Antes de la edad globalizada, en occidente desconocíamos bastante a oriente y oriente desconocía bastante a occidente. La sabiduría que revivimos en el presente artículo, “producida” en el oriente-medio, nos invita a reconocer lo mejor para ambas tradiciones culturales, para hoy y para siempre.
Los libros de Proverbios, Eclesiastés, Eclesiástico, Sabiduría, por no nombrar a Job y Salmos, nos transmiten una tradición milenaria y perenne. Degustemos algunos de sus abrebocas.
Y al tiempo, acogeremos el comentario de un amigo al artículo Un libro leído en grupo, cuando dijo que leer los cuatro evangelios sigue siendo fuente de inspiración. ¡Dejémonos inspirar!
“Hijo mío, escucha los avisos de tu padre, no rechaces las enseñanzas de tu madre”. “Planten un árbol bueno y tendrán un fruto bueno”. Somos en gran parte, lo que fue nuestro hogar; si queremos una sociedad sana, debemos educar desde pequeños.
“No permitas que te abandonen bondad y lealtad, cuélgatelas al cuello, escríbelas en la tablilla del corazón”. “De la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro de bondad”. La calidad de las lecturas enriquece el tesoro del corazón.
“La sabiduría proclama por las calles, en las plazas levanta la voz… presten atención a mis correcciones y les abriré el corazón comunicándoles mis palabras”. “Lo sembrado en tierra fértil es el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto: ciento o sesenta o treinta”. Y como dijo un discípulo: a dónde iremos Señor, si Tú tienes palabras de vida eterna.
“Dichoso el hombre que alcanza sabiduría, el hombre que adquiere inteligencia” “Ustedes son la luz del mundo… “¿Se enciende una lámpara para meterla en un cajón o debajo de la cama?” Las cualidades que tenemos no se deben enterrar, se deben cultivar y ponerlas al servicio de los demás.
“No niegues un favor a quien lo necesita si está en tu mano hacérselo”. “Quien cierra los oídos al clamor del necesitado no será escuchado cuando grite” “Traten a los demás como quieren que los demás los traten”. “Gratuitamente han recibido, gratuitamente deben dar”. Gratuidad es la cualidad de dar o recibir, sin tener que esperar nada a cambio. Haz el bien sin mirar a quién.
“Felices los misericordiosos, porque serán tratados con misericordia”. Si queremos que nos traten bien, primero tratemos bien a los demás y, además, como veo a los otros, ellos me verán a mí. Y no hagamos a otros lo que no quisiéramos que nos hagan.
“Tal es la suerte de la codicia sin límite, que quita la vida a su dueño”. “¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si pierde su vida?” Lo primero es lo primero, pero ¡cuántas cosas secundarias nos roban lo más importante!
“La justicia hace prosperar a una nación, el pecado es la ruina de los pueblos”. “Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Una de las características de la justicia es la de dar a cada uno lo que le corresponde. “Por qué tomas a mal que yo sea generoso…” Si todos recibimos lo que nos toca, no debemos ser envidiosos si otros reciben más que nosotros.
“Un reino dividido internamente va a la ruina”. No hay que provocar la discordia para sacar partido; mejor que dividir, es unir. “Por falta de gobierno se arruina un pueblo, y se salva a fuerza de deliberación” “Fracasan los planes cuando no se consulta, y se logran cuando hay consejeros”.
“Respuesta amable aplaca la ira, palabra hiriente aviva el enojo. De la lengua de los sabios brota sabiduría, de la boca del necio, necedades” “La boca del justo es manantial de vida”. “No contamina al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de ella”. “Por tus palabras te absolverán y por tus palabras serás condenado”. Eres esclavo de tus palabras y dueño de tu silencio.
“Un árbol sano da frutos buenos, un árbol enfermo da frutos malos… por sus frutos los reconocerán”. Obras son amores y no buenas razones. Si el corazón está dañado, las acciones serán destructivas; obramos el bien si somos limpios de corazón. “Está permitido en sábado hacer el bien”. Para hacer el bien no hay que pedir permiso.
“Corazón contento cara feliz, corazón abatido desalienta el espíritu… Para el desgraciado todos los días son malos, el corazón contento está siempre de fiesta… mirada serena alegra el corazón” “Felices los que trabajan por la paz porque se llamarán hijos de Dios” Según la actitud que cultivemos, será nuestro modo de andar por la vida: alegres o amargados.
“Si tuvieran la fe del tamaño de una semilla de mostaza, dirían a aquel monte que se trasladara allá y se trasladaría”. La fe mueve montañas, pero la fe necesita poner manos a la obra. Quien quiere hacer algo, encuentra los medios; quien no quiere, inventa excusas.
“Quien entre ustedes quiera llegar a ser grande, que se haga servidor de los demás”. Servir no es humillante sino honroso; así como lo más útil es lo que más sirve, así el ser humano más valioso es el que sirve mejor.
“No solo de pan vive el hombre” Hay que cuidar la vida, pero hay que preguntarse por el sentido de esa vida que protegemos, y responderse. “El que busca justicia y misericordia alcanzará vida y gloria” “El generoso será bendecido porque repartió el pan con el pobre”. La autenticidad del ser humano la realiza en su autotrascendencia: en salir de sí mismo, en sus relaciones, en ser para los demás. El hombre se encuentra a sí mismo al trascenderse a sí mismo.
“La necedad del hombre le hace perder su camino” “Al hombre le parece siempre recto su camino, pero es Dios quien pesa los corazones”. “El Señor dirige los pasos del hombre” Dejémonos guiar por Él en nuestro diario caminar.
Vicente Alcalá Colacios
Julio, 2023