Lecturas de este año

Por: Jesús Ferro Bayona
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Dicen los libreros que a lo largo de esta pandemia los lectores de libros han aumentado, pero por mi parte creo que los que mucho leían, antes de que llegara el virus, se han multiplicado y padecen ahora de la fiebre de leer sin límites.

Aunque tenía 18 años cuando murió su padre, el hijo natural de Cristóbal Colón ‒se consideraba un testigo ocular de sus aventuras‒, escribió un libro en italiano sobre la vida del descubridor –la versión en español no ha sido hallada–. No importa ahora debatir la veracidad de su narración, motivo de controversias, porque lo significativo es que creó una biblioteca de más de cuatro mil libros con la que pretendía abarcarlo todo, a fin de convertirla en una biblioteca universal para su tiempo. Una biblioteca ilimitada. 

En El infinito en un junco, la española Irene Vallejo recorre con erudición pasmosa la historia de la invención milenaria del libro, demostrando –creo– como lo indica el título del libro, que el objetivo de Hernando Colón y por supuesto el sueño de Borges de tener una biblioteca infinita no era una simple ilusión. La biblioteca infinita se va dando en la mente con los libros que uno ha leído y con los incontables que faltan por leer. Dicen los libreros que a lo largo de esta pandemia los lectores de libros han aumentado, pero yo por mi parte creo que los que mucho leían, antes de que llegara el virus, se han multiplicado y padecen ahora de la fiebre de leer sin límites.

En el balance extenso de lecturas del año, en el que aparecen libros recién salidos y otros que llevan impresos hace tiempo, encuentro el de La belleza y el terror, de Catherine Fletcher, una investigadora británica que narra con detalles asombrosos cómo en la época del Renacimiento italiano era común y corriente la compraventa de las elecciones del Papa o su envenenamiento por intrigas de un cardenal, al tiempo que Miguel Ángel creaba el David o una Pietá, y Leonardo  pintaba un cuadro sublime como la Virgen de las Rocas. Por su parte, Margaret George cuenta la historia impresionante de la reina de Inglaterra Isabel I, acudiendo al monólogo de los dos personajes principales en lugar de hacer la narración lineal de los hechos. 

Para aterrizar en nuestro medio, el libro de Wade Davis, Magdalena, historias de Colombia, nos muestra el recorrido luminoso del antropólogo canadiense por el río que dio entrada a la conquista del país por los españoles y al descenso de Bolívar del altiplano andino a los aires saludables de Santa Marta al final de sus días. Una historia del río mejor contada que la que pudieran hacer muchos colombianos que desconocen la grandeza del territorio en que vivimos. El Gabo + 8 de Guillermo Angulo, fueron con Gabo y Mercedesuna despedida, de Rodrigo García, dos publicaciones que este año nos abrieron las puertas a la intimidad de García Márquez para acercarnos cálida y amorosamente al escritor que tanto nos enorgullece a los hijos del Caribe.

Y de México encontré El aire de las colinas que recoge las cartas de amor que Juan Rulfo le escribía a su novia Clara: “he aprendido a escribir tu nombre en las paredes”, “Dios quiera que me quieras siempre como Él sabe que yo te quiero”, son frases como tantas otras de ese florilegio de amor que lucen insospechadas en la pluma sobria del autor de Pedro Páramo

Feliz Navidad a los lectores.

Jesús Ferro Bayona

Diciembre, 2021

Publicado en El Heraldo (Barranquilla)

1 Comentario

EDUARDO JIMENEZ 26 diciembre, 2021 - 1:31 pm

Como indica Jesu, uno de los hijos del Almirante, Hernando, se propuso reunir todos los libros, así como suena, “todos los libros, en todas las lenguas, de todos los temas”. Llegó a reunir más de 15.000 libros, buena parte de ellos actualmente a buen resguardo en Sevilla. Sin embargo, cuando había enviado de Italia a España 1637 de sus libros, el barco en el que venían los libros naufragó (año 1522) y quienes amamos los libros todavía estamos lamentando esa pérdida.
Coincido también en que “El Infinito en un Junco” es un libro precioso. Cuenta desde cuando hace más de 20 siglos los gobernantes de Alejandría “secuestraban” temporalmente todos los papiros y pergaminos que trajeran los barcos que recalaban en ese puerto, para que copistas entrenados los copiaran antes que el barco tuviera que zarpar. Tiene muchas otras anécdotas relacionadas con los libros que vale la pena leer. Aprovecho para desearles Feliz Navidad y feliz 2022!..

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