El otro. A propósito de una encíclica

Por: Luis Arturo Vahos
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Me asomo a tus ojos y ahí estás. Saludo con resplandor de pupilas, mostrando los dientes, sonrisa que espera otra sonrisa para estar en paz.

Cuando ausente, la ausencia es presencia en la loza que friego y el aderezo que agrego a tu paladar, que aún no está.

Te cuido agregando la cantidad precisa de cemento a la arena para la casa que vas a comprar. Mezclo y remezclo para hacer seguros tus sueños, aunque en los míos una casa no esté.

Apretados, bien apretados quedaron los pernos al montar las llantas de tu carro, aunque olvidaste la propina. Voluntaria, lo sé; para mí, necesaria antes de la anhelada y escasa quincena. Que tengas buen viaje: dicen que es muy bella aquella ciudad.

Tintinean las monedas en mi bolsillo para tus manos sucias, no importa si ajustas para tu dosis. Es lo que esperas de mí. Soy esperanza y eso es bueno.

No te busco. Es redundante ir en busca del que siempre está. A veces, eres lector; otras, alumno, cuyo trabajo examino. O simplemente te cruzas sin mirar en mi camino. 

Soy disponible, solo eso. Para tu sonrisa de ojos bajos y tu mano temblorosa al cruzar la calle. Si te sirvo de bastón, apóyate en mi brazo. Si de compañía siénteme cerca, que el tiempo espera cuando no hay prisa.

Unas veces piden pan; otras, leche. “Para un tinto, patrón”. Tal vez más expedita es la moneda; pero “¿con qué quieres el café?”. Torna amigo al mendigo.

Sin evadir, pago el tributo con el que Estado te sirve. Si allá toman algo, te robaron ellos, no yo. Y culpable es tu voto. Lo del político, oficio.

Mi palabra te cuida cuando escojo el adjetivo. Calificativos hay muchos, acarician unos, hieren otros. “Tener la razón” es excusa de crueles. La sinrazón de amar me seduce. 

No es santidad; es cálculo. No quisiera anochecer Mr. Hyde y amanecer cucaracha. Pensar que soy el Otro de Él me conviene, me apacigua. 

Luis Arturo Vahos V.

Diciembre, 2020

3 Comentarios

John Arbeláez 14 diciembre, 2020 - 9:32 am

Bonita y profunda reflexión la de Arturo con este descubrimiento de las necesidades y anhelos del otro. Esto me lleva a preguntarme: Doy propina cuando me tanquean el carro al sol y al agua?

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Reynaldo Pareja 14 diciembre, 2020 - 4:55 pm

Te luciste Luis Arturo con tan poetica y a la vez patetica descripcion de ese “otro” que siempre nos interpela con su mirada y silencio. Capturaste la esencia del ser del “otro” que nos invita a reflexionar como el es uno del nosotros…

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Jorge Luis Puerta 15 diciembre, 2020 - 9:09 am

Pensar en el otro, estar cerca del otro, ser en el otro. Eres mi espejo, gracias por devolverme esa imagen de mí, de la que suelo rehuir…

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