Que sea esta última columna de 2022 la oportunidad de reconocer a quienes, en medio de estos tiempos convulsos de mentiras, guerras, abusos e incertidumbre, han brillado, transformado y aportado para hacer de este mundo un mejor lugar.
Empecemos con las cracks de la Selección Femenina sub 17, las subcampeonas del mundo en la India, quienes escribieron el capítulo más importante de nuestra historia futbolística. Sí, dirán que es una exageración o una prueba de mi ignorancia futbolística (y que olvido la Copa América que ganamos, las Libertadores, los cuartos del Mundial de mayores, el 5-0), pero dados los obstáculos que han enfrentado estas jóvenes (machismo rampante, inexistencia de una verdadera liga femenina, dirigentes corruptos y acosadores) ese triunfo raya con lo milagroso. Linda, Gabriela, Yésica, Oriana, Eliana, Ana María, todas: ¡muchas gracias! Nos pusieron a gritar, a acariciar un Mundial y le dieron a muchas mujeres un poderoso impulso y un sueño.
Si aún no leen El infinito en un junco, por favor, dense ese regalo este fin de año. Por sus páginas se desarrolla la biografía de la palabra escrita, las correrías de reyes, guerreros, esclavos, filósofos y científicos alrededor de la codificación, transmisión y preservación de la belleza, el conocimiento y la aventura humana a través de los libros. La escritora e investigadora maña, Irene Vallejo, combina datos, anécdotas y reflexiones profundas con un estilo de escritura que nos ata a sus páginas y a la vez libera nuestra imaginación. Es el libro de los libros y para quienes, como yo, nos movemos entre el recuerdo de lo leído, la emoción y el reto del texto actual y la posibilidad del que aún no se ha abierto, es una lectura soñada. Gracias.
Este año la pianista Teresita Gómez, a quien tengo el honor y el orgullo de llamar amiga, grabó dos especiales muy bellos y poderosos que recomiendo ver (ambos están en Youtube). Al iniciar el año la periodista Natalia Orozco entrevistó a Tere para el canal alemán Deutsche Welle en Español y hace apenas unas semanas la serie Aprendamos juntos 2030 del banco BBVA le dedicó un programa de una hora en su formato de conversación, preguntas e interpretación musical.
En ambos espacios Tere, quien cumple 80 años en 2023 (esperaría uno que se hagan sendos homenajes) habló de Bach, de la educación, del tango, de sus hijos, de la libertad y en un breve discurso ante la pregunta sobre la discriminación y el racismo dijo: ”Yo le diría a los jóvenes que dejemos de relacionarnos con los títulos y con los rótulos. ¿Por qué no empezamos a relacionarnos con la vibración de la gente? Me cae bien esa persona. (…) Entrar por otra parte del ser humano, no por la parte de la apariencia. (…) Y cuando la vibración no es afín, te haces a un lado simplemente. No pasa nada. (…) Nuestro vehículo se debe armonizar para estar en armonía con los otros”. No hay en Teresita un gramo de rencor o de desconfianza a pesar de a ver vivido expresiones tenaces de racismo y exclusión y tragedias humanas profundas. Amor, pasión, inspiración y mucho tumbao. Gracias por existir.
Termino reconociendo y agradeciendo a una categoría de seres humanos que, aunque no son tantos como uno quisiera, son muchos más de los que nos imaginamos. Yo los llamo los rebeldes del amor: seres que un día entienden que su vida, su educación, sus elecciones y sus luchas, que los han definido y les han dado norte y sentido a su trasegar, también son fuente de sesgos, prejuicios y limitaciones. Ese hallazgo doloroso dispara todo un arsenal de mecanismos de defensa (minimizar, ignorar, deformar), pero también pone en pie de lucha a quienes nos rodean, a los “nuestros”. Permitir cuestionamientos profundos en la tribu es peligroso pues puede desfigurar lo que nos une y, vaya riesgo, puede ser contagioso. El rebelde es cuestionado, amenazado y, finalmente, apartado.
Aquel que a pesar del desgarre interno y del duro juicio de los “propios”, persiste en abrir su mirada y su corazón empieza a tejer con los “otros” y ahí, exactamente ahí, cambia la historia. Ese rebelde es fiel a sí mismo, pero también es fiel a un ideal amplio de humanidad en el que dejamos de juzgar por asuntos moralmente irrelevantes y nos acercamos a los universos de los “otros que, finalmente, terminan siendo sospechosamente parecidos a los nuestros”.
A los que superan pruebas extraordinarias. A los que cultivan la palabra que transmite belleza y conocimiento. A los que nos regalan la música que nos acerca a la trascendencia. A los rebeldes del amor. ¡Gracias!
Santiago Londoño Uribe
Diciembre, 2022
1 Comentario
Santiago: maravillosas reflexiones. Muchas gracias. Aprecio enormemente la semblanza de Teresita Gómez, a quien no tengo el honor de haber tratado personalmente, pero de quien, como pianista eximia y como persona, tengo el más alto aprecio. Saludos.