Reseña de la revolución cognitiva en De animales a dioses
La noción de mito ha tenido diversos significados, dependiendo de las épocas y de los autores que la utilizan o la comentan. Sería complejo “recorrer” todos sus diversos significados.
Un caso concreto aparece en De animales a dioses, de Yuval Noah Harari[1]. El autor escribe sobre la revolución cognitiva, anterior a la revolución agrícola. Tras describir muchos logros de los sapiens, pregunta qué tenía tan especial el nuevo lenguaje de ellos que les permitió conquistar el mundo. Responde que es la capacidad de transmitir información sobre cosas que no existen en absoluto, que nunca han visto, ni tocado, ni olido:
“Leyendas, mitos, dioses y religiones aparecieron por primera vez con la revolución cognitiva. (…) Esta capacidad de hablar sobre ficciones es la característica más singular del lenguaje de los sapiens (…) la ficción nos ha permitido no sólo imaginar cosas, sino hacerlo colectivamente (…) podemos urdir mitos comunes tales como la historia bíblica de la creación. (…) Dichos mitos confirieron a los sapiens la capacidad sin precedentes de cooperar flexiblemente en gran número” (pp. 36-38).
El estilo de Harari es lúcido en sus metáforas y agradable de leer:
“Puesto que los humanos nacen subdesarrollados, pueden ser educados y socializados en una medida mucho mayor que cualquier otro animal. La mayoría de los mamíferos surgen del seno materno como los cacharros de alfarería vidriada salen del horno de cochura: cualquier intento de moldearlos de nuevo los romperá. Los humanos salen del seno materno como el vidrio fundido sale del horno. Pueden ser retorcidos, estirados y modelados con un sorprendente grado de libertad. Esta es la razón por la que en la actualidad podemos educar a nuestros hijos para que se conviertan en cristianos o budistas, capitalistas o socialista, belicosos o pacifistas” (pp. 22-23).
De manera semejante como nos tomamos un remedio amargo “camuflado” en una bebida dulce, existe la posibilidad de que afirmaciones infundadas se “cuelen” entre otras más comprobadas y vistosas:
“Cualquier cooperación humana a gran escala (…) está establecida sobre mitos comunes que solo existen en la imaginación colectiva de la gente. Las iglesias se basan en mitos religiosos comunes. Dos católicos que no se conozcan de nada, pueden no obstante participar juntos (…) porque ambos creen que Dios se hizo carne humana y accedió a ser crucificado para redimir nuestros pecados. Los estados se fundamentan en mitosnacionales comunes. (…) Y no obstante, ninguna de estas cosas existe fuera de los relatos que la gente se inventa y se cuentan unos a otros. No hay dioses (…) ni leyes, ni justicia fuera de la imaginación común de los seres humanos. (…) Los mitos pueden cambiar rápidamente. En 1789, la población francesa pasó casi de la noche a la mañana, de creer en el mito del derecho divino de los reyes a creer en el mito de la soberanía del pueblo” (pp. 41-47. Los resaltados son míos).
Comparemos, entonces, algunas nociones, de acuerdo con lo que dicen Harari y Lonergan.
A través de la historia, los cambios ocurren cambiando los mitos, contando narraciones diferentes (Yuval Noah Harari), pero todo cambio en su esencia es un cambio de significación (Bernard Lonergan):
“Puesto que la cooperación humana a gran escala se basa en mitos, la manera en que la gente puede cooperar puede ser alterada si se cambian los mitos contando narraciones diferentes” (Harari, o.c., p. 47).
“Todo cambio es en su esencia un cambio de significación; un cambio de idea o concepto, un cambio de juicio o de evaluación, un cambio de orden o exigencia. Es posible cambiar al estado volviendo a escribir su Constitución, reinterpretándola (…) mediante una acción sobre las mentes y los corazones de los seres humanos para que cambien los objetos que merecen su respeto, mantienen su fidelidad y encienden su lealtad” (Lonergan, Derecho natural y mentalidad histórica)[2].
¿No están diciendo casi lo mismo? ¿Cuál es la diferencia? Es necesario aclarar la diferencia entre mito (según Harari) y significación (según Lonergan).
Para Harari, mitos son relatos que la gente se inventa y se cuentan unos a otros; no existen fuera de la imaginación común de los seres humanos. Transmiten información acerca de cosas que no existen en absoluto. Hablan acerca de tipos enteros de entidades que nunca han visto, tocado ni oído.
