Lectura con crítica

Por: Jesús Ferro Bayona
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Hay noticias alentadoras: a pesar del declive de los puntajes en las Pruebas Saber y de los estragos de la pandemia, jóvenes bachilleres de Barranquilla se destacaron por su desempeño en lectura crítica. Seis de cada 10 estudiantes evaluados se ubicaron por encima de la media nacional, pues mostraron niveles adecuados de lectura inferencial y crítica. 

Entrar al sitio web del Ministerio de Educación para consultar cómo le fue en las Pruebas Saber 11 del Icfes puede ser una experiencia amarga para un estudiante de undécimo grado, cuando se entera de que su puntaje es muy bajo para ingresar a la carrera deseada en una universidad de calidad. Eso le causará una fuerte decepción, más el riesgo que corre de que se le baje la autoestima.

Nos encontramos a la salida aún no definitiva del túnel de la pandemia. Los jóvenes, en particular, sienten que el paso obligado por ese túnel les cambió la vida. A los estudiantes que han tenido que pasar dos años ausentes de las aulas, sin interacción con otros compañeros de su edad, recibiendo clases virtuales que en su mayoría fueron sin la pedagogía adecuada a las nuevas tecnologías del aprendizaje, el futuro no es estimulante cuando comprueban que los resultados obtenidos en las pruebas del Icfes no les abren las puertas del mañana. Desde la perspectiva del educador integral, que busca que sus estudiantes sean profesionales con futuro, los resultados de las pruebas deben ser preocupantes: los puntajes vienen bajando en el país desde 2017. 

Sin embargo, hay noticias alentadoras, a pesar del declive de los puntajes en las Pruebas Saber y de los estragos de la pandemia. Para mayor satisfacción nuestra, nos enteramos de que los jóvenes bachilleres de Barranquilla se destacaron en las pruebas por su desempeño en la lectura crítica: seis de cada 10 estudiantes evaluados lograron ubicarse por encima de la media nacional, mostrando niveles adecuados de lectura inferencial y crítica. ¿Qué es eso? Según se desprende de la información oficial, la prueba de lectura crítica evalúa la capacidad de los estudiantes de comprender, interpretar y tomar una postura propia frente a textos que pueden encontrar en su vida cotidiana o en el ámbito académico, entendiendo su sentido global, además de las partes que los conforman. 

Es cierto que se dieron resultados bastante mejores que los históricos en lectura crítica entre bachilleres de departamentos como el Cesar, y en otros municipios de la Costa, pero que están por debajo de la media nacional. 

Las conclusiones que menciono las revela un estudio adelantado por expertos en educación de la Universidad del Norte. En épocas tan difíciles, sobre todo en materia de ingresos económicos de las familias de la Costa, a los que se añaden factores como el uso excesivo y dependiente de las redes sociales a que están expuestos los jóvenes, hay que celebrar estos logros en la lectura crítica entre los jóvenes: demuestran que sí pueden aprender a tomar distancia frente a la proliferación de informaciones que no son constructivas, sino más bien desorientadoras y superficiales. Y algo que es clave: el estudiante se forma un criterio propio leyendo. 

Un aspecto crucial es que estos resultados positivos no se alcanzan de la noche a la mañana. El mejoramiento de la calidad de la educación toma tiempo y se logra con esfuerzo sin pausa, que empieza desde preescolar y primaria, y continúa en la educación secundaria y superior.

Jesús Ferro Bayona

Publicado en El Heraldo (Barranquilla)

Junio, 2022

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