Eso es lo que estamos oyendo y repetimos como bola de nieve: si todos lo dicen, pues yo también lo repito. El clima político de elecciones y la preocupación por la economía global y nacional del mundo poscovid nos enredan la cabeza y a veces no nos dejan pensar con claridad.
No voy a hablar de política porque ese nunca ha sido, ni será, un tema que me llame la atención. Sin embargo, sí quiero hablar de la gente, de la sociedad, de las tendencias, de la moda, del mercadeo, de los influenciadores y del comportamiento humano, que es uno de mis temas favoritos y en el que me he dedicado a observar, analizar y entender en mis casi 30 años de trabajo en el área comercial de ventas y mercadeo, pero sobre todo en 30 años de trabajo con la gente.
Personas de todos los sabores, formas y colores. Gente de todos los estilos que me ha enseñado a entender que no todos somos iguales, ni podemos, ni debemos ser iguales. El éxito y la felicidad están en valorar la diferencia y la autenticidad de cada una de las personas que nos rodean pero, eso sí, siempre rodeados de gente con ganas de vivir, de crecer y de avanzar.
Hoy, en medio de esta turbulencia de ideas políticas, inconformidad, desequilibrios económicos y sociales, es frecuente decir “estoy aburrido” ‒de mi familia, de mi pareja, de mis amigos, de mi trabajo‒, “yo me quiero ir” ‒de mi casa, de mi empresa, de mi ciudad, de mi país‒. Quiero cambiar…
Y sí, ¡qué rico cambiar! Cambiar y estrenar es el sueño permanente de todos. Sin embargo, olvidamos que cambiar no es necesariamente dejarlo todo y volver a empezar.
Recordemos que cambiar es el ciclo natural del ser humano. Todo ser vivo está en permanente cambio, renovación y movimiento. Estas tres palabras ‒cambio, renovación y movimiento‒ son para avanzar. Y para avanzar, hay que construir y no destruir.
Cambiar siempre trae nueva energía, nuevos proyectos, sueños e ilusiones, pero cambiar no necesariamente implica romper, dejar o tirar todo a la basura, poniendo en riesgo muchas veces lo construido con esfuerzo.
Cambiar es una palabra mágica y maravillosa que siempre debemos tener en la cabeza para no aburrirnos de la vida, pues el cambio está dentro de cada uno de nosotros, no en el entorno. El entorno es apenas un accidente del cambio.
La sociedad es un ciclo permanente en movimiento: la gente cambia día a día. Las familias se modifican, las parejas se construyen, las empresas varían de líderes y de integrantes, los amigos rotan, el dinero circula, las sociedades se modifican a diario. Nada es estático. Los sueños solo necesitan perseverancia y disciplina.
Por eso, hoy los invito a cambiar, a seguir soñando y a hacerlo EN GRANDE.
Generemos conversaciones y ambientes donde soñemos con ser felices, soñemos con hacer que nuestros padres se sientan orgullosos de nosotros, que nuestra pareja se divierta a nuestro lado, que nuestros hijos sientan apoyo y ejemplo amoroso en nuestro actuar, que nuestros hermanos y familiares sientan nuestra sonrisa, así sea en la distancia, que nuestros amigos oigan nuestras carcajadas y no nuestros lamentos, que nuestro trabajo sea divertido, así la responsabilidad trate de agobiarnos, que nos levantemos cada mañana con la ilusión de construir y dar un paso adelante y que nos acostemos cada noche con la satisfacción de logros y metas alcanzadas.
El cambio no está afuera. El cambio esta acá, en nuestras manos, dentro de cada uno de nosotros, recordando siempre que en los pequeños detalles se encuentra la felicidad. La felicidad se construye día a día, es acumulativa, nunca llega en bloque y se gasta todos los días.
A los que se marchan, porque sienten que todo está en caos y todo va muy mal, buen viento y buena mar, porque seguramente si deciden regresar su puesto estará ocupado por alguien nuevo, que está construyendo sueños e ilusiones.
Acá estamos para quedarnos, para generar el cambio desde nuestra casa, desde nuestro puesto de trabajo, desde nuestro día a día ‒que a veces parece una rutina‒, pero en realidad es lo que los grandes pensadores llaman el éxito de la disciplina.
Claudia Estefan-Díaz
Mayo, 2022
12 Comentarios
Excelente articulo para despertar=amanecer, soñar=emprender, imaginar=construir, amar=compartir…
Muchas gracias por contagiar=inspirar, Claudia.
Gracias por tus palabras
Claudia: Me encantò tu artìculo ya que refleja tambien mi actitud positiva de la Colombia de hoy, aunque, a decir verdad, me despistò el tìtulo. EL PAIS ESTA EN CAOS, LA GENTE QUIERE IRSE, VAMOS MUY MAL, ESTO VA DE MAL EN PEOR.
