.
Este artículo hace parte de la cosecha que obtuvimos.
Desde la Constitución de 1886 y la dictadura del general Melo, en 1850, en Colombia todos los gobiernos han sido de centro derecha, liberal o conservador. No tenemos experiencia en gobiernos de izquierda. Solo algunos gobiernos de tendencia social, como la República Liberal de los años 1930.
La guerrilla marxista de las Farc y ELN generó una reacción conservadora y derechista en los últimos 50 años. Al firmarse la paz, el péndulo ha vuelto al centro y a la izquierda.
Los únicos países de derecha en América Latina (Perú, Chile, Colombia) durante los últimos 50 años, van ahora hacia la izquierda. Chile y Perú ya votaron por un cambio hacia ella. Los demás países tuvieron gobiernos de izquierda, con excepción de algunos centroamericanos. Ahora es el turno de Colombia. En 2022 tendremos gobierno de centro-izquierda o izquierda radical, con Petro o similares, pero el Congreso será dominado por los partidos tradicionales de centro derecha, debido a las maquinarias políticas y la compra de votos.
La derecha de Uribe ya tuvo 20 años gobernando el país y ahora hay cansancio de su dirección, aunque debamos reconocer éxitos y logros; sin embargo, en política no se aplauden los logros, sino la imagen de los gobernantes.
La pandemia y la crisis social frenaron la economía en 2020 y 2021. La pobreza y el desempleo aumentaron. Tenemos una economía que no es capaz de generar empleo para todos y sacrifica a los jóvenes que no tienen experiencia. Los subsidios no alcanzan a compensar la falta de empleo o la pobreza extrema. Esta fue la causa y el detonante: una reforma tributaria inoportuna, pero en cualquier momento de 2021 pudo existir otro detonante. La revuelta social ya estaba en camino.
No hay que temer a Petro y su izquierda radical. En algún momento vamos a tener un gobierno de izquierda: mejor si es de centro-izquierda semisocialista, pero si sube Petro no se darán las mismas condiciones de Venezuela con Chávez. Petro es un mal gobernante, pero esperamos que se rodee mejor (por ejemplo, con Salomón Kalmanovitz en economía).
En la izquierda hay mucha gente capaz que evitará que destruya el país o la economía. Petro es inteligente y por encima de su soberbia quiere pasar a la historia como lo hizo Uribe, pero desea acertar y sabe que en Bogotá no le fue bien como administrador y ejecutor.
Tendremos grandes cambios entre 2022 y 2030 cuando la izquierda va gobernar el país, pero después el péndulo volverá a la derecha, como ha sucedido en Brasil, Ecuador, México, Argentina y Uruguay.
La solución está en tres estamentos: la Iglesia (con su moderación), las universidades (que marcan el rumbo) y las empresas (que aportan los recursos), como dice Francisco de Roux. Ni los jóvenes, ni los sindicatos, ni el comité de paro tienen la solución.
La generación baby boomer (>70 años) y la generación X (50 a 70 años) deben prepararse para grandes cambios en un país que van a liderar la generación Y (30 a 50 años) y los millenials (menores a 30). Esto significa que dinero + experiencia se enfrentarán a ideas nuevas + fuerza electoral + cambio generacional.
El bienestar de los ciudadanos dependerá de la economía y esta de las leyes del mercado, que no son de izquierda ni de derecha. El mayor control a la izquierda populista viene dado por tres factores: la inflación, el empleo y la pobreza. Y estos son resultados económicos y no de las ideas políticas.
Nuestro grupo no aportará dinero, pero tiene grandes ideas y experiencia, y sabe analizar la historia.
Finalmente, ¿qué puedo hacer yo?
• Si tengo empresa, apoyar el empleo contratando jóvenes sin experiencia, con o sin los estímulos que dará el gobierno.
• Apoyar una reforma tributaria en la cual paguen las pensiones altas, los altos patrimonios, los ingresos más altos, aunque ello nos afecte las utilidades o los ingresos.
• Si tengo acceso a universidades o tanques de pensamiento, orientar a la opinión pública con artículos constructivos que busquen soluciones reales.
• Suspender las fake news y no reenviar mensajes negativos.
• Generar en mi círculo de amigos o grupos unas expectativas racionales positivas sobre la economía, pues de estas dependen la recuperación y el desarrollo económico.
• No sacar el dinero del país, aunque suba Petro.
Óscar Borrero Ochoa
Junio, 2021
3 Comentarios
Es la primera ves que leo un comentario tan acertado a la realidad y que busque el bien común mostrando fortalezas y debilidades de las partes, proponiendo soluciones y no atacando a la contraparte incluso ofendiendo y lastimando. A mi juicio todos podemos hacer y trabajar conjuntamente pero haciendo realidad las propuestas que menciona en su escrito. Mil gracias…
OSCAR, excelente tu análisis, orientación y propuestas constructivas. le rebajas, de manera objetiva, al temor a la izquierda radical de Petro.
Excelente análisis, Oscar. Sobrio, preciso, serio y ponderado. No conocía tu finura en el análisis político, que compite con tu magnífica capacidad de diseño. En todo caso, Dios te oiga, porque la situación está complicada para cualquiera que llegue al poder.