Mis tres libros preferidos

Por: Bernardo Nieto
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Más allá del entretenimiento que produzca un texto, la fortaleza de su estructura literaria o la maestría de sus palabras, un libro es valioso cuando me permite encontrar en él sentido para mi vida. Escoger el libro que más ha impactado me permitió hacer un examen de conciencia y analizar las guías que orientan mi actuar. 

Los valores y principios que fundamentan mis actuaciones tienen múltiples orígenes. Primero, las enseñanzas, palabras, actuaciones y ejemplo de mis padres, de mis hermanos y todo lo aprendido en el hogar; luego, lo que me enseñaron mis formadores, las experiencias de vida en las que participé, las conversaciones con amigos, compañeros de trabajo y todos los líderes y personajes que dejaron en mí semillas de vida. 

En este análisis, tres libros son los más importantes en mi vida. 

Primero, la Biblia. Libro de los libros, guía y norma de vida en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Desde hace varios años sigo con mi esposa la lectura y oración diaria en https://rezandovoy.org/Luego, los Ejercicios Espirituales, escritos por Ignacio de Loyola, como método y guía para encontrar la voluntad de Dios en mi vida. Finalmente, El liderazgo al estilo de los jesuitas, de Chris Lowney*. 

Me referiré en este texto al libro de Lowney. Los otros dos los conocen bien mis amigos y compañeros. Como nosotros, Chris vivió la experiencia de ser jesuita, recibió la impronta ignaciana de los Ejercicios Espirituales y tuvo contacto con el Jesús del Evangelio, con sus palabras y su ejemplo de vida. Su libro sintetiza la esencia de su experiencia en la Compañía de Jesús, que ilustra con múltiples ejemplos de jesuitas de carne y hueso.

Quiero destacar cinco elementos que presenta como fundamentales en la formación y la vida de los jesuitas, que les imprimen carácter y explican por qué es tan fuerte su unidad como cuerpo, su permanencia y su vigencia durante 500 años.

1. Todos somos líderes 

Lowney resalta que Ignacio de Loyola sistematizó y entregó en los Ejercicios su experiencia de introspección y descubrimiento de la razón de ser de su existencia. El método allí consignado y descrito lo compartió con sus compañeros, facilitándoles descubrir su esencia, su principio y fundamento. En ese librito el ejercitante descubre para qué vino a esta vida, cuál es su responsabilidad fundamental y su misión en este mundo. La experiencia de vivir los Ejercicios, aunque sea algo personal y único, debe ser común a todos los jesuitas y es el sello característico de los compañeros de Jesús, único líder y modelo para todos. El jesuita que ha vivido los Ejercicios lleva consigo la fuerza interior que lo hace influir en los demás para que descubran su misión y liderazgo. Son el método y la condición imprescindible de todo jesuita, pues le imprimen un carácter inconfundible y distintivo de líder. Con líderes así formados, Ignacio creyó acertadamente que podía transformar el mundo. 

2. Autoconocimiento

Según Chris, Ignacio consignó en los Ejercicios el método para descubrir las mociones

interiores del Espíritu, las motivaciones que guían el actuar. El examen de conciencia, hecho responsablemente, no es un procedimiento rutinario y tedioso, sino la herramienta maravillosa que permite al jesuita descubrir sus mejores cualidades, conocer sus debilidades, asumir su riqueza como ser humano y aceptar con realismo sus limitaciones. La pausa del examen de conciencia permite tener una gráfica real de su proceder y saber si se acerca o aleja de su propósito de vida y de la pauta del amor y si está actuando según la voluntad de Dios. Con la ayuda de su acompañante espiritual y de sus compañeros que miran y evalúan en verdadera fraternidad su actuar, el jesuita puede hallar el mejor lugar para su trabajo y fortalecer sus herramientas para ejercer su labor de la manera más eficaz en este mundo. 

3. Creatividad

Lowney describe que en el proceso de definir el mejor camino que deben seguir cada jesuita y la Compañía de Jesús para hacer la voluntad de Dios, Ignacio propuso como criterio de decisión el discernimiento, que consiste en la atención cuidadosa a las experiencias psicológicas y espirituales, las “mociones” de gozo interno o desazón al tratar de averiguar cuál de las alternativas de acción que se le ofrecen se ajusta más a la voluntad divina. 

Mientras está en el proceso de discernir, el individuo permanece en absoluto desapego sin inclinarse por una u otra opción, en una neutralidad activa que le lleva a experimentarse indiferente, libre y sin amarras frente a las personas, acciones, planes y proyectos que se le ofrecen. El análisis va más allá de lo racional y, aunque incluye un examen de ventajas y desventajas de las opciones, la decisión debe tomarse ponderando cuál de todas produce más serenidad o desazón espiritual al escogerse como la más cercana a la voluntad de Dios. El individuo decide en contacto con Él, permitiendo que esa voluntad se manifieste en su serenidad interior, aunque la decisión conlleve cambios radicales que transforman estilos de vida, descubra nuevos enfoques o lleve a tomar caminos jamás imaginados. 

