Las profundas lecciones de la pandemia

Por: Hernando Bernal Alarcón
1321 Vistas
coronavirus, globe, flags

Estamos llegando al final de 2020, un año extremadamente complejo para todos los habitantes del planeta. El virus, un ser mínimo en su estructura, pero máximo en su capacidad de proliferación y daño, se ha llevado ya a más de 1.600.000 habitantes y se ha incrustado en el organismo de casi cien millones de personas. Cifras importantes, así se las quiera minimizar cuando se las compara con los que fallecen como producto de otras dolencias y de múltiples accidentes. 

Por otro lado, el virus nos ataca principalmente a los que hemos vivido más años y es más efectivo cuanto menor sea el bienestar económico del paciente y mayores las dolencias crónicas que tengamos. Tiene un valor profiláctico en su afectación a quienes seamos más débiles y vulnerables, confirmando así las leyes de la evolución biológica. El desarrollo de la ciencia y la tecnología ha disminuido su impacto, que de haberse potencializado podría haber afectado a un número muy amplio de los más de siete mil ochocientos millones de habitantes de las naciones en el mundo actual. 

La pandemia y las múltiples regulaciones para disminuir su impacto han afectado nuestra forma de vida y nos están dejando un conjunto de lecciones que es preciso subrayar. A manera de inventario señalo varias en dos dimensiones de la ética.

En relación con la ética individual:

1º. Ética del cuidado: “Aprende a cuidarte a ti mismo como exigencia esencial del cuidado de los demás”.

2º. Ética del control de las emociones: “Aprende a controlar tus emociones (resiliencia) como un requisito para no perturbar a los demás y como un modelo para que los demás también aprendan a controlarlas” (salud mental).

3º. Ética del manejo de las relaciones humanas: “No le hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. Aprende a responder a los demás en la forma que ellos están esperando de ti” (manejo y uso constructivo de los conflictos).

4º. Ética del uso y del manejo productivo del tiempo: “Observa el ordenamiento de la cotidianidad organizando los siguientes asuntos: tiempo para el trabajo, tiempo para el descanso, tiempo para la familia y para estar con los demás, tiempo para la salud y tiempo para progresar” (el trabajo en casa como un componente de la nueva normalidad).

5º. Ética económica en el uso de los recursos escasos a nuestra disposición: “El manejo de la tendencia al consumismo; el ahorro y la previsión como pautas de comportamiento individual y social”.

La pandemia también nos ha planteado una serie de preguntas para la construcción de una nueva ética social. Señalo los siguientes asuntos:

1º. El nuevo significado de lo humano: ¿Qué significa ser humano? ¿Cuáles son los derechos y deberes que importa el ser humano? El derecho humano a la salud universal, entendido como el acceso a las vacunas y a los tratamientos efectivos y seguros. 

2º. ¿Cuáles son los límites de la ciencia y la tecnología? ¿Cuál debe ser la actitud de la humanidad cuando los avances científicos y tecnológicos afectan la vida humana y la sostenibilidad del planeta Tierra (cuidado de la Casa Común)?

3º. ¿Cómo cuantificar los efectos del desarrollo y el crecimiento? ¿En qué medida demográfica podemos seguir creciendo? ¿En qué medida económica podemos seguir consumiendo sin deteriorar definitivamente nuestro entorno físico y ambiental?

4º. ¿Cómo ampliar el ámbito de la ciudadanía y la civilidad, entendidas como comportamiento respetuoso? ¿Cuáles son los límites y las exigencias del comportamiento individual en relación con el Estado, los gobiernos y las instituciones que aseguran y defienden nuestra civilidad?

5º. ¿Cómo lograr la equidad, la justicia y la participación social ‒urgencia de construir caminos de acceso al bienestar para todos los habitantes del planeta y de abrir puertas para el goce universal y amplio de todos los derechos‒? 

Cuando al final del año 2020 nos demos el saludo de un próspero año nuevo 2021, pensemos en que solo se hará real este deseo en la medida que hayamos utilizado las lecciones que nos dejó el virus y según la forma como hayamos respondido a los interrogantes que nos plantea la nueva normalidad. 

Hernando Bernal Alarcón

Diciembre, 2020

4 Comentarios

Vicente Alcala 26 diciembre, 2020 - 7:50 am

Hernando, se nota que estas aprovechando muy bien el tiempo en la cuarentena. Gracias por tus reflexiones. No alcanza uno a compartir el dolor ajeno ni agradecer el bienestar propio, esquivo a tantos.

Responder
John Arbeláez 26 diciembre, 2020 - 11:24 am

Hernando, excelentes tus reflexiones sobre los efectos de la pandemia y especialmente sobre nuestra índole humana decadente y arrasadora con el planeta.
Ojala aprendamos la lección y detengamos esta caída al abismo en la que se empreñó la humanidad: destrucción total del planeta y de la vida. No sabemos si aún estamos a tiempo.

Responder
Jaime Heredia 29 diciembre, 2020 - 10:31 am

Hernando,
No podía esperar menos de tus profundos conceptos y afirmaciones.
Ojalá todos entendamos el verdadero y complejo sentido de la ética.
Felicitaciones!!!

Responder
Hernando Bernal A. 30 diciembre, 2020 - 7:11 am

Muchas gracias a todos por sus comentarios. Cordial saludo. Hernando

Responder

Dejar un comentario