Los 50 de la Unisimón

Por: Jesús Ferro Bayona
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La Universidad Simón Bolívar demuestra en su cincuentenario que ha alcanzado avances significativos en la investigación científica. Lo muestran sus logros en ciencias biomédicas y genética, para citar un ejemplo que llama la atención por ser un campo exigente que requiere profesores con doctorado, dotación de laboratorios y cooperación internacional.

Me contó Ignacio Consuegra la historia de cuando la famosa actriz Grace Kelly vino a Barranquilla y se alojó en el Hotel del Prado para la filmación en Sitionuevo de algunas escenas de la película Fuego Verde en los años 50. Por las tardes, salía a recorrer el barrio El Prado. En una de esas salidas pidió que la llevaran a “La Perla”, una hermosa mansión, al estilo de las que se admiran en la Costa Azul francesa, que después compró el pintor Alejandro Obregón, quien vivió en ella, y en donde se reunían, como era costumbre entre ellos, García Márquez, Cepeda Samudio, Alfonso Fuenmayor y el resto de amigos del Grupo Barranquilla.

“La Perla” permanece como uno de los distintivos mejor logrados de la arquitectura del barrio barranquillero que tanto renombre le ha legado a la memoria de la ciudad. Años después, la casa fue adquirida por la Universidad Simón Bolívar que la ha conservado en su prístina belleza, destinándola además y con acierto a ser un centro cultural dentro del conjunto de residencias y edificios en los que ha crecido a lo ancho y largo el histórico barrio El Prado, como ha acontecido con incontables universidades que aquí y en el mundo han nacido y se han expandido a partir de una biblioteca o casa de un barrio citadino.

Traigo a colación ese fragmento de historia de “La Perla” ahora cuando la Simón Bolívar está cumpliendo 50 años de haber sido fundada. En esas cinco décadas la universidad, a la que llamamos con afecto Unisimón, se ha consolidado académicamente como un centro de estudios superiores apreciado por sus profesores y los estudiantes que se forman en sus aulas. Los que se han graduado en ella, y también los habitantes de la Costa que la hemos visto crecer, sabemos que ya figura en el concierto nacional por el reconocimiento de la alta acreditación institucional que el Ministerio de Educación Nacional otorga a las universidades que han llegado a los niveles de calidad exigidos tras evaluación de pares académicos del país. 

Es de resaltar el avance que la Simón Bolívar ha alcanzado en la investigación científica en la que muestra logros en las ciencias biomédicas y genética, para citar uno de los ejemplos que llama la atención, por ser un campo exigente que requiere profesores con doctorado, dotación de laboratorios y cooperación internacional que la universidad demuestra en este momento de su cincuentenario.

No acabaría de enumerar en este corto espacio sus conquistas académicas y científicas que redundan en beneficio del desarrollo de la educación superior de la Costa y que son visibles cuando se pulsa a su vez la obra social que la universidad realiza entre los estudiantes de todos los estratos sociales, en particular de aquellos más urgidos económicamente, a los que llega con muy diversos planes de becas y financiación. Artífice de esa gran obra educativa es la familia Consuegra Bolívar, que desde el padre fundador José Consuegra Higgins, y con José Consuegra Bolívar, su rector en el presente, se han dedicado con convicción y sin descanso a la noble misión de educar.

Jesús Ferro Bayona

Publicado en El Heraldo (Barranquilla

Agosto, 2022

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