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Normalmente me hago al pensamiento de que soy católico. Pero posiblemente, considerando las formas tradicionales que heredé de mis padres y de mi familia, en general siento que tengo que calificar esta afirmación y reconocer que solo soy cristiano.

Mantengo la fe en los sacramentos como medios provistos por la fe para la remisión de los pecados y para el logro de la comunicación con Dios, tanto en esta vida como en una esperanzadora vida más allá de la muerte. Pero no los practico con constancia y con regularidad. Tampoco me opongo a que otros lo hagan y los respeto y admiro por su adherencia a los caminos de la fe. 

Leo con frecuencia los evangelios y encuentro de enorme ayuda algunos libros sobre espiritualidad, especialmente en el marco de la tradición de la Compañía de Jesús. Escucho con intensidad y devoción la misa dominical, que seguimos conjuntamente con mi mujer, ahora en esta época avanzada de nuestras vidas, en forma virtual a través de los medios.

Rezamos con frecuencia el rosario, sin sentirnos culpables cuando pasan días en que no lo podamos hacer, así sea en los meses que propicia la predicación litúrgica para hacerlo. Considero la liturgia como la concreción del arte y la praxis religiosa y me ufano de tener como hobby personal el culto y la audición de la música sacra, donde los clásicos, especialmente de origen protestante, dejaron oratorios extraordinarios sobre los textos, figuras y eventos de la sagrada escritura. 

Con mi mujer además, tenemos dudas sobre asuntos relacionados con el aborto y la eutanasia, con la prohibición de los anticonceptivos, con el no-matrimonio de los clérigos, y no consideramos importantes muchas devociones que practicaron nuestros padres en relación con novenarios, horas santas, precesiones, trisagios, ayunos y abstinencias, vigilias de adviento, cuaresma y semana santa, según el calendario litúrgico, y que en alguna oportunidad de mis escritos califiqué como catolicidad a rajatabla.

No niego tampoco mi escepticismo sobre algunos asuntos referentes a la interpretación de los dogmas, tales como la devoción exagerada a las miles de formas que se le dan a María y al culto de los santos, las interpretaciones teológicas de la construcción de los sacramentos con bases escriturísticas, el profundo significado dado al pecado original como elemento fundante de la debilidad y de las limitaciones humanas, la construcción institucional de la Iglesia como cuerpo místico de Cristo según la interpretación paulina, la interpretación mística asignada a la castidad y su imposición sobre los llamados a la consagración sacerdotal y religiosa; la negación dogmática de la ordenación de personas pertenecientes al género femenino, la infalibilidad papal y la autoridad de solo los obispos como sucesores directos de los apóstoles en la interpretación de los evangelios; la catolicidad solo aceptada en su dependencia al primado de Roma con sus exigencias e imposiciones en asuntos tales como la negación de la comunión para los divorciados, la indisolubilidad del matrimonio y las posiciones relacionadas con los miembros de las comunidades LGTBI. 

Posiblemente por estas razones aprecio tanto la presencia y la figura del Papa Francisco, por quien siento no solo un gran cariño y respeto sino también une profunda afinidad por nuestra condición generacional –nos llevamos poquitos meses de edad– por nuestra formación en la Compañía, y por la forma como quiere conducir la Iglesia. Muestra un profundo sentido de la misericordia divina con la humanidad, con una enorme humildad, y con una decisión de abrir las puertas de una iglesia compasiva a todos los seres humanos, independientemente de su posición social, económica y religiosa, pero con preferencia por los más desfavorecidos. Esos a los que ahora damos múltiples adjetivos: discapacitados, “vulnerables”, marginados, diferentes, y que, según el evangelio solo son “los pobres”, quienes siempre están entre nosotros. 

Y con esto llego al meollo de esta segunda entrega de las bobadas mías, pues me preocupa intensamente la profunda reacción en contra del Sínodo de la Sinodalidad que se ha convocado en Roma durante este mes de Octubre de 2023. Reacción no generalizada, pero sí muy radical, por parte de los sectores más tradicionales de la Iglesia Católica. No se ha publicado mucho en los medios y se han querido crear cortinas de humo sobre el sentido y los problemas surgidos alrededor de este acontecimiento.

La palabra sínodo significa caminar en conjunto. Y la sinodalidad -un neologismo- se refiere, según el Papa, a aquellos efectos esperados cuando la comunidad camina en conjunto, define posiciones y diseña cambios concertados que se deben hacer visibles en esa proyección hacia adelante que es la meta de todo buen camino.

El Papa espera que la Iglesia tenga no solo un bello ropaje, sencillo y actualizado según los requerimientos de los tiempos actuales, sino que actualice en sus creencias y valores el mensaje prístino del evangelio para hacerlo más asequible y aceptable por toda la humanidad, en relación con temas como el matrimonio sacerdotal, la ordenación de las mujeres, la bendición (que no sacramento) de parejas del mismo sexo y el perdón colectivo de los pecados, no solo a través de la confesión individual.  

De ser así, se estaría afectando, según los cinco cardenales opositores procedentes de Alemania, USA, México, China y Africa, el “depósito de la fe” que es inmodificable y cuya conservación e interpretación es la tarea única del Papa como pastor universal, representante de Cristo y cabeza única de la Iglesia. 

Por lo tanto el Papa Francisco –dicen los cardenales que suscriben el documento sobre asuntos dudosos– debe formular con anticipación a toda discusión un pronunciamiento doctrinal y dogmático sobre estos cinco temas, los cuales pudieran ser materia de estudio y análisis, pero no materia de definición. Tanto más cuanto en el sínodo no solo participan los Obispos, quienes como sucesores de los apóstoles tienen la única potestad de formular la doctrina, sino otros fieles del pueblo de Dios –inclusive laicos– a quienes no cobija el ejercicio de dicha autoridad.

Así pues, el dilema para el Papa Francisco es o defender la sinodalidad tal como él la entiende y considera necesaria para la transformación de la estructura piramidal de la Iglesia, o aceptar la visión tradicional y confirmar la verticalidad a ultranza como única fuente de preservación del “tesoro de la fe”. 

Si el Espíritu Santo lo ilumina para confirmar los beneficios de la sinodalidad, entraríamos en una situación real de cambio, en la cual podrían definirse apropiadamente muchos de los problemas y dilemas mencionados anteriormente. Sería realmente un cambio de época histórica en la Iglesia.

Posiblemente son solo “bobadas mías” y por lo tanto, personalmente tenga que seguir en la situación ambivalente de ser solo cristiano o de confesarme católico sin serlo realmente. Alternativa que me atrevo a creer sería predominante en una porción muy considerable del pueblo de Dios, según sea la fuerza con la cual la voluntad humana permita actuar al Espíritu Santo, tal como ocurrió en el instante mismo de la encarnación.

Hernando Bernal Alarcón

Octubre, 2023

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Las noticias sobre el Medio Oriente son atropelladas por lo numerosas. Informan sobre muertes de seres humanos indefensos en situaciones horrendas. La guerra es eso: el reino del instinto de la muerte, del Tánatos.

Pensadores palestinos e israelíes han hablado hasta en épocas recientes de formas de entenderse sin excluir la disparidad de posiciones. El palestino Sari Nusseibeh, rector de la universidad árabe de Jerusalén “Al Quds”, lucha por conseguir la paz entre los dos pueblos, basando su argumentación en la coexistencia de dos estados vecinos. 

En diálogo con el escritor judío Amos Oz, proclamó: “queremos acabar de una vez por todas con el dolor, y el mundo nos puede ayudar a conseguirlo apoyándonos a los que estamos en la vía del pacifismo”. El judío Oz coincidió con Nusseibeh en la defensa de la creación de un Estado palestino, con Jerusalén como capital compartida de los dos Estados: “La mayoría de la población está convencida que lo que proponemos es la respuesta al problema, pero no es ningún secreto que en nuestras sociedades hay todavía mucha rabia y mucho dolor y quizás, odio”. 

El odio se convierte en venganza, si no se controla con la razón. La venganza se halla ligada con el origen de las guerras. La cólera de Aquiles incendió la guerra contra Troya, canta Homero en la Ilíada. 

En una entrevista hecha recientemente por El País de Madrid a una sobreviviente del Holocausto, la poeta judía de 92 años, Edith Bruck, decía que estaba dolida con la masacre de niños, jóvenes, mujeres, cometida por Hamás: “algo espantoso, una barbarie”. Pero siente temor por la respuesta de Israel a los terroristas : “la venganza y la violencia sirven de poco”. 

Dijo algo increíble: Estando en un campamento, tras la liberación del campo de concentración donde se hallaba, vio a un soldado nazi capturado por los americanos, que le pedía un poco de comida: “El que tenía enfrente podía haber sido el que mató a mi padre o a mi madre, pero me dije “no empecemos con odio”. Y compartió con él pan y chocolate. 

“El odio se ha multiplicado”, -prosigue Edith-. No confío en que pueda resolverse. Es muy difícil que se produzca un acercamiento, que se entable un diálogo. Tanto árabes como israelíes judíos han tenido todo el tiempo del mundo para firmar definitivamente cualquier tipo de acuerdo de convivencia y paz, incluso mínimo”. Bruck no oculta su escepticismo. Pero tanto Oz como Nusseibeh rechazaron que sus planes para Israel y Palestina sean utópicos, aunque admitieron que, por el momento, los respectivos dirigentes políticos no están en la labor de asumirlos.

Jesús Ferro Bayona

Publicado en El Heraldo, Barranquilla.

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Los ciudadanos deben tener en cuenta que la educación de sus hijos dependerá de su voto.

