La educación es para todos

Por: Jesús Ferro Bayona
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El ideal sería que el Estado garantizara que la educación es gratuita en todos sus niveles, pero la insuficiencia de sus recursos, por decir lo menos, no permite que aquí suceda como en otros sistemas como el francés o el alemán, donde los estudiantes pueden llegar hasta el nivel de doctorado con cargo al presupuesto estatal. Más aún, en Francia o Alemania, para seguir con esos dos ejemplos, estudiantes extranjeros, en especial los que vienen de países con menos desarrollo económico, como fue mi caso, pueden beneficiarse del sistema público de educación sin pagar matrícula.

Gran cantidad de estudiantes universitarios sufre de estrés por estos días, no solo por los exámenes que deben aprobar para pasar al siguiente semestre sino porque se aproximan las fechas para el pago de matrículas. Las familias de la mayoría de los jóvenes que estudian en universidades privadas no tienen recursos económicos para matricularse. Existe la creencia de que estudiar en una universidad privada es para ricos. Es una falacia. La realidad muestra todo lo contrario: por experiencia de muchos años sé que familias de clase media, y aun de estratos más altos, tienen que endeudarse con créditos onerosos para   afrontar los costos de los estudios de sus hijos. Ni hablar de los más pobres. 

No se alcanzan a imaginar muchos las angustias de padres de familia que no tienen con qué llegar no ya al fin del semestre sino al fin del mes para sostener sus hogares. La historia de la educación colombiana, con la más reciente expansión de la educación superior, ha puesto en evidencia que el Estado no alcanza a cubrir los costos de la educación que es un derecho de todos. Nuestro sistema educativo ha sido históricamente binario, es decir público y privado, porque de no serlo, la mayoría de los colombianos no podrían educarse. No es un mero invento del mercado. El ideal sería que el Estado garantizara que la educación es gratuita en todos sus niveles, pero la insuficiencia de sus recursos, por decir lo menos, no permite que aquí suceda como en otros sistemas como el francés o el alemán, donde los estudiantes pueden llegar hasta el nivel de doctorado con cargo al presupuesto estatal. Más aún, en Francia o Alemania, para seguir con esos dos ejemplos, estudiantes extranjeros, en especial los que vienen de países con menos desarrollo económico, como fue mi caso, pueden beneficiarse del sistema público de educación sin pagar matrícula.

No sería lógico ni equitativo excluir a las instituciones de educación superior privadas de los planes de auxilios estatales, al contrario de lo que hizo por ejemplo “ser pilo paga”. Si bien el sistema público de educación tiene la prioridad en el presupuesto de la Nación, se debe tener claro que quienes eligen estudiar en una universidad privada son también colombianos que lo hacen libremente ponderando la calidad académica de las instituciones públicas y privadas. Pero gran número de ellos no tienen cómo pagar los precios de la matrícula. Tengo la satisfacción de haber recibido estudiantes de escasos ingresos económicos en la educación superior privada de alta calidad gracias a los programas de auxilios estatales.  

Jesús Ferro Bayona

Junio, 2023

Publicado en El Heraldo de Barranquilla

1 Comentario

Daniela Alejandra Ripoll Cuadro 1 julio, 2023 - 12:18 pm

Dr Jesús su punto de vista es muy acertado y aterrizado a la realidad, seria enriquecedor que el gobierno actual escuchara a aquellos que han vivido de cerca durante años el camino y el sacrificio que implica acceder a educación superior en Colombia.

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