La historia jesuitica está llena de decisiones exitosas, innovaciones y soluciones creativas tomadas con discernimiento. Muerto Ignacio, los jesuitas inauguraron en Europa centros educativos de alta calidad, evangelizaron en Japón y fueron astrónomos, inventores y matemáticos destacados en la corte del emperador chino. Propusieron un nuevo modelo de sociedad que respetaba y asumía la idiosincrasia de los nativos de Paraguay, Argentina y Brasil. Sin proponérselo como objetivo “corporativo”, frenaron la expansión de la reforma protestante. Descubrieron métodos, hicieron propuestas, transformaron creativamente su entorno, libres de amarras tradicionales, listos para proponer nuevos diseños, enfoques y realizaciones. El cambio, la respuesta nueva a cada circunstancia o reto nacen de cómo se toman las decisiones en libertad y absoluta indiferencia frente a lo que exijan los tiempos y circunstancias, buscando la voluntad de Dios. Por eso, el líder formado en el discernimiento es libre, seguro, sereno, deja atrás lo que debe dejar, asume responsabilidades con seguridad, conociendo sus límites y ponderando las consecuencias de sus actos. 

4. Amor

Para el autor, quienes viven juntos la experiencia de los Ejercicios y buscan la voluntad de Dios en todo, se identifican por un sello indeleble, viven unidos y son capaces de permanecer en un solo cuerpo, con los mismos propósitos e ideales, y se convierten en amigos verdaderos. Dignos de toda confianza y respaldo, los une una identidad que supera fronteras, idiomas, costumbres y culturas. Unidos en la diversidad se guardan las espaldas y se ayudan. Son un soporte cuando se los requiere y compañeros en la misión, amigos en el Señor. 

Los lazos de fraternidad y confianza de los primeros compañeros eran tan grandes y profundos que Francisco Javier lleva a India y Japón hojas en blanco firmadas por Ignacio de Loyola, para escribir en ellas lo que su espíritu misionero considerara, pues estaba plenamente identificado con los mismos principios, métodos y misión de sus compañeros de Roma y Paris. ¡Sin límites! Tal era la confianza absoluta de Ignacio en Javier. Aunque este jamás volvió a ver a Ignacio y a sus primeros compañeros, siempre los añoró y extrañó. Nunca dejó de expresar en sus cartas el profundo vínculo de amor que los identificaban en sus propósitos de transformación de los seres humanos para cumplir la voluntad de Dios. 

Ese amor por los compañeros de misión caracteriza el trabajo de los jesuitas y de quienes llevan su espíritu avasallador. Es la máxima motivación para mantener sólido el espíritu de cuerpo, la identificación con la misión. Es el fuego del Espíritu Santo presente en la Iglesia y en la Compañía, alineado con el del Jesús del Evangelio: “fuego vine a traer a la Tierra y qué he de desear, sino que arda”; “ya no os llamo siervos, sois mis amigos”. 

5. Heroísmo

Un líder exitoso debe lograr en sus colaboradores el máximo nivel de identificación con sólidos y justos principios empresariales, generar y mantener prácticas y experiencias que creen confianza y respaldo, respeto y reconocimiento, solidaridad, alegría y justicia. 

La razón de actuar de un jesuita, explica Lowney, la expresa el eslogan que sella cada imagen de Ignacio o de sus compañeros y recuerda por qué los jesuitas hacen lo que hacen y cómo lo hacen. Para la mayor gloria de Dios es mucho más que una frase escrita en las cintillas que adornan las estatuas o pinturas de jesuitas célebres. Es la convicción de que todo lo que hace un líder de la Compañía de Jesús debe pretender dar la máxima gloria a Dios. 

Esa búsqueda de la mayor gloria de Dios es el magis (más) que orienta la vida hacia la perfección. “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” es el mandato evangélico que guía la acción, que está presente en la meditación de las Dos banderas y en el ejemplo del Rey temporal de los Ejercicios. La mediocridad debe estar ausente de las obras y actuaciones de cada jesuita y de la Compañía. Los líderes no pueden conformarse con hacer las cosas bien. Deben hacerlas con el máximo nivel de perfección para dar la mayor gloria a Dios. La gloria y alabanza humana carecen de sentido: solo la gloria de Dios debe ser el motor de la acción. Esa motivación ha producido héroes y santos jesuitas. La persistencia, insistencia y perseverancia en los propósitos ha de caracterizar a quienes siguen a Jesús. El reconocimiento de que su gracia será la mejor compañía en el actuar y la mejor recompensa por lo realizado ha producido entre los jesuitas innumerables héroes desconocidos y mártires reconocidos que marcan la vida y la historia de la Compañía.