Durante la alcaldía de Hernando Durán Dussán en Bogotá,hubo una visita oficial de Tierno Galván, recién elegido alcalde de Madrid. Después de los honores debidos a una personalidad de su calibre político e intelectual, pidió que le facilitaran una visita a la librería Buchholz, donde se podían encontrar tesoros que ni los dueños sabían que existían. En ese tiempo yo ocupaba la rectoría de la Universidad Distrital, así que al alcalde le pareció que podía ser una buena compañía para aquella excursión.

Por desgracia mi conocimiento del personaje se limitaba a las palabras que había pronunciado unas horas antes. En esas condiciones era mejor estar en silencio y limitarme a contestar las preguntas que me hacía sobre el recorrido entre la plaza de Bolívar y la calle 59 con carrera 13, donde estaba la librería. Fue directo a la sección de historia y soltó un comentario que se me grabó: “Toda la historia ha sido escrita desde la perspectiva de las naciones y esa suele ser una historia de guerras y fronteras; habría que volver a escribirla pensando en las ciudades, pues allí es donde se entiende la industria, la convivencia, la solidaridad y el progreso”.

En efecto, es crucial el papel de los gobiernos locales, donde los ciudadanos pueden acudir a concertar y participar en el diagnóstico y la búsqueda de solución a las múltiples necesidades de la vida cotidiana. Basta ver la impotencia del Gobierno Nacional para resolver cualquier problema, máxime si en los altos cargos hay gente inexperta o francamente inepta. Por el contrario, buenos gobiernos locales pueden entender mejor las necesidades de las comunidades y disponer de herramientas administrativas para resolver los problemas propios de cada lugar. Eso, desde luego, si se eligen buenos gobernantes, porque también es el nivel donde la corrupción se lleva una buena tajada de los recursos públicos y de las oportunidades de desarrollo de las comunidades.

En la educación, el papel de los alcaldes y gobernadores es fundamental. Ninguna ley estatutaria mejorará el acceso de los niños a una formación de primera calidad, si en las administraciones locales no hay claridad y buen manejo de los recursos. Es allí donde se organiza el servicio educativo, se asignan los maestros, se contrata la alimentación y se hace el mantenimiento de las plantas físicas. Si en las localidades no funcionan las cosas, los niños no tendrán la atención que la constitución establece, así el ministerio multiplique sus discursos.

Los ciudadanos deben tener en cuenta que la educación de sus hijos en los próximos años dependerá de su voto. Alcaldes y gobernadores tendrán que responder por la calidad y por el acceso en las zonas más pobres y apartadas. Si la gestión local no asegura la atención integral a la infancia, se reproducirá la pobreza en esas comunidades, mientras habrá progreso individual y colectivo donde se dé prioridad a esta población.

En el caso de Bogotá, está terminando uno de los mejores cuatrienios que haya tenido la ciudad en educación. Se han construido colegios dignos de las mejores ciudades del mundo, se han propiciado planes de largo plazo con la participación de miles de ciudadanos, se ha demostrado de manera práctica cómo ampliar el acceso a la educación superior con el apoyo de instituciones de alta calidad públicas y privadas, se han dado pasos importantes en la disponibilidad de herramientas tecnológicas, se han abierto puertas a la educación internacional y se han promovido masivamente las actividades artísticas. Seguramente otras ciudades y departamentos podrán mostrar también grandes logros, porque ahí es donde suceden las cosas.

Harán bien los ciudadanos en elegir a quienes aseguren la continuidad de estos esfuerzos, pues las nuevas generaciones necesitan contar con que las cosas buenas no terminen en el tacho de la basura, desplazadas por algún discurso rimbombante.

Francisco Cajiao

Publicado en El Tiempo, Bogotá

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Nuestro invitado a esta tertulia nos presentó una profunda y amena charla sobre la historia compleja de la relación entre estos dos países y sus numerosos conflictos históricos, así como la repercusión internacional de los mismos en la lucha de las super potencias por un “nuevo orden mundial”. El Dr. Cancelado igualmente abordó para nosotros, brevemente, las implicaciones globales del reciente recrudecimiento del conflicto entre Israel y Palestina y su relación con el de Ucrania y Rusia. Compartimos esta charla tan actual con nuestros lectores.

Exjesuitas en tertulia- 19 de Octubre, 2023
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En la ultratúmbica tertulia “¿Acaso estamos muertos?” escuché el siguiente intercambio de incertidumbres. Pero ¿habré oído bien?

DANTE ALIGHIERI.- No menos que saber, dudar me gusta más.

MICHEL DE MONTAIGNE.- A  mí me gusta saber mucho porque da ocasión de dudar más.

LINGUACUTA.- Dudo, luego existo.

KARL MARX.- De omnibus dubitandum, hay que dudar de todo: era mi máxima favorita.

LINGUACUTA.- Tú, tan perentorio e inclinado a profetizar, ¿nos estás tomando el pelo?

MARX.- Si lo dudan, pregúntenle a mi hija Eleanor, que fue mi secretaria y lo ha contado.

LINGUACUTA.- ¿Tenemos, pues, que dudar de todo menos de tu dudosa capacidad de dudar?.

DAVID HUME.- Muchas veces nuestras dudas surgen de aquello que teníamos por lo más cierto. Puede ser que eso le haya pasado a Marx, a posteriori.

MONTAIGNE.- ¡Pero miren quién llega! Bienvenido, mi querido Sexto Empírico, príncipe de  escépticos. He vuelto a leer con provecho tus Esbozos pirrónicos.

SEXTO EMPÍRICO.- ¿Y te has reafirmado en tu escepticismo? 

MONTAIGNE.- Sin dudarlo. Me parece razonable que si el conocimiento humano es relativo a nuestra percepción de las cosas -y esa percepción es limitada- entonces debemos carecer de opiniones definitivas. 

SEXTO EMPIRICO.- Bien lo dices. No es el escepticismo un rechazo del conocimiento, sino un cuestionamiento del carácter absoluto de nuestro conocimiento. Tengamos presente que la palabra griega skepsis significa indagación, examen y que el examen escéptico es, simplemente, un proceso del despertar filosófico a la complejidad de la realidad. 

LINGUACUTA.- Examen que implica esfuerzo.

SEXTO EMPIRICO.- Y que exige tomarse su tiempo, no precipitarse, analizar –sine ira et studio– las diferentes visiones sobre una misma realidad, lo cual nos conduce a la suspensión del juicio o epojé. Buscamos así tranquilidad de espíritu –ataraxia- con esta actitud de prudencia epistemológica.

MONTAIGNE.- Me molesta oír que este asumir el vivir y pensar sin certezas definitivas es propio de indolentes carentes de principios y de personalidad.

SEXTO EMPÍRICO.- Pongo en duda la seriedad de quien afirma tal cosa: el escéptico no es una persona desprovista de toda opinión o principio respecto de cuestiones relativas a la acción o a la especulación, ya que no es posible que exista alguien así. 

LINGUACUTA.- ¿Te parece entonces que es una acusación injusta?

SEXTO EMPÍRICO.- Sospechar de la capacidad de nuestros sentidos o de nuestra inteligencia; no tragar entero; observar cuidadosamente lo que tragamos; reconocer que nos hemos podido equivocar al tragar; desconfiar del tragar gregario que exige solidaridades incondicionales; cultivar los matices para no ver la vida en blanco y negro; oponer el humor a la imbecilidad; no disfrazar los hechos para contentar a una determinada manada: actúa así y te echarás encima a los fanáticos de todos los pelambres.

HUME.- Eso me pasó. Por escéptico -y muy particularmente en materia de religión- me bloquearon mi carrera académica en Edimburgo.

LINGUACUTA.- Y a tu gran amigo, el reputado Adam Smith, le amargaron la vida por atreverse a hacer tu elogio fúnebre y escribir que “En líneas generales, tanto durante su vida como desde su muerte, siempre le he tenido [a Hume] por una persona cuya erudición y virtud se acercaban tanto a la perfección como tal vez permita la fragilidad humana”. 

HUME.- Aclaro que no prediqué el ateísmo. Tanto Smith como yo defendimos que la religión nace para satisfacer una necesidad psicológica: ayudar a la gente a reconciliarse con su naturaleza y su destino. Aunque al vivir y morir, con felicidad y dignidad, pero sin fe, demostré estar por encima de esta necesidad.

LINGUACUTA.- Lo cual enervó mucho a los guardianes del Templo, cuyo celo por el dogma los consume.

HUME.- Cambiando de tema, les cuento que antes de mi llegada a Ultratumba estuve de viaje por mi querida Escocia con un amigo un tanto ingenuo y un discípulo demasiado escéptico.

SEXTO EMPÍRICO. ¿Te sucedió algo interesante?

HUME.- Al menos, simpático. Por la ventanilla del carruaje en el que viajábamos vimos un campo con ovejas negras. Ninguno de mis dos acompañantes había visto antes ovejas negras, por lo que se estableció un curioso diálogo: 

  • -¡Vaya! ¡En Escocia las ovejas son negras!- dijo mi amigo.
  • Querrás decir que en Escocia algunas ovejas son negras…, corregí.
  • Bueno, con lo que hemos visto lo único que podemos decir es que en Escocia algunas ovejas son negras… ¡por un lado!, remató mi discípulo con excesivo escepticismo.

SEXTO EMPÍRICO.- Me da la impresión de que eso es un chiste.

HUME.- Pues verifícalo. ¿Acaso no afirmaste que no hay que tragar entero?

BALTASAR GRACIÁN.- Es muy ordinario el mentir, sea extraordinario el creer.

SEXTO EMPÍRICO.- Hume, me parece exagerada la posición de tu discípulo: no hay que caer en un dogmatismo de la duda.

HUME.- No solo sería contradictorio, sino también estéril. 

SEXTO EMPÍRICO.- Así es. Bien señalaste en tu Investigación sobre el Entendimiento Humano que todos los humanos, en la vida cotidiana, actuamos con base a creencias, costumbres y pasiones.

