La diplomacia ciudadana es la iniciativa que desde la sociedad civil busca construir una capacidad de prevención y acción compartida frente a circunstancias adversas, como los efectos externos de crisis internas en países que enfrentan aguda polarización política, el aumento de la tensión entre Gobiernos o Estados y las dinámicas transfronterizas que pueden escalar conflictos con altos costos.
Entendemos la diplomacia ciudadana como aquella iniciativa que desde la sociedad civil busca construir una capacidad de prevención y acción compartida frente a circunstancias adversas, entre ellas los efectos externos de crisis internas en países que enfrentan aguda polarización política; emergencia humanitaria o conflicto armado; aumento de la tensión entre Gobiernos o Estados; dinámicas transfronterizas que pueden escalar conflictos con altos costos, y afectaciones en la gobernabilidad y la paz local, fronteriza, nacional o regional.
Se trata de una iniciativa dispuesta a generar acciones que mejoren la capacidad de entender esas crisis, que fortalezcan nexos positivos entre personas y sectores afectados, y que articulen redes para actuar directamente, ejerciendo una forma de democracia deliberativa y participativa que incida por medio de aquellos que pueden hacerle frente a la creciente complejidad de esos conflictos, como los sectores sociales, actores políticos o económicos, gobiernos locales o nacionales, y ámbitos multilaterales regionales o globales.
Esto es lo que ha intentado hacer la iniciativa Puentes Ciudadanos Colombia-Venezuela (PCCV) de la sociedad civil binacional, desde que surgió en septiembre de 2019 con un manifiesto que lanzaba una convergencia ciudadana colombo-venezolana. Esa declaración fue firmada por más de 100 académicos, miembros de organizaciones sociales, humanitarias, gremiales, empresariales, redes y colectivos culturales de ambos lados de la frontera y de las capitales nacionales.
Se hizo en medio de la suspensión tanto de las relaciones diplomáticas entre ambos países como de toda la institucionalidad para la gestión de la abigarrada agenda binacional y de la compleja frontera compartida y, además, en medio del agravamiento de la compleja crisis humanitaria en Venezuela.
La iniciativa de los PCCV se ha ido construyendo a través del mutuo acercamiento, conocimiento y reconocimiento entre muchos de los firmantes de ese manifiesto inicial y de muchos otros sectores que hemos desarrollado 12 reuniones en el primer año de trabajo conjunto.
A través de 20 diálogos, esta iniciativa de la sociedad civil binacional ha tratado de estimular una diplomacia ciudadana en favor de cinco ejes:
- solución negociada y democrática de las crisis en Venezuela por los mismos ciudadanos de ese país,
- construcción de paz en Colombia,
- voz y articulación de diversos sectores y autoridades de ambos lados de la frontera,
- defensa de los derechos de los migrantes y retornados en medio de la crisis humanitaria compleja, y
- reconstrucción del sistema consular y de la relación binacional.
En noviembre de 2019, PCCV reunió en Bogotá a diversos sectores de ambos países para analizar problemáticas de cada uno de ellos y de la frontera compartida.
En enero de 2020, en Cúcuta, PCCV revisó con alcaldes y gobernadores electos del lado colombiano de la frontera, la situación de cada ámbito fronterizo y la manera de incorporar en los planes de desarrollo local la atención al éxodo forzado desde Venezuela. En febrero realizó en Bogotá reuniones con la Comisión Segunda de Senado y Cámara que se ocupan de la política exterior y con la Presidencia del Congreso, con el fin de examinar la situación fronteriza y la actuación del Gobierno de Colombia frente a Venezuela y al éxodo desde ese país. Y el 29 de febrero realizó en Bogotá, con la Fundación para la Integración Musical de Colombia (Fundimusicol), el concierto “Colombia-Venezuela, más que un conflicto”, de la Orquesta Sinfónica Juvenil Binacional.
Posteriormente la iniciativa ha colaborado en una campaña de consecución de recursos que ayuden a la sobrevivencia y a la compra de instrumentos musicales para muchos de los jóvenes venezolanos participantes en dicha orquesta.
Desde marzo, en medio de la cuarentena, además de las reuniones internas, la red ha realizado o participado en 20 diálogos virtuales con indígenas, líderes comunitarios, organizaciones sociales, redes de comunicación, cámaras de comercio, universidades de La Guajira, del Perijá, del ámbito andino, de los Llanos, de la Orinoquia y del interior de Colombia y de Venezuela.
En esas conversaciones se han analizado las diversas situaciones afectadas por la pandemia y las dificultades para hacerle un frente común a la riesgosa situación. En algunas de esas reuniones han intervenido migrantes venezolanos y colombianos retornados, además de miembros de universidades, la Iglesia y organizaciones sociales dedicadas al seguimiento de la problemática migratoria, sobre todo en Bogotá, Cúcuta y el Caribe, donde se concentra la mayor parte del éxodo.
Para analizar el agravamiento de la situación fronteriza con el cierre de los puentes y pasos formales ordenados desde Caracas y Bogotá, PCCV ha realizado o participado en reuniones con gremios económicos y cámaras de comercio de la frontera o de cada país, y también con las gobernaciones del estado Táchira y del departamento de Norte de Santander. Con ellos se ha examinado la necesidad de que la reactivación comercial y económica se abra paso para enfrentar la crisis en la frontera, lo que va más allá de lograr la apertura de los pasos fronterizos legales.
En muchos casos, los diálogos se han asociado con otros eventos de universidades, al Día Internacional del Refugio y a la presentación por la Fundación Pares de sus estudios sobre seguridad en la frontera; o con programas de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), El Espectador, Semana, la Fundación Friedrich Ebert, la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, el Instituto de Paz de Estados Unidos, el Instituto para las Transiciones Integrales y, además, con entidades de países de la Unión Europea que apoyan la gestión humanitaria. También se ha interactuado con organismos como la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y organizaciones de derechos humanos para entender mejor la problemática de la migración forzada.
Hoy los PCCV siguen fortaleciendo los lazos de cooperación y coordinación entre diversos sectores de ambos países, además de las capacidades de incidencia y de articulación entre los grupos promotores de la iniciativa.
Socorro Ramírez
Marzo, 2021
2 Comentarios
Es un hecho que, luego de la pandemia, el rol de la sociedad civil organizada debe ser un actor protagónico para la gobernabilidad de los países y para el fortalecimiento de unas relaciones internacionales de solidaridad y cooperación. Excelente ejemplo el de los PCCV.
Cuando iniciaste con la expresión “prevención y acción”, casi dejo de leer, pero luego me enteras de la dimensión de lo que está haciendo este colectivo. En este momento ese es el camino: la sociedad civil empujando el carro de la convivencia pacífica de dos estados vecinos. Gracias Socorro.