Para Lonergan, la significación es la noción ejercida por unas operaciones mentales, mediante las cuales interpretamos una realidad y le damos un significado. El significado es producto de la operación de significar, de producir una significación, fundamentada en una comprensión adecuada de una realidad.
“Las operaciones se llaman inmediatas cuando sus objetos están presentes. Así, el acto de ver es inmediato a lo que está viendo. (…) Esta distinción entre operaciones inmediatas y operaciones mediatas tiene una gran importancia. Opone el mundo de la inmediatez del bebé al mundo, mucho más amplio, mediado por la significación”[3].
La semejanza entre mito y significado está en que ambos son resultado o producto de sendas operaciones mentales. La diferencia está en que el mito (según Harari) es la transmisión de información acerca de cosas que no existen en absoluto. Es la acción de imaginar ficciones que llegan a asumirse colectivamente, mientras que el significado es el resultado de un acto de intelección, de un acto de la inteligencia organizadora que aprehende relaciones reales. Los actos principales de la significación son la comprensión y el juicio[4]. Un cambio de significación implica un cambio de interpretación. Interpretar no es inventar mitos.
Necesariamente, he tenido que incursionar, de manera rápida y breve, en aspectos de teoría del conocimiento y epistemología, pero es imprescindible porque, si no, el libro mismo de Harari podría considerarse como un conjunto más de mitos, cuando en realidad incluye también un conjunto de interpretaciones de hechos.
Breve historia de la humanidad es el subtítulo del libro De animales a dioses. Podemos preguntarnos: historia ¿es ciencia?, ¿es mito o incluye interpretación de hechos?, la investigación histórica ¿es igual a la investigación científica?, la comprobación en historia ¿se parece a la comprobación en ciencias?
La ciencia busca explicaciones de las cosas y de los fenómenos. Esas explicaciones se comprueban experimental y matemáticamente.
En “historia” hay que distinguir entre la historia sobre la que se escribe y la historia escrita. La historia escrita apunta al conocimiento explícito de la historia vivida. De animales a dioses es claramente historia escrita sobre historia vivida, y no se podrá negar que en la historia vivida, además de mitos inventados ocurrieron hechos reales; en la historia escrita, además de contar mitos, hay que interpretar hechos y efectivamente se interpretan hechos. El problema está en el peligro de interpretar los hechos bajo la influencia de mitos. Para la historia escrita hay que investigar los datos, establecer los hechos e interpretar los acontecimientos y los procesos mediante una dialéctica entre las diferentes lecturas de los hechos.
He precisado, elementalmente, la diferencia entre mitos, significados, interpretaciones y explicaciones. Es bueno no confundirlos y es bien importante juzgar críticamente cuándo se habla de mitos, de significados, de interpretaciones o de explicaciones. Todos se parecen en que son operaciones mentales o resultados de dichas operaciones, pero se diferencianen que son operaciones mentales distintas y en la “distancia” que cada operación tiene con la realidad fáctica; aunque no puede negarse que todas esas operaciones también son “realidades”, realidades mentales.
El mismo Harari, en 21 lecciones para el siglo XXI[5] se pregunta -al final del libro- por la realidad de la mente, sea cual sea esa realidad e invita a investigar quiénes somos en realidad.
Vicente Alcalá Colacios
Octubre, 2020
[1] Harari, Yuval Noah (2016). De animales a dioses: Breve historia de la humanidad. Bogotá: Debate.
[2] Lonergan, Bernard. Derecho natural y mentalidad histórica. Conferencia pronunciada en la reunión 51ª de la American Catholic Philosophical Association, Detroit, abril 16 de 1977.
[3] Lonergan, Bernard (2001), Método en Teología. Salamanca: Sígueme, p. 34.
[4] Lonergan, Bernard (2004). Insight: Estudio sobre la comprensión humana. Salamanca: Sígueme, p. 684.
[5] Harari, Yuval Noah (2018), 21 lecciones para el siglo XXI. Bogotá: Debate.
2 Comentarios
La significacion se realiza mediante la intersubjetividad, el arte, los simbolos, el leguaje (comun, tecnico-cientifico, literario, informatico), y las vidas y los hechos de las personas y las comunidades.
Hernando Bernal A.
Vicente pienso que los MITOS son explicaciones que se forjan para que la gente crea en ellas. Pero hay interpretaciones y explicaciones que no se vuelven mitos. Saludos.