HUME.- Por ello, aun sabiendo que nuestros sentidos y experiencia son limitados, y que nuestra razón es esclava de las pasiones, me inclino por un escepticismo mitigado. La duda excesiva y sistemática está bien para las discusiones teóricas y para los laboratorios científicos, pero no ayuda para la vida concreta. Sin embargo, no temo la duda excesiva con quienes quieren imponer a toda costa sus creencias.

LINGUACUTA.- En tal caso te gustará la siguiente anécdota contada por Simón Blackburn, uno de tus estudiosos.

HUME.- Soy todo oídos, aguda señorita.

LINGUACUTA.- Eminentes representantes de diversas religiones se encuentran un día en un programa de televisión. El budista hace el elogio de la paz interior, de la compasión, de la renuncia a los deseos. Los otros le dicen: “Es maravilloso. Si eso funciona para usted, es fantástico”. 

El hinduista toma la palabra y habla del Samsara, de los ciclos de la vida, de la enseñanza de Khrisna en el Bhagavad-gītā. Los otros participantes le dicen: “Es maravilloso. Si eso funciona para usted, es fantástico”. 

El católico habla entonces del mensaje de Jesús, de su encarnación, de su muerte redentora, de la vida eterna, del amor a los demás. Los participantes a la reunión le dicen: “Es maravilloso. Si eso funciona para usted, es fantástico”. 

El católico se enfurece y dice a los otros participantes: “¡Pero si el asunto no es que eso funcione para mí! ¡Se trata de la verdad universal, de la palabra del verdadero Dios! ¡Y si ustedes no creen, se condenarán por toda la eternidad!

Los otros le responden al unísono: “Es maravilloso. Si eso funciona para usted, es fantástico”. 

  • En medio de las sonrisas maliciosas de Sexto, Montaigne, Hume y Linguacuta, Blaise Pascal no se aguantó y exclamó airado:

PASCAL.- Detesto a los escépticos: son incapaces de decidirse y dar el salto de la fe. A ustedes se les pueden aplicar las palabras del Señor en el Apocalipsis: “Puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. 

HUME.- Take it easy, Blaise, que con salto o sin salto de la fe todos hemos venido a templar en Ultratumba. Be cool.

PASCAL.- No estés tan tranquilo, insensato. Ya vendrá el Juicio final. ¡Todos ustedes van a ver lo que es el Infierno!

JEAN-PAUL SARTRE.- El Infierno ya fueron los otros. ¿Acaso nos prometes una dosis extra?

PASCAL.- Temblarás aquel día de la ira divina: ¡Dies irae, dies illa! ¡Quantus tremor est futurus, quando iudex est venturus!

LINGUACUTA.- Soseguémonos por el momento. Los invito a escuchar a este letrado exjesuita que desde hace poco nos acompaña en Ultratumba.

ANDRÉS ORTÍZ-OSÉS.- El agnóstico no sabe y no opina; el ateo no sabe y opina que no; el creyente no sabe y opina que sí. 

PASCAL.- Yo no opino, yo afirmo: Dios es.

ORTÍZ-OSÉS.- Dios es el nombre de lo innombrable, el concepto de lo inconcebible.

PASCAL.- Si creyéramos en Dios todo sería distinto.

ORTÍZ-OSÉS.- Con Dios todo sería distinto: el asunto es que Dios es tan distinto que no se corresponde con nuestra realidad. Dios es el que es: y nosotros somos como somos.

PASCAL.- Somos su imagen.

JERZY LEC.- Dios nos creó a su imagen. Pero ¿cómo sabemos si era realista?

PASCAL.- ¡Atrevido! No admito que bromees con las cosas divinas: es una cuestión de principios.

JERZY LEC.- Cuando me esgrimen que es “cuestión de principios” sé que llegamos al final del diálogo. Como dijo León Molina: “Me gusta charlar con personas de sólidas creencias; acabamos en un santiamén.”

LINGUACUTA.- Me da la impresión de que los ánimos se están caldeando.

SEXTO EMPÍRICO.- Y me parece que eso no es bueno para la ataraxia. Tal vez ya hemos hablado demasiado.

HUME.- Probablemente es hora de irnos al descanso.

MONTAIGNE.- Ojalá que no sea eterno.

R.I.P.

Rodolfo Ramón de Roux

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Decíamos ayer que en Colombia se ha dado un paradójico desarrollo social: una clara disminución en desigualdad en el acceso a los bienes y servicios básicos -reflejada en la significativa reducción de la pobreza multidimensional- pero ninguna mejoría en la desigualdad en la distribución del Ingreso -medida por el índice Gini del ingreso-.

Esta realidad suscitaba una pregunta: ¿Por qué no mejora la distribución del ingreso y los más ricos siguen teniendo la misma tajada del pastel, si han mejorado los ingresos de los más pobres? La respuesta es compleja, pero una de las razones es la desigualdad en la distribución de la riqueza que es peor que la del ingreso, y como plata llama plata, los que tienen activos que generan rentas de capital, cada vez van a ser más ricos.

La riqueza mundial en manos de muy pocos

La concentración de la riqueza es un problema mundial. Son múltiples los indicadores que muestran que esta desigualdad es mayor que la del ingreso. Por ejemplo, según los datos de la OECD, mientras que el 10% de las familias más ricas recibía entre el 20% y el 28% del ingreso nacional, al mismo tiempo eran dueñas de cerca del 50% de la riqueza, con la excepción de Suecia, donde solo era el 32%; el caso extremo es el de los Estados Unidos donde acaparan el 76%.

En la cúspide de la pirámide, la situación es todavía más aberrante: según los informes de OXFAM, antes de la pandemia, las 85 personas más ricas tenían más riqueza que el 50% más pobre la población. La situación ha empeorado, pues el 1 % más rico ha acaparado el 64% de la nueva riqueza generada en los últimos dos años. También dicen estos informes que los 10 megamultimillonarios del mundo poseen más riqueza que los 3 100 millones de personas más pobres.

Una fuente poco sospechosa de inclinaciones socialistas, como es el banco suizo Credit Suisse (ahora UBS), publica cada año el Global Wealth Report donde la pirámide de la riqueza mundial muestra una situación de enorme inequidad: 2 800 millones de adultos tienen activos por un valor menor a los 10 000 dólares y, aunque son el 52.5% del total mundial, solo poseen el 1.2% de la riqueza global. En tremendo contraste el 1.1% de la población adulta (59.4 millones) atesoraba el 45.8% de la riqueza mundial.

En América Latina también es peor la distribución de la riqueza que la del ingreso, con coeficientes de Gini hasta un 60% más altos en el caso de la riqueza. De nuevo, Colombia es el subcampeón regional de la desigualdad, solo superado por Brasil.

En Colombia la concentración es mayor 

Si en el mundo llueve, en Colombia diluvia: ni siquiera tenemos series estadísticas sobre la evolución de la distribución de la riqueza. Los pocos indicadores que existen, muestran un panorama peor que el del resto del mundo y, como ya se mencionó, peor que nuestros propios índices de concentración del ingreso.

Los datos del Credit Suisse muestran que la pirámide de la riqueza en Colombia es más concentrada. Los adultos que tienen menos de 10 000 dólares de capital, son casi 28 millones (el 76.1%), mientras que 37 000 afortunados (el 0.1%) tienen más de 1 millón de dólares en sus balances.

Son tres las clases de activos que componen la riqueza: propiedad raíz (tierras y construcciones), acciones en empresas y activos financieros (depósitos y bonos). En materia de la propiedad rural, el estudio realizado por el IGAC y la Universidad de los Andes en el 2012, concluía que “la concentración de la tierra en Colombia exhibe una tendencia creciente durante el periodo comprendido entre 2000 y 2009. (…) el Gini de propietarios que pasa de 0.877 en 2000 a 0.886 en 2009”. Con los datos del Censo Nacional Agropecuario de 2015, el Gini de la propiedad de las Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) muestra una concentración aún mayor: 90,2

Si un índice de Gini de 90 es escandaloso, más escandalosa aún es la concentración del ahorro financiero donde, según datos de la Superfinanciera, 7 172 propietarios con depósitos superiores a $1 100 millones son el 0.27% del total de clientes, pero son dueños del 64% de las cuentas corrientes; 11 845 (el 0,02% del total) poseen el 62% de los depósitos de ahorro. Como consecuencia, el Gini de la distribución de los depósitos financieros es un asombroso 97% para las cuentas corrientes y 93,1% para los depósitos de ahorro.

Mauricio Cabrera Galvis

Octubre, 2023

Publicado en Revista Cambio

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Años atrás, la muy popular Revista Selecciones del Reader´s Digest, ofrecía a sus lectores la sección “Mi personaje inolvidable”, destinada a resaltar cualidades destacas en personajes de variadas condiciones. Hoy hago un plagio descarado de esa sección, trayendo como “personaje inolvidable” lo que dado en llamar “Las negritudes”. Abrigo la esperanza de que nadie se “delique” pues “El Negro”, en mi experiencia vital, antes que gesto de rechazo, ha sido de inclusión, aprecio y afectos sinceros, como espero demostrarlo.

  • El “Negrito” lindo. Fui sobrino predilecto de tía paterna, solterona y amorosa a quien le alcanzaron sus afectos hasta a los sobrinos nietos, mis dos hijos mayores, todavía en vida de ella. Los favores por solicitud de la “Tía Anita” siempre estaban precedidos por el “Negrito lindo”: “Negrito lindo”, hágame un favor; “Negrito lindo”, tráigame; “Negrito lindo” acompáñeme. Nunca nada me sonó tan dulce y evocador para mí como para mis hijos, que ese “Negrito lindo”, lleno de ternura y acogida, fue semilla de mis posteriores afectos.
  • “La Negra”, muñeca icónica. Fuimos hogar antioqueño con sólo dos hijos, por aquello de que “la excepción confirma la regla”. Contra la tradición, a mi hermanita le regalaron hermosa muñeca que la familia bautizó “La Negra”, porque su piel lo era en grado sumo; labios abultados de intenso rojo vivo, cabello “afro” y bata de colores subidos. “La Negra” fue, durante años, juguete predilecto de mi hermana; con el tiempo, pedí a “La Negra” en herencia y ahora reaviva ese rescoldo dejado por el afecto y la ternura con los que mi hermanita abrazaba y consentía a “La Negra”. 
  • Pablo, “El Negro” cabuyero. Lo llamaban “cabuyero” por su único desempeño laboral. “El Negro” llegó buscando trabajo; sabía que se llamaba Pablo nacido por los contornos de las Minas del Zancudo, en el municipio de Titiribí, emporio de trabajadores negros en las épocas de mayor esplendor. Pablo nació despojado hasta de apellidos y abandonado pronto a su suerte; la vida suplió esa orfandad total, dotándolo de un espíritu indomable, sencillez, voluntad de servicio y devoción a sus patrones. “El Negro” es quizás el mejor exponente de esa utopía del “Perdón y Olvido” porque jamás le oí quejarse de nadie ni de nada y tenía razón para hacerlo, dados sus orígenes y los rigores de los primeros años de vida. ¿Qué pasaría con “El Negro”? Dios lo tenga a su lado, puesto más que merecido. 
  • “El Negro” Evelio Pérez. Patio-salón en el viejo Colegio de S. Ignacio en Medellín, a donde confluyeron, en los comienzos de los años 50, tres personajes inolvidables: el P. Juan José Briceño, S.J.; Alberto Upegui, en ese entonces joven pianista de futuro promisorio y el tenor lírico Evelio Pérez a quien con inmenso cariño todos llamábamos “El Negro” Evelio. 

Fueron épocas excepcionales: a 4 voces, todo el colegio entonó “Los Remeros del Volga” (popular ruso); “El coro de los martillos” (Verdi); “El Nabucco” (Verdi). Los “pequeños” hacíamos la primera voz preparados con esmero y rigor por “El Negro” Evelio, miembro entonces de la Compañía de Opera de Medellín. El calor humano de aquel tenor lírico acrecentó mis afectos a los de piel diferente. 

El “Negro Evelio” interpretó, en diversas ceremonias académicas del colegio San Ignacio, “La Romanza de la niña negra”, (Luis Cané, 1897-1957) y “Píntame angelitos negros”, (Eloy Blanco (1896-1955); “El Negro” Evelio ejecutó aquellas melodías, todavía lo recuerdo, con impactante emoción y sentimiento, otra muestra de su delicadeza, respeto y cariño. Evelio merece un “Mi personaje inolvidable” especial. 

  • “La NEGRA” sotana. En medio de la oscuridad de la media noche navideña de 1954, me revestí con “La Negra” sotana que cubriría “el hombre nuevo”, mientras felizmente reinaba el “Papa Negro” Jean-Baptiste Janssens (1889-1964); en teología fui el único que todavía andaba “chutando trapo” que decía mi mamá. Una vez coincidí en el ascensor de Chapinero con el P. Lorenzo Uribe, S.J., ambos revestidos de pies a cabeza con “La Negra” sotana; poco antes de llegar a nuestro destino, el P. Lorenzo me observó en silencio por breve tiempo para decirme muy serio: -“¿Hermano. Ud. usa sotana por devoción o por rebeldía”? Esperé también unos instantes y de salida, le respondí: “No padre; porque me da mucho frío”.
  • “El Negro” Hernández. A Guillermo Hernández Téllez, S.J. le “colgaron” ese mote desde mucho antes de conocerlo; por algunos indicios, parece que no estaba muy a gusto con ello. Mi primer recuerdo de “El Negro” Hernández, fue el entusiasmo con el que cantaba “El sultán tenía una pipa de oro y plaaata-a-a-a / con cien mil incrustaciones de hojala-a-a-a-ta / la compró en el Canadá-a-a-a; le costó un dólar no Ma-a-a-as”. Las demás estrofas de El Sultán resultó ser canción de La Falange, imposibles de cantar para el recato monacal.

Perdí de vista a “El negro” Hernández por muchos años, luego de compartir con él un corto tiempo en la comunidad del Colegio San Luis Gonzaga de Manizales; tiempos después, era invitado frecuente a las actividades de la Escuela de Padres en el Colegio de San Bartolomé la Merced, donde estudiaban tres de nuestros hijos. Por último, en la Universidad Javeriana donde nos saludábamos casi a diario, mientras él, a las puertas de su oficina, agotaba la cuota diaria de cigarrillos y yo iba camino a clase. 

  • “El Negro” Salas. Armando Salas Martínez es cubano y recordado educador del Movimiento Scout; emigró joven a Costa Rica donde todavía reside, sano y lúcido con sus 88 años a cuestas. Mi primer encuentro con “El Negro” Salas fue en la antigua finca “Los Salados”, hoy represa Santa Fe, en el oriente antioqueño. 

A comienzos de 1964 dirigió un curso de ocho días para jóvenes scouts de todo el país que se preparaban para mejorar su colaboración al Movimiento. El P. José Carlos Jaramillo, S.J. y yo empezando la etapa de magisterio, participamos de ese evento. De “El Negro” Salas aprendimos la vivencia de la Ley Scout en cada uno de sus puntos; en particular, “El scout es útil y ayuda a los demás sin pensar en recompensa” mandato que me ha dificultado cobrar mis colaboraciones en distintos campos. Todavía intercambio mensajes con “El Negro” Salas.

  • “El Negro” Cartagena. Hugo Cartagena Hernández, “Huguito” como lo solía llamar Guido Arteaga. Coincidimos los tres en Barranquilla y desvelábamos con nuestros comportamientos al P. Ramón Aristizábal, S.J. rector del entonces nuevo Colegio San José en Barranquilla. 

“El Negro” Cartagena era noble, sencillo y buen amigo, soporte impagable durante mis afugias del Magisterio. El “Trío Barranquilla” se dispersó; volví a saber de Hugo por el Dr. Google quien me cuenta que “HUGO CARTAGENA. Experienced Chief Executive Officer with a demonstrated history of working in the construction industry. Skilled in Negotiation, Luxury Goods, Budgeting, Business Planning, and Coaching. Strong business development professional graduated from UNIVERSIDAD JAVERIANA – BOGOTA. Desde octubre de 2017, es President & Ceo, de la Cámara de Comercio Internacional de Empresarios, IECC, con sede en Nueva York”. 

  • La “Negra” Lía. Lía Mesa Bustamante, nació en Armenia de Mantequilla y murió nonagenaria en Medellín. Proactiva y de carácter indomable, la “Negra” Lía se enfrentó a la ciudad en compañía de su familia y sin más recursos que una pobreza extrema y una voluntad decidida para superarla, empezó lavando y planchando ropa ajena, hasta que consiguió trabajo estable donde además de ganarse el cariño de patrones y clientes, pudo llevar una vida sencilla, con lo indispensable y con desbordante entusiasmo, audacia y alegría hasta el final de su existencia. 

Una vez, la “Negra” Lía consiguió que Tránsito Municipal cerrara el tráfico en la Avenida la Playa, durante tres horas, en pleno medio día, entre el Teatro Pablo Tobón Uribe y el edificio Coltejer, para realizar carrera de balineras de los Lobatos, rama infantil de los Scouts que ella dirigía. Prensa y radio de la época se ocuparon de las “balineras” de los Lobatos. La “Negra” Lía soñaba en grande y me contagió esa enfermedad el tiempo durante el cual disfruté de su amistad que siento mantenerse todavía.

  • “El Negro” Palomeque. El presbítero Lagarejo Palomeque cursaba su posgrado en Derecho Canónico en la Universidad Javeriana, cuando me crucé con él por primera vez; dosis alta de melanina, rostro de asombro, mirada de niño curioso y sencillez de trato, a la manera de “el mínimo y dulce Francisco de Asís” que diría el inmortal Rubén Darío. 

La figura del “Negro” Palomeque me trae a la memoria la figura de “El Negro” Robles, egresado Rosarista a quien su Alma Mater rindió homenaje en placa de mármol negro, ubicada en uno de los corredores del claustro. De él se cuenta que estando Laureano Gómez en el uso de la palabra, al ingresar Robles al recinto, el orador “le disparó su tiro” como en el poema aquel de La Tórtola: ¡“Señores, se oscureció el congreso”!; de inmediato respondió el agredido: ¡“Pero se iluminó Colombia”!

El P. Lagarejo es el único de muchos sacerdotes y laicos que repasaron su olvidado latín guiados por mis orientaciones y es también el único que todavía me llama y envía mensajes de texto; se me antoja compararlo con aquel personaje de la curación de los diez leprosos que regresa y no tiene cómo responder a la pregunta del Curador: “¿Eres el único que ha venido a agradecer? ¿Los otros nueve, dónde están? (Lc. 17, 11-19). Lagarejo siempre regresa, agradecido, con muestras de afecto.

Jaime Escobar Fernández

Octubre, 2023

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Amnistía Internacional acaba de referirse a problemas de la población que llega de Venezuela a Colombia; pidió garantizar el acceso efectivo a mecanismos de registro y no devolución[1]. Crucial resulta comprender las problemáticas y especificidades de quienes huyen de la crisis venezolana, así como apoyar a las comunidades que los acogen, a partir de propuestas sociales concretas.

Hay que entender y atender especificidades.

