Desarrollo humano en la empresa y en la vida

Por: Vicente Alcala
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Fui director del área de Desarrollo Humano, y me preguntaba después ¿realmente colaboré al D.H. de los empleados de la empresa? Pero ¿en qué consiste el D.H., no sólo en una empresa sino en la vida?

Además de trabajar en el área de D.H., pertenecí a la Asociación para el Desarrollo de Personal, que agrupaba a diferentes empresas del país. En la Revista “Hombre y Trabajo” que publicaba la Asociación Colombiana de Relaciones Industriales y Personal, escribí un artículo titulado “Desarrollo de Personal: capacitación y mucho más”.

Bastantes empresas en Colombia ofrecen capacitación a su personal, pero ¿existen empresas que ofrezcan o faciliten desarrollo humano a sus directivos y empleados, o consideran más bien que esa es una responsabilidad de cada persona y no de la empresa?

Si capacitación es mucho más que instrucción, adiestramiento y entrenamiento, el desarrollo de personal es mucho más que capacitación. Pero desarrollo de personal suena todavía a desarrollo en el trabajo y para el trabajo; en últimas, parece desarrollo en beneficio de la empresa, así no se excluya el beneficio para las personas. Todo esto depende de la filosofía de cada empresa u organización; las empresas que buscan Calidad Total en Japón, proclaman que el objetivo principal de la empresa es la felicidad de sus miembros, tanto socios como empleados.

Esto último parece idealismo, pero tiene bastante sentido: utilidades, ganancias, crecimiento… pero todo eso ¿para qué?

Una empresa es un medio apto para el desarrollo de las personas, pues ofrece ingreso para vivir y ocupación; plantea permanentemente problemas reales que exigen creatividad, inteligencia y decisión para resolverlos; está compuesta por grupos de personas y el desarrollo humano integral no puede ser individualista sino social: necesita de los grupos y se apoya en los grupos. 

Las empresas tienen una responsabilidad social para contribuir al desarrollo equilibrado de la sociedad y para eso deben desarrollarse ellas, pero el desarrollo mismo de las empresas depende del desarrollo de las personas y de los grupos que las conforman. La empresa que busque el desarrollo de su personal, encontrará su propio crecimiento. La inversión en el desarrollo de personal es la más rentable de todas las inversiones para un plazo duradero, y el desarrollo integral se manifiesta en los resultados de la empresa.

Podríamos seguir ampliando las ideas sobre capacitación y desarrollo de personal, pero somos más que trabajadores: somos padres, madres, miembros de nuestras familias y de nuestras comunidades, somos ciudadanos. Nuestro desarrollo humano es para la vida.

El Desarrollo Humano Integral significa crecimiento y progreso, implica retirar los obstáculos que impiden el despliegue de la personalidad en su ser y en sus realizaciones.

Hay un desarrollo biológico u orgánico, desde la concepción hasta el nacimiento, desde la niñez, la adolescencia, la juventud, la edad madura, la vejez y hasta la muerte…  Este es un primer aspecto del Desarrollo Humano, pero no termina con la muerte.

Al desarrollo biológico se integra un desarrollo psíquico, emocional, afectivo… que va desde el amor filial y familiar, ampliándose poco a poco, hasta un amor solidario por los demás; y no solo se ama a las personas, se ama lo que se hace y lo necesario para lo que se quiere lograr… 

Esto último nos remite al desarrollo intelectual y profesional. Desde la escuela primaria y su ambiente, crece la educación pasando por la adolescencia hasta la edad madura y, con ello, hay un desarrollo del conocimiento especializado y el ejercicio laboral y profesional al servicio de los demás y de la sociedad. Conocemos para hacer. Y este hacer, además de orientarse al desarrollo propio y de la familia, contribuye al desarrollo humano colectivo.

Tanto a nivel personal como colectivo, es necesario el desarrollo ético o moral. Es el desarrollo que orienta la búsqueda del bien en la verdad. El “instinto” moral está inscrito en la naturaleza humana, pero como todo lo humano, requiere de formación o crecimiento y el desarrollo moral se forma y crece en y con la comunidad humana histórica.

Son muchas, por lo tanto, las dimensiones del Desarrollo Humano… y nos falta una que le da sentido y valor a todas las demás: es la dimensión espiritual, trascendente o religiosa; