En los municipios siempre hablo de la necesidad de darle grandeza a la política, para que mi hija de 4 años pueda responder con orgullo “es político”.
Y ¿qué hace tu papá?

En los municipios siempre hablo de la necesidad de darle grandeza a la política, para que mi hija de 4 años pueda responder con orgullo “es político”.
Leí, hace poco, una extensa y muy bien documentada biografía de J. Robert Oppenheimer, conocido por muchos como “el padre de la bomba atómica”. Este físico norteamericano de origen judío es quizás uno de los personajes más enigmáticos e influyentes del siglo XX. 700 páginas que narran una vida que, como un crisol, mezcla la ciencia, la ética, el humanismo y la política de una manera inspirada y trágica.
Hace algunos días tuve un largo almuerzo conversado con una gran amiga. Tenemos, hace muchos años, una amistad de esas que dice uno “se fue así”. Es decir, ya no tenemos nada que probarnos ni sobre quiénes somos ni sobre la amistad que nos une. Llegamos a un tema que es recurrente entre quienes estamos rondando el medio siglo de existencia: los papás (madre y padre).
Me “retiré” (aunque siempre con el celular cerca) la primera semana del 2023 a una playa con familia y libros (de los que se mojan, pesan y huelen). Como soy un lector algo desordenado y me muevo más por intuición y por ciertas conexiones emocionales (temas generales, primeras frases, pendientes de años anteriores y estados de ánimo) terminé leyendo dos libros estupendos, aparentemente desconectados, que disfruté tremendamente.
Después de más de 70 años volvió la ultraderecha al poder en Italia. Llegó de la mano de tres partidos: Hermanos de Italia, la Liga del Norte y Forza Italia.