Concluyendo, reconozco que lo expresado por Chris Lowney sintetiza lo que dejó en mi vida haber sido jesuita durante once años maravillosos. Las mejores decisiones que he tomado y los cambios que he hecho en mis rutinas las he tomado gracias al discernimiento. Con la orientación de mi acompañante espiritual pude ver que debía desvincularme de la Compañía, aceptar el amor en mi vida y formar una familia como la que tengo.

Lo vivido en los Ejercicios Espirituales me permitió ser líder en mi trabajo y mi familia, gracias a las profundas convicciones y enseñanzas que allí experimenté. El examen y escrutinio de mis actuaciones, apoyado por mi consejero espiritual y amigos sinceros me ha permitido obrar de acuerdo con mi conciencia y encontrar paz y alegría. Me siento libre, pleno, realizado. He asumido responsabilidades y liderazgos, tomando decisiones adecuadas y respondido por las consecuencias de mis actos. He trabajado procurando entregar lo mejor de mí en mis responsabilidades profesionales, familiares y políticas. Pero el amor a mis hermanos, a la Compañía de Jesús y mi historia personal vinculada a esa experiencia vivencial tan maravillosa seguirá presente en mi vida para siempre.

* Lowney, Chris (2004). El liderazgo al estilo de los jesuitas. Bogotá: Norma.

Bernardo Nieto Sotomayor

Octubre, 2021

4 Comentarios

Hernando+Bernal+A. 22 octubre, 2021 - 11:05 am

Bernardo; muy importante la síntesis del libro de Lowney, Chris (2004). El liderazgo al estilo de los jesuitas. Bogotá: Norma.. Es contundente reconocer en nuestras vidas personales el enorme impacto de los Ejercicios Espirituales y de la formación jesuítica que está en la base de todas las actividades y realizaciones de nuestras vidas. Un cordial saludo.

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Bernardo Nieto 22 octubre, 2021 - 2:54 pm

Muchas gracias, Hernando. Definitivamente la experiencia de los Ejercicios Espirituales y la formación recibida con los jesuítas dejó una impronta indeleble en mi vida. Vivo agradecido por ello. El libro de Lowney nos resume las claves de la formación y las razones del liderazgo que hemos tenido que ejercer en nuestra vida. Cordial saludo, Hernando.

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Dario gamboa 22 octubre, 2021 - 3:17 pm

Bernardo, aunque estoy plenamente de acuerdo con el enfoque casi exclusivamente religioso que haces del libro de Lowney, quiero recalcar algo que no mencionas en ninguna parte de tu escrito. Chris escribió este libro mucho tiempo después de salir de la compañía de Jesús y luego de una asombrosa carrera en el mundo corporativo de varias multinacionales del sistema financiero mundial . Para mi, el gran valor que tiene es su reconocimiento de como todo eso que tú mencionas como resultante de esa espiritualidad y metodología educativa del jesuita, es plenamente reconocida y exitosa en el mundo de las empresas al punto de volverse este libro muchas veces como un texto obligatorio en grandes universidades del mundo para formar a los líderes del futuro. Ese para mi es un punto importantísimo de congruencia de un modelo de liderazgo exitoso especialmente en ese medio “capitalista” e individualista de muchas empresas multinacionales . Lo presentado por Lowney debería ser metodología obligada de cualquier programa serio de administración de empresas. Lo valioso de esto, lo confirmo con mi experiencia personal de vida profesional.

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Bernardo Nieto Sotomayor 25 octubre, 2021 - 11:08 am

Gracias, Darío, por tu aporte al comentario que escribí sobre el libro de Chris Lowney. Estoy de acuerdo contigo en que un verdadero líder en el mundo corporativo debe tener cualidades como las que se mencionan en “El liderazgo al estilo de los jesuítas”. El título del libro en inglés, “Heroic leadership” me gusta mucho más y, aunque no es tan vendedor como el título en castellano, considero que describe mejor la clase de seres humanos transformados interiormente por la experiencia de los ejercicios espirituales de San Ignacio, cuando son vividos en plenitud. El libro revela el legado fundamental que dejò el fundador de la Compañía de Jesús a todos los jesuitas para que descubrieran su misión en este mundo. Si los líderes empresariales pudieran vivir la experiencia de los ejercicios espirituales, aunque no se vincularan a la Compañía de Jesùs, tendríamos empresas mucho más humanas y un mundo más misericordioso, más justo y fraterno. En mi nota hice énfasis en la resonancia que provocó en mí ese libro para reconocer de manera estructurada lo que dejó en mí la formación recibida en la Compañía de Jesus. Hoy, mirando hacia atrás, reconozco el resultado de esa formación en cada paso de mi vida. Gracias, nuevamente.

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