Definitivamente, desde mi perspectiva, si analizamos a Colombia de los años 1970 con la del 2022 el vaso està màs lleno que vacìo en salud, educaciòn, infraestructura, vivienda, agua potable, comunicaciones… y la inmensa mayorìa nos estamos beneficiando de dichos avances. Obviamente, que tenemos unas llagas asquerosas que tenemos que curar, la primera de ellas el desempleo, y/o empleo indigno, que conlleva limitaciones de vida y hambre para muchos.
LA GENTE QUIERE IRSE es una frasde llena de falacias. Es una expresiòn con alto contenido de indignaciòn, esperanza e ignoracia. La emigraciòn ciertamente ha sido una salida positiva para un gran numero de personas trabajadoras que han encontrado empleo manual decoroso para sostener a sus familias. Es mas reducido el caso de profesionales que han salido del paìs y han encontrado fuentes de trabajo profesional que les permite llevar una vida plausible. Sinembargo, para las personas con mucho dinero el èxodo no es tan fàcil porque el costo-beneficio de dejar los privilegios sociales y econòmicos que disfrutan en este paìs, a pesar de la inseguridad, no compensa con el anonimato y la falta de conexiones y oportunidades de negocios en otros paìses. LA GENTE QUIRE IRSE pero los Gilinsky pudieron convencer a un grupo de inversionistas extranjeros para invertir billones de pesos en su afàn por tomar cotrol de Nutresa.
El mensaje tuyo de cargar las baterias con optimismo es vàlido y es posible mejorar sustantivamente, como lo hemos visto en otros paìses, como por ejemplo China, en donde hace tan solo 50 años, tenìa unos niveles de desarrollo agrìcola, pobreza, invenciòn de patentes, comercio internacional, desarrollo de patentes…mas bajos que los nuestros. Con una visiòn optimista no le tenemos que temer a los cambios, y a los cambios en GRANDE, asì sean bruscos.
ASi es!! y el titulo entonces cumplió su objetivo. a la gente le gusta leer y hablar de problemas quejas y molestias, por eso busque un titulo que pareciera hablar de algo amarillista critico y negativo para captar la atención y lograr que me leyeran hasta el final… como Gabriel siempre ha dicho… hay que entrar con la de ellos para salir con la nuestro” según San Ignacio de Loyola. Un abrazo
Me encanto ese espiritu optimista. No se queda en lamentaciones o criticas. Hace un llamado para los que quieran seguir adelante buscando la felicidad personal, familiar y el bien del Pais.
Claudia, felictaciones por la vision grande y optimista de lo que se puede realizar siempre y cuando se acepte la dinamica del cambio que tan bien describes. Le añadiria a tu analisis que, lo que propones, es formidable para aquellos que sienten que no pueden participar en la direccion del cambio que el pais necesita y de ahi su sentimiento de impotencia que los hace pensar que saliendo del pais van encontrar un paraiso fuera cuando el de adentro se puede construir. Pero para ello, todos, individualmente, y despues familiarmente tenemos que hacer esa conversion de aceptacion del cambio para el crecimiento hasta convertirlo en un imparable torrente de optimismo. Solo asi podemos influenciar en todos los que estan alrededor a la lucha positiva por el cambio que deseamos. Al igual que el desanimo y la desesperacion son super-contagiosos, lo es mas el optimismo que siempre puede ver el vaso medio lleno. Que tu espiritu contagie a todos los que estan a tu alrededor.
Muy de acuerdo con el artículo y los comentarios. Gracias
Gracias por tus palabras, este texto fue creado como Editorial del periódico de Bienestar que se envía a todos los empleados de la empresa mensualemente y este mes me toco a mi hablarle a gente joven gente que a veces el país lo atropella que no no siempre tiene la oportunidad de empacar maletas y salir corriendo.
Gracias por tus palabras, este texto fue creado como Editorial del periódico de Bienestar que se envía a todos los empleados de la empresa mensualmente y este mes me toco a mi hablarle a gente joven gente que a veces el país lo atropella que no no siempre tiene la oportunidad de empacar maletas y salir corriendo.
Me gustó el artículo, es positivo y nos promueve en lo personal y en lo colectivo. El título es atractivo, pero sin alcanzar todo el contenido
Excelente artículo. Me tomé la libertad de copiarlo para reenviarlo a amigos y colaboradores en la empresa. No tengo sino una palabra: GRACIAS.
¡Otra dama escribiendo en nuestro blog! Qué alegría. Me gustó esa manera de asumir la vida con optimismo. Eso es contagioso, Y comparto plenamente el comentario de Silvio. Abrazos