Las modalidades y los problemas de este flujo poblacional son diversos:

  1. El paso pendular a Colombia para abastecerse, buscar servicios o recibir remesas de familiares para sobrevivir en Venezuela, pide garantías.
  2. Los indígenas binacionales ven limitado el libre tránsito por su territorio ancestral transfronterizo. Los Wayuu, por ejemplo, del lado venezolano enfrentan dificultades porque no son registrados con el nombre de su casta; en Colombia los tratan como migrantes.
  3. La población con doble nacionalidad, como hijos de venezolanos y de colombianos nacidos en el otro país, o los de segunda y tercera generación, no pueden legalizarse fácilmente.
  4. Las personas que requieren asilo o refugio huyendo de riesgos inminentes, esperan protección, no devolución, y poder trabajar mientras su petición es resuelta.
  5. A los emigrantes que dejan Venezuela buscando alternativas de vida y de trabajo para ellos y sus familias, les urge regularizar su situación y encontrar oportunidades.
  6. Los colombianos que, luego de vivir en Venezuela buscando alternativas económicas o huyendo del conflicto armado, retornan con familias binacionales, necesitan legalizar su situación y plena inserción.
  7. Los venezolanos en tránsito que durante meses atraviesan el Pacífico colombiano, el Tapón del Darién, o el archipiélago de San Andrés para ir por Centroamérica y México hasta Estados Unidos, son sometidos a hurtos, violencias incluso sexuales y a extorsiones del crimen organizado.

Urge plena concertación entre los países involucrados en esta problemática, pues algunos tratan de trasladarla al país vecino. Hay recriminaciones mutuas, por ejemplo entre los gobiernos de Colombia y Panamá en la frontera del Darién. Aunque el gobierno Biden ha abierto oficinas migratorias, donde se puede pedir visas o asilo, hay represamientos de solicitudes, prolongación de espera, deportaciones por parte de Estados Unidos.

Oportunidades y riesgos

Son muchas las posibilidades abiertas, pero también los apremios que manifiestan quienes forman parte de estas distintas modalidades de éxodo poblacional.

Además de la atención humanitaria, celebran las decisiones para la legalizar su vida en Colombia, como los Permisos Especiales de Permanencia (PEP), el Estatuto Temporal de Protección (ETP), el Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV), el Registro Único de Retornados (RUR), etc. 

Destacan también, las iniciativas para evitar ser apátridas, al otorgarles la nacionalidad colombiana a menores nacidos en Colombia que sean hijos/as de venezolanos/as, así como el reconocimiento de derechos a la salud, la educación, socioeconómicos y reproductivos.

Sin embargo, también hacen notar limitaciones de entidades como Migración Colombia para procesar y entregar información generada por encuestas realizadas y con iniciativas de regularización, o por entidades como el Observatorio Nacional de Migración y Salud, que deberían servir a nivel central y en los territorios que los acogen. 

Rechazan declaraciones de altos funcionarios señalando a venezolanos de causar problemas de seguridad pública. Les alarma el riesgo de xenofobia y su uso en las elecciones, pues hay candidatos con discursos discriminatorios o que tratan de instrumentalizarlos. Piden que se les permita votar, al menos en las elecciones locales donde han adquirido residencia.

Iniciativas sociales

A partir del seguimiento sistemático de la situación, se han formulado propuestas para la atención de ese flujo poblacional, iniciativas como Alerta Venezuela y el Observatorio sobre Venezuela[2]. Aquí resumimos algunas:

  • Responder a los anuncios de personajes de los gobiernos centrales de los países, cuando niegan la existencia de ese éxodo.
  • Garantizar la no devolución a Venezuela y un mayor acceso a la nacionalidad colombiana, superando barreras que lo impiden o generen ruptura familiar.
  • Establecer rutas de acceso con enfoque de derechos diferenciados (étnia, género, edad, etc), regularización, protección y atención en especial a población indocumentada y más vulnerable, ampliando los plazos de registro.
  • Propiciar la actuación integral y coordinada de instituciones nacionales y territoriales, en especial en las rutas frecuentadas por ese éxodo poblacional para garantizar orientación, prevención, protección frente a riesgos de ser victimizados por grupos armados irregulares y criminales, y para construir alternativas en las zonas de acogida, de atención e integración.
  • Explicitar derechos y deberes de las personas en situación de movilidad, revisar prevención y procesamiento de delitos contra ese éxodo desde Venezuela.
  • Aplicar la ley antidiscriminación del éxodo poblacional, desarrollando estrategias contra el racismo, la xenofobia, etc.
  • Revisar las iniciativas de retorno voluntario, digno, seguro, de población colombiana en situación de vulnerabilidad en Venezuela.
  • Propiciar el diálogo entre el Estado colombiano, las organizaciones del éxodo poblacional desde Venezuela, la Mesa Nacional de Sociedad Civil para las Migraciones, sobre diversas modalidades de esa diáspora, para garantizar la inclusión y la no-discriminación.
  • Promover la integración socioeconómica y cultural del éxodo desde Venezuela, reconociendo los aportes al desarrollo colombiano, evaluar políticas de integración, como el CONPES 4100 de 2022.
  • Fortalecer la coordinación entre países de origen, tránsito, destino y retorno, para promover el desarrollo de políticas sobre las diversas modalidades de esos flujos poblacionales, cumpliendo el derecho internacional e interamericano.

[1] https://www.elnacional.com/mundo/advierten-que-el-numero-de-venezolanos-refugiados-en-colombia-es-bajo-comparado-con-cifra-de-migrantes/

[2] https://immap.org/…/profiling-venezuelan-migrants-in…/

https://urosario.edu.co/sites/default/files/2023-08/informe-bitacora-migratoria-agosto.pdf

Socorro Ramírez

Publicado en RAZÓN PÚBLICA

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Para nuestro blog es una satisfacción comenzar a publicar una serie de artículos que Hernando Bernal nos ha querido compartir, desde su experiencia y reflexión y que él, con la sencillez que lo caracteriza, las ha bautizado como “Bobadas mías”. Como tales, las iremos publicando.

Confieso que estoy obsesionado con el cambio de época. Y en mis conversaciones cotidianas, muchas personas, con las que dialogo permanentemente, me preguntan lo que quiero decir cuando afirmo que estamos viviendo una época no solo diferente a la de hace unos pocos años, sino enormemente retadora y distinta.

Lo hacen con la mirada evidente de que casi todo sigue siendo lo mismo y que si bien hay progresos en muchas áreas, debilidades y obstáculos en muchas otras, y agravamiento de problemas y conflictos, esto no significa que el cambio sea tan profundo, sino que realmente “es más de lo mismo que hemos experimentado toda nuestra vida”. Posiblemente tengan razón, pero yo me sigo afirmando en que la situación actual presenta características muy diferentes a las de épocas anteriores y que por lo tanto estamos ante la posibilidad de un mundo radicalmente distinto del que hemos vivido hasta el presente, que ha cambiado -de raíz- nuestras formas de relacionarnos.

Es decir, afirmo la existencia de un cambio de época y no me refiero solo a una época de cambio. Cambio de época como ha ocurrido en la historia de la humanidad, desde la aparición de la rueda, el cultivo doméstico de plantas y animales, la fundación de las ciudades, el uso de la pólvora, la era del vapor como comienzo de la industrialización, el uso global de la electricidad, los motores de explosión con energías fósiles convertibles en gasolina, la aviación y la conquista del espacio, y ahora con la generalización de la computación, la robótica y la inteligencia artificial.

Quizás sean solo bobadas mías, pero pienso que la tendencia y los pasos hacia un nuevo orden mundial, tal y como lo ha hecho a nivel religioso el Papa Francisco convocando a un sínodo sobre la sinodalidad, tienen significados muy profundos en lo político y en lo religioso, que son el fundamento de nuestra tradicional visión del mundo, y producen realidades que progresivamente –aunque quizás en forma callada– afectan profundamente nuestras creencias, nuestros valores y nuestra forma de vida. 

Pienso que estos cambios que afectan profundamente nuestros valores tradicionales son el producto y se aceleran por un conjunto de hechos sentidos y vividos cotidianamente, tales como el cambio climático, el deterioro ambiental, el incremento de la inseguridad ciudadana y la impunidad criminal, el estallido de las expectativas y los altos niveles de insatisfacción por parte especialmente de las poblaciones jóvenes, el populismo y la corrupción rampante que amenaza las estructuras políticas, la explosión de la posverdad por el incremento del uso y de la credibilidad en las redes de información, la aceptación y  benevolencia con las formas más extremas de rebeldía y la generalización del pesimismo y de la desesperanza en vastos y muy significativos sectores de la población.

Todo esto necesariamente influye en nuestra percepción de realidad y si bien nos estamos acostumbrando y muchos no lo consideran como algo diferente e inusitado, podría aceptarse que para muchos solo sean simplemente producto de un cambio normal al cual nos estamos acostumbrando. Es decir, sería aceptable para todos afirmar que el cambio es tan sutil, que inconscientemente nos estamos acomodando a él y que no necesitamos considerarlo en una profunda dimensión. 

Cierto además, es que a finales del presente año estamos experimentando y percibiendo los resultados de dos conflictos mundiales de gran alcance, Rusia/Ucrania y Hamás/Israel que de escalarse a nivel nuclear significarían no un cambio de era, sino el fin del mundo, tal como lo concebimos actualmente. Pero esperamos que prevalezcan el miedo y/o la racionalidad para impedir esa situación límite, que no tendría regreso.

Sin embargo, a partir de mi convicción de que estamos entrando a una época nueva, cuando al comienzo de este escrito hago alusión al nuevo orden mundial, me refiero principalmente al hecho de que el Siglo Americano está llamado a calificar servicios y que para mediados del siglo tendremos una nueva realidad global, en la cual China y los países asiáticos, especialmente los de la cuenca del Pacífico, dictarán los parámetros de la regulación internacional, del comercio, de la interacción y el intercambio de ideas, personas y productos a nivel mundial.

Cuando también hago alusión a la convocatoria del Papa Francisco para la reunión de Obispos que se desarrolla en Roma, me refiero especialmente a la reacción profunda y negativa por varios y muy poderosos sectores eclesiales que se oponen a la transformación de la estructura actual de la Iglesia Católica y al hecho de que si el Papa logra su objetivo, miraremos a nuestra Iglesia católica desde una óptica diferente.

Los otros asuntos que señalo como indicadores de cambio, se refieren a una variedad de temas que muestran la transformación de la época actual de las dimensiones política, ecológica, demográfica, informativa, laboral y educativa de nuestras vidas. Y quiero subrayar que la tecnología es el factor determinante de todos esos cambios. De todo ellos quiero hablar en mis posibles elucubraciones, que sugiero deberían interpretarse solo como “bobadas mías”, en razón de mis limitaciones y sesgos filosóficos e ideológicos. A lo mejor podrían titularse de forma distinta, pero no quiero ser pretencioso.

Hernando Bernal Alarcón

Octubre, 2023

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Este video presenta la charla de los Dres. Jose Leonardo Valencia y Martha Castellanos, Rector Nacional y Vice-Rectora Académica de la Fundación Universitaria del Area Andina- La conversación se enfoca en la educación virtual universitaria en Colombia y su desarrollo e implementación. José Leonardo, quien ha sido rector en varias instituciones y ha trabajado en la innovación educativa en América, y Marta, con quien comparte esta presentación , comparten sus perspectivas sobre la democratización y calidad en la educación superior virtual. El video aborda temas como la transformación y democratización de la educación superior, manteniendo la calidad como un pilar fundamental. La charla también incluye una sección para preguntas y comentarios de los participantes. La conversación es muy rica en experiencias y conocimientos sobre la educación virtual, especialmente en el contexto universitario colombiano.

Exjesuitas en tertulia, 5 de Octubre, 2023
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Voy a empezar por una perogrullada: el objetivo de un Ministerio de la Igualdad debe ser disminuir la desigualdad. Lo que no es evidente es de cuál desigualdad estamos hablando y cuál debe ser el foco de su trabajo, pues existen muchas clases. Hay desigualdades regionales, étnicas, de género, de oportunidades y varias otras, pero desde el punto de vista económico, hay tres clases de desigualdades que inciden en todas las mencionadas.

Una es la desigualdad en el acceso a los bienes y servicios básicos, que es la expresión de la pobreza; otra es la desigualdad en la distribución del Ingreso que refleja cómo se reparte lo producido en la economía, y una tercera es la desigualdad en la distribución de la riqueza, que depende de la acumulación originaria y de los procesos de reproducción del capital.

Desde hace más de 50 años todos los gobiernos han prometido en sus planes de desarrollo disminuir la desigualdad, pero apuntando siempre a la primera y, solo en los últimos años a la segunda. Como resultado se ha producido un paradójico desarrollo social: una notable reducción de la pobreza, sin ningún cambio en la distribución del ingreso y una mayor concentración de la riqueza.

Avances en la distribución de los bienes básicos.

Uno de los signos más visibles de la desigualdad social es la diferencia en el acceso a los bienes básicos como alimentación, salud, educación, vivienda, agua o energía, que no solo determinan la calidad de vida y el bienestar de los hogares, sino que condicionan las oportunidades de progreso en la sociedad. Por ejemplo, diferencias en la alimentación durante la niñez, la calidad de la educación recibida y -hoy en día- el acceso a Internet, condicionan de manera casi inexorable, las posibilidades de trabajo de las personas y, por lo tanto, sus ingresos futuros.

No existe un indicador que mida directamente la desigualdad en el acceso a los bienes básicos, pero sí existen medidas aceptadas que clasifican la población entre pobres que no tienen acceso y quienes sí lo tienen. Son dos los índices de Pobreza que calcula el DANE: el de Pobreza Monetaria que mide cuántas personas no tienen ingresos suficientes para adquirir la canasta familiar, y el de Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) que identifica a quienes no tienen salud, educación o vivienda con servicios. 

La Pobreza Multidimensional ha descendido de manera significativa en Colombia. En consecuencia, se ha avanzado en la construcción de un mínimo “Estado de Bienestar”, que ha permitido que más hogares tengan una mejor calidad de vida. La línea verde del gráfico es la evolución del IPM, que muestra cómo en la última década, el porcentaje de colombianos privados de estos bienes se redujo a menos de la mitad bajando del 26.5% al 12.9%. La explicación es el aumento de servicios y subsidios ofrecidos por el Estado en la cobertura de la salud, la educación, así como el acceso a vivienda propia. 

Dos comentarios para entender mejor el significado de esta evolución. Primero, el IPM no aumentó durante la pandemia (2020), aunque mucha gente se quedó sin comer, puesto que allí no está incluida la alimentación. Segundo, la disminución del IPM no implica que se haya disminuido la desigualdad en el acceso a estos servicios básicos porque el índice no mide la calidad de éstos. El caso más claro es el de la educación, donde la diferencia entre los colegios privados y los públicos sigue siendo enorme.

En cuanto a la Pobreza Monetaria (línea roja) la historia es diferente. El crecimiento económico impulsado por la bonanza de los hidrocarburos durante los primeros años de la década pasada y la consiguiente creación de empleo, permitieron que disminuyera el número de personas sin ingresos suficientes para adquirir la canasta básica de bienes, hasta llegar al 34,7% en el año 2018. 

El año siguiente hubo un pequeño aumento, pero en el 2020 la pandemia y la demora y la insuficiencia de los auxilios del gobierno hicieron que explotara la pobreza a niveles aún mayores (42.5%) que en 2012. En los dos últimos años se revirtió un poco este aumento, pero el porcentaje de personas en situación de pobreza es muy similar al de diez años antes.

La mala distribución del ingreso no ha mejorado

Los logros en materia de disminución de la pobreza y de acceso a los servicios básicos no han modificado las profundas desigualdades en la distribución del ingreso y la riqueza que existen en Colombia. Según el Banco Mundial, el GINI en 1992 era de 51.5, mientras que el porcentaje de personas en pobreza era superior al 50%. 30 años después los pobres han disminuido y la distribución del ingreso ha empeorado pues el GINI ha subido a 55.6

Con las cifras del DANE se tiene que en 2012 el coeficiente GINI del ingreso era de 53.9 y 10 años después es más alto (55.6), a pesar del crecimiento económico, la gran disminución en la pobreza multidimensional y el aumento de los ingresos monetarios de los pobres. La razón es muy simple: los ingresos de los ricos han subido más. Cuando la marea sube todos los botes suben, pero los que no tienen bote apenas sobreaguan o se pueden ahogar.

Una forma gráfica de ver la baja correlación entre la disminución de la pobreza y la mejoría en la distribución del ingreso es observar las variaciones que han tenido estos dos indicadores desde el 2012. Mientras que la pobreza (línea roja) bajó 15% hasta el 2018, el GINI (línea azul) solo bajó 5.8% hasta 2017 y volvió a subir casi dos puntos el año siguiente. Con la pandemia ambos subieron, pero en la recuperación de 2021 la pobreza bajó y el GINI siguió subiendo.

¿Por qué los más ricos siguen teniendo la misma tajada del pastel si mejoran los ingresos de los más pobres? La respuesta es compleja, pero una de las razones es porque la riqueza está muy concentrada y los frutos del desarrollo los acaparan unos pocos, como se verá a continuación. 

La aberrante concentración de la riqueza

Por razones de espacio, este será el tema de la próxima columna.

Mauricio Cabrera Galvis

Artículo publicado en Cambio, Cali, octubre 6 de 2023

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Con este título aparece el volumen III, en el plan de las obras completas de Joseph Ratzinger editadas por la B.A.C. En el volumen IV “Introducción al cristianismo”, se puede leer el capítulo III de la parte I, con el mismo título y tres secciones: 1. La opción de la Iglesia primitiva por la filosofía. 2. La transformación del Dios de los filósofos. 3. El reflejo de la cuestión en el texto del credo. 

En ese breve capítulo es apasionante el recorrido que hace J. Ratzinger por la historia, la filosofía, el Evangelio y la formulación del Credo en la Iglesia. Invito a su lectura. 

Voy a decir primero, algo sobre Dios desde la filosofía y luego, algo sobre Dios desde el Evangelio. No son dos dioses distintos, pero sí son dos formas distintas y complementarias de acercarnos al único Dios verdadero.

No podemos explicarnos por nosotros mismos, así como no puede explicarse el universo por sí mismo. La humanidad descubrió el principio de causa-efecto entre otros: los seres finitos y limitados requieren del SER infinito, eterno y sobrenatural; los demás seres son efecto y el SER es la causa. Sólo un SER sin espacio, sin tiempo, sin comienzo, sin origen, sin causa, sin limitaciones… da razón y explicación de los demás seres. Este SER es al que llamamos Dios. Este principio, causa-efecto, se descubrió en la naturaleza creada, pero no se puede aplicar al Creador de la naturaleza; por eso no hay que pensar en una causa para Dios. Desde la filosofía, Dios ES, mientras que los demás seres son. Participación del ser, es una manera de decir que somos, porque Dios ES y nos participa el ser que somos.

Pero el Dios de la fe, de la fe cristiana, de la fe del Evangelio, de la fe de Jesucristo, es Alguien “mucho más” que el Dios de los filósofos.

Jesús de Nazareth dijo “Quien me ve a mí, ve al Padre” y podría haber dicho también Quien me oye a mí, oye al Padre.

Y eso es lo primero que dijo Jesús de Dios: “Abba, Padre”. Y lo repitió en la oración que nos enseñó: “Padre nuestro”. Y lo repitió otras veces; cuando le pidieron los discípulos a Jesús que les enseñara a orar “Jesús les contestó: cuando oren, digan Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino; el pan nuestro de cada día danos hoy”. 

“Miren las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni recogen en graneros, y sin embargo, el Padre del cielo los alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas?” “Miren cómo crecen los lirios… pues si a la hierba del campo Dios la viste así, ¡cuánto más a ustedes!” “Si ustedes saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más dará el Padre del cielo cosas buenas a los que se las pidan!”

Jesús, antes de nacer no podía hablar del Espíritu Santo, por eso, un ángel habló de éste: “María…quedó embarazada por obra del Espíritu Santo” y “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el consagrado que nazca llevará el título de Hijo de Dios”. 

Tenemos ya una primera presentación del Dios de la fe: Dios Padre, Hijo, Espíritu Santo. No es un Dios impersonal, no es un Dios solitario e inactivo, es un Dios comunitario, relacional en el amor, dador y sustentador de vida. 

“En aquella ocasión, con el júbilo del Espíritu Santo, dijo: Te alabo Padre, Señor de cielo y tierra… nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre, y quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo decida revelárselo”. Y en otra ocasión dijo: “Yo pediré al Padre que les envíe otro Defensor que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad… El Defensor, el Espíritu Santo que enviará el Padre en mi nombre les enseñará todo”.

Por eso, cuando Jesús fue resucitado por el Padre, dijo a sus discípulos “La paz esté con ustedes… Reciban el Espíritu Santo” “Como el Padre me envió, así yo los envío a ustedes”. “Me han concedido plena autoridad en cielo y tierra. Vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos, bautícenlos consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”.

Este es el Dios de nuestra fe: Dios Padre, Hijo, Espíritu Santo.

Lucas, uno de los cuatro evangelistas, escribió también el llamado “Hechos de los Apóstoles” y al comienzo del libro dice: “(Jesús) Después de su pasión, se les había presentado vivo durante cuarenta días… hablando del reino de Dios… les encargó que no se alejaran de Jerusalén, sino que esperaran lo prometido por el Padre: la promesa que yo les he anunciado… ustedes serán bautizados dentro de poco con el Espíritu Santo”. 

En el mismo libro de los Hechos, se narra tres veces la acción de Dios en la primera comunidad cristiana: “Permanecían íntimamente unidos en la oración” “Se reunían frecuentemente para escuchar la enseñanza de los apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del pan y las oraciones… los creyentes estaban todos unidos y poseían todo en común; vendían bienes y posesiones y las repartían según la necesidad de cada uno” “El pueblo los estimaba mucho; se les iba agregando un número creciente de creyentes en el Señor, hombres y mujeres”.

Unidad en la comunidad; Jesús en medio de ellos por siempre; el Espíritu de Dios que une.

Acabamos de oír, no ya solamente lo que es Dios en sí mismo, sino la acción de Dios en la comunidad creyente. Si regresamos a los Evangelios, oiremos lo que Jesús dijo de Dios, a través de sus enseñanzas, sus parábolas y también de sus obras y sus gestos.

“Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va a buscar la extraviada hasta encontrarla? Al encontrarla, se la echa a los hombros contento… de la misma manera habrá más fiesta en el cielo por un pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesiten arrepentirse”. Lo mismo expresa con la parábola conocida como del hijo pródigo: “Celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado”.

Dios nos dice, por boca de Jesús, que está presente y actuante en nuestra vida; se alegra con nosotros, se “preocupa” por nosotros, nos cuida… no es indiferente con nosotros… y nos pide que “seamos perfectos” como Él es perfecto. 

Jesús nos muestra cómo es Dios y cómo quiere que seamos nosotros. Así es el Dios de la fe.

Este escrito queda muy corto al hablar del Dios de la fe; la manera de completarlo es acudiendo directamente a la palabra y a la persona de Jesús, Dios hecho hombre, para que lleguemos a conocer y unirnos al Dios uno y trino de nuestra fe.(La presente reflexión sobre la relación en Dios: Padre-Hijo-Espíritu Santo se manifiesta también en la relación de Dios con nosotros: ver en este blog el artículo “Creación, Encarnación, Resurrección“).

Vicente Alcalá Colacios

Octubre, 2023

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El texto de la reforma a la educación presentado al Congreso es más farragoso que el inicial.

La historia de Pandora es muy instructiva, como todos los mitos griegos. Zeus, molesto con Prometeo por haberse robado el fuego para entregárselo a los humanos, llevó de regalo de boda a Pandora, su cuñada, un recipiente con la advertencia taxativa de no abrirlo. La chica, muy curiosa, decidió ver lo que había dentro y, al hacerlo, escaparon todos los males del mundo. Cuenta el mito que cuando finalmente logró cerrarla solo quedó en el fondo Elpis, el espíritu de la esperanza, que era lo único positivo que habían depositado ahí los dioses.

Algo así está pasando con los proyectos de ley de la educación. El texto de la estatutaria presentado al Congreso es bastante más farragoso que el inicial. Desde luego, no cumple con el requisito esencial de poner al centro a los niños, niñas y jóvenes, de acuerdo con el precepto constitucional de que los derechos de los niños prevalecen sobre los demás. Por el contrario, parece que además de repetir lo que ya está dicho en la Constitución y ratificado en múltiples sentencias de la Corte, muestra más interés en garantizar el derecho de los maestros a la protesta –ya garantizado en otras leyes– y a las condiciones laborales que ya cuentan con muchas garantías, como puede verificarse analizando las grandes y merecidas mejoras que ha tenido la profesión.

Olvida, por supuesto, precisar que la mera asistencia escolar no satisface el derecho, ni es enfática en que la calidad debe ser objeto de reclamación ante la autoridad competente, y eso incluye que los estudiantes adquieran las competencias básicas que les permitirán acceder a los demás derechos y oportunidades que pueden romper el círculo de la pobreza. Lo que muestran las pruebas es que un alto porcentaje de los niños están llegando a quinto de primaria sin saber leer y escribir, para no mencionar su pobrísimo desempeño en matemáticas. Si un atributo de un derecho fundamental es que sea inherente a la dignidad humana, y ella se consigue y se enriquece gracias al acceso a los bienes de la cultura, la negación de la lectura es una enorme negación de humanidad.

Anda diciendo el viceministro que por primera vez en la historia de Colombia habrá artes y deportes en todos los colegios del país –lo que es una falacia– pero no ha dicho nada sobre qué se hará para garantizar que los niños, niñas, jóvenes y maestros dominen los aprendizajes básicos. El sábado salió un extenso reportaje sobre la pobreza en los desempeños de los universitarios que estudian licenciaturas. Si las universidades les están entregando títulos, con la anuencia del Ministerio, sin cumplir con altos estándares de desempeño, no hay ley estatutaria que garantice el derecho de sus alumnos o que permita tener confianza en la educación pública.

De otra parte, han aparecido textos de profesores universitarios y otras organizaciones manifestando su inconformidad con el proyecto, pues dicen que se queda corto, que no incluye suficientes compromisos, que no incorpora todas las complejidades relacionadas con los problemas del mundo contemporáneo. También se ha anotado la pobreza de lo relacionado con la primera infancia, desconociendo los avances del país en la última década, así como el cúmulo de estudios internacionales sobre el tema.

Y si aquí se abrió una caja de Pandora, ni qué decir con la reforma de la Ley 30 de educación superior. Ese es un costal de anzuelos, pues la definición misma de educación superior parece que ya no sirve. La ministra del Trabajo ha dicho que no le gusta que metan al Sena en el saco del Ministerio de Educación, y por ahí se filtran muchas preguntas sobre la educación para el trabajo.

Como en el mito griego, todavía queda la esperanza de que la Corte Constitucional, institución reposada y respetable, pueda ayudarnos en su momento a darle sensatez y algo de orden al caos que suele surgir de los muchos discursos y de la poca experiencia en resolver problemas.

Francisco Cajiao

Publicado en El Tiempo, Bogotá

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Un fraude electoral facilitado por las fallas de reportes de los fallecidos, sobre todo en lugares apartados del país. No se ha vuelto a hablar de los muertos que votan en las elecciones.

En pasadas épocas electorales, se denunciaba que en los puestos de votación se contaban cédulas de individuos ya difuntos que aparecían sufragando. Un fraude electoral facilitado por las fallas de reportes de los fallecidos, sobre todo en lugares apartados del país.

Curiosa la semejanza de dos palabras con la misma raíz, pero con distinto significado: el o la votante que hace uso del derecho universal al sufragio electoral y el sufragio que se envía al familiar de alguien que ha fallecido. El sufragio, dice el diccionario de la Academia, es el voto de quien tiene capacidad de elegir a otros para ocupar cargos públicos. Pero en el uso cotidiano de la lengua, significa dar el pésame o condolencias, mediante una tarjeta que se envía a los familiares del difunto con la promesa de oraciones que se harán por su eterno descanso.

En el siglo XIX, el escritor ruso Nikolái Gogol escribió un cuento tétrico con el título Las almas muertas. El protagonista, un tal Chíchikov, junto con su cochero, recorre varias aldeas de Rusia con la intención de comprar almas muertas. En la Rusia de entonces los propietarios tenían derecho a poseer, literalmente, siervos para cultivar la tierra. Los siervos eran considerados propiedad del terrateniente que podían comprar, vender o hipotecar como cualquier bien. Para cuantificar los siervos – también los individuos- se empleaba la palabra “alma”, de uso más frecuente antes en nuestra lengua. Chíchikov se dedicó al negocio de la compra de “almas muertas” para enriquecerse. Sucedía que durante la recaudación de impuestos en muchos casos los propietarios debían seguir pagando por los siervos que ya no vivían. Ahí se hallaba el negocio de Chíchikov, que compraba almas muertas, librando a los propietarios de pagar impuestos por ellos. Chíchikov lograba obtener reconocimiento de los funcionarios estatales, apareciendo como propietario con poder económico para obtener préstamos del Estado. 

El cuento de Gogol tiene rasgos macabros, pero le sirvió para criticar la servidumbre rural, una forma de esclavitud, que se practicaba en Rusia hacía muchos siglos. El escritor ruso no logró con su sátira cambiar el estado de cosas. Se ganó más bien la enemistad de la clase terrateniente, de los funcionarios públicos y del mismo gobierno de los zares.

El cuento de Gogol es pertinente ahora cuando estamos viviendo un octubre bastante agitado en señalamientos de fraude electoral que vienen de distintas vertientes políticas. El voto de los muertos es un fraude macabro.

Jesús Ferro Bayona

Publicado en EL HERALDO, Barranquilla.

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HORACIO. – ¿Por qué me fatigas con tus lamentos? Un pecho bien dispuesto espera en los desastres y teme un cambio de la suerte cuando todo va bien. 

BUDA. – Escucha a tu querido Horacio: todo es impermanente.

HERÁCLITO. – Panta rei: todo fluye. Ten paciencia.

LAO TSE. – Lo que existe forma un Todo-Uno en el que todo participa y todo se integra. Este Todo que vive, se mueve y se transforma constantemente es el Tao, pero puedes llamarlo como quieras: el Tao que se puede nombrar no es el verdadero Tao.

  • No entiendo para qué pueden servirme tus elucubraciones.

LAO TSE. – Espero que lo veas pronto, pero si no lo ves, tampoco es grave.  De todas maneras, si las aceptas, las cosas son como son. Y si no las aceptas, las cosas son como son. Dentro del Tao único y absoluto, todo lo que existe despliega su propia lógica de vida.

SPINOZA: Eso se parece mucho a mi “Deus sive Natura”, Dios o la Naturaleza.

LAO TSE: Tanto mejor.

HERÁCLITO: También se parece mucho al “todo fluye” de mi “panta rei”.

LAO TSE: De acuerdo. El Tao es el inmenso río de la Vida en el que todo es devenir: siempre mutando y transmutándose. 

  • ¿Entonces mi apreciado “yo” no es sino una consciente efímera forma animada del movimiento incesante de la Vida?

LAO TSE. – Abre los ojos y verás que eres un agregado de todo lo que te ha precedido, de todo lo que has heredado. Y que todo cambia constantemente. No eres el mismo de cuando naciste, ni de cuando tenías 5, 10, 20, 40, 60 años. 

  • Si la cosa es así solo se puede adquirir el autoconocimiento a través de un proceso de autoexamen que nunca termina, puesto que todo está en constante cambio. 

LAO TSE. – Cambio no solo individual sino también colectivo. ¿Es la sociedad en la que vivimos otra cosa que el reflejo de miles de millones de acciones llevadas a cabo por miles de millones de personas desde hace miles de años? Solemos quejarnos de la situación social, pero no es una “criatura” ajena a nosotros. ¡Es hora de aprender a ver quiénes somos!

  • Dímelo.

LAO TSE. – Si el llamado Big Bang se hubiera producido hace un año, el homo sapiens habría aparecido en la superficie del globo terrestre diez minutos antes de medianoche del último día del año, y toda la historia de la humanidad ocuparía solo los últimos 21 segundos. En resumen, somos recientísimos ocupantes de una pequeña bola perdida en el espacio infinito. 

  • ¡Y a mí que me dijeron desde niño que los humanos éramos “el centro de la Creación” y “la medida de todas las cosas”!

LAO TSE. – Se necesita mucha imaginación y desmedido orgullo para afirmarlo. Somos polvo de estrellas.

  • Ya quedé bien sacudido al enterarme de que los dinosaurios ocuparon el planeta Tierra setecientas veces más tiempo que el homo sapiens, y que nuestra ocupación puede ser bastante efímera ahora que somos capaces de autodestruirnos.

LAO TSE. – Sobre nuestra mortalidad quisiera narrarte la siguiente historia: La esposa de Chuang Tse murió, y cuando Hui Shi llegó para ofrecerle sus condolencias encontró a Chuang Tse agachado, golpeando una olla como si fuera un tambor y cantando. Hui Shi le dijo entonces: “Has vivido con esta mujer, habéis criado a vuestros hijos y envejecido juntos. ¡No llorar su muerte ya me parece mal! Pero ¿tocar el tambor y cantar no lo encuentras excesivo?”. “No -contestó Chuang Tse-. Así es como son las cosas. Al morir ella, ¿cómo podría yo no haber sentido pesar? Pero he pensado con mayor detenimiento y he comprendido que antes de que ella naciera, no tenía vida. No sólo no la tenía, sino que carecía de forma. No sólo carecía de forma, sino que ni tan sólo tenía chi [flujo vital de energía]. Pero en alguna parte del vasto e imperceptible mundo hubo un cambio y ella adquirió el chi, después éste cambió y ella adquirió una forma; después ésta cambió y ella obtuvo la vida. Ahora ha habido otro cambio y ella está muerta. Es como el mutuo ciclo de las Cuatro Estaciones. Ahora mi esposa descansa silenciosamente en la Gran Casa. Si tuviera que correr tras ella llorando sería sin duda demostrar que no comprendo lo que está predestinado. Así que he dejado de hacerlo”.

MONTAIGNE. – Eso se llama comprender el ciclo de la vida y la muerte. Por eso escribí en mis Ensayos, citando a Cicerón: “Filosofar es prepararse a morir”. Salgamos de este mundo como en él entramos. El mismo tránsito que hicimos de la muerte a la vida, sin pasión y sin horror, hagámoslo de nuevo de la vida a la muerte. Nuestro fin es uno de los componentes del orden del universo, es uno de los accidentes de la vida del mundo. La aceptación lúcida de nuestra muerte es sencillamente el requisito para una vida auténtica. 

HORACIO. – Imagina que cada día es el último que para ti alumbra, y agradecerás el mañana que ya no esperabas.

CÁTULO. – Y agradece también cuando tu edad florida gozaba su alegre primavera.

LAO TSE. – Ten bien presente que primero es la Vida, no el humano, quien solo es una de sus manifestaciones.

  • Puede que desde un punto de vista cósmico yo sea algo insignificante, pero esa cosa tan insignificante me parece más preciosa que el diamante más grande y más puro.

LAO TSE. – Por supuesto, pues es lo único “tuyo”. De ahí que tu vida sea simultáneamente preciosa e insignificante. Puedes extender esta conclusión a cada una de tus actividades: son fútiles desde un punto de vista cósmico, pero son valiosas a tus ojos, de lo contrario no las emprenderías.

  • Observo que tu visión del mundo está repleta de opuestos indisociables.

LAO TSE. – Es el principio del ying y el yang: vida/muerte, salud/enfermedad, dicha/desgracia, surgimiento/decaimiento, bondad/maldad, belleza/fealdad, recuerdo/olvido,  justicia/injusticia, no se dan la una sin la otra. 

  • No me digas que también son complementarios orden y desorden.

LAO TSE. – La complementariedad de los opuestos puede generalizarse a toda la vida. Por ejemplo, el “nosotros” no excluye al “yo”: la vida resulta precisamente de la tensión entre ambos. Por ello ningún sistema de derecho o de gobierno -por justo y bien intencionado que sea- puede eliminar las angustias y los conflictos provocados por nuestras interacciones en el río del tiempo, donde todo fluye y cambia inexorablemente, a veces de manera tumultuosa. 

  • ¿Qué me aconsejas para tan compleja convivencia, sabio amigo?

LAO TSE. –  Deja que el agua te enseñe a vivir.

  • ¿Cómo así?

LAO TSE. – Fluye como el agua. Aprende la humildad de un río en calma que se desplaza plácidamente y nutre silencioso sus riberas. Fluye con tus experiencias, ideas y sentimientos tal como éstos van y vienen en tu vida: ése es el “fluir con el momento”.

  • Pero también puede suceder que el río se vuelva caudaloso y peligroso.

LAO TSE. –  Aprende, entonces, a nadar con la corriente, como sobrenada una pelota en un torrente montañoso sin poder escapar a sus circunvoluciones y serpenteos.

  • Si me dejo llevar por la corriente temo más parecer pelotudo que pelota.

LOA TSE. – Pelotudo serás si te empeñes en “dar coces contra el aguijón” haciendo caso omiso de la fuerza de la corriente en la que estás inmerso, sus olas, remolinos y torbellinos. Ya te lo dije, el fluir del agua te enseña humildad. Y también perseverancia, oportunidad y flexibilidad.

  • Explícate mejor.

LOA TSE. – Ante los obstáculos -y siempre los tendrás- el agua sabe encontrar la grieta y ejercer allí pacientemente su fuerza hasta poder fluir libremente. Aprende -como el agua- a hallar la grieta por donde se abre un nuevo camino, una nueva oportunidad; entonces su flexibilidad vence a la dureza. Además, como el agua, que cuando la temperatura es extrema, puede convertirse en hielo o en vapor, no dudes en cambiar para seguir avanzando. Espero que te hayas dado cuenta de que lo más importante en todo esto es la práctica, no la teoría.

  • Lo tengo tan claro como claro le quedó a un colega universitario lo que significa saber fluir con los acontecimientos.

LAO TSE. Acicateas mi curiosidad.

  • Un día no hubo clases y mi colega regresó a casa mucho antes de la hora acostumbrada. Pero al llegar al hogar su mujer no estaba en la cocina. Ni en la sala. Ni en el patio. El profesor escuchó ruidos misteriosos en la recámara de arriba, subió las escaleras sigilosamente y abrió la puerta del cuarto. Su mujer y un tipo estaban en la cama. “¿Qué significa esto?” -preguntó mi colega-. “Mmmm, a decir verdad, no tengo ni idea -respondió el tipo-. Lo mío es la práctica, no la teoría”.

Rodolfo Ramón de Roux

Octubre, 2023

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