En este capítulo el Papa insiste en la necesidad de una comunidad mundial al servicio del bien común. Define su percepción y los valores y límites de los populismos y liberalismos vigentes y sus dificultades para incorporar a los débiles y respetar las diferencias culturales. Para Francisco, el siglo 21 presencia un debilitamiento de los poderes de los estados nacionales por la fuerte influencia de lo económico/financiero y lo tecnológico, de características transnacionales, que tiende a predominar sobre lo político. Urge instituciones internacionales más fuertes, eficaces y con mayor impacto en el día a día de las naciones.
Fratelli tutti – Capítulo quinto – La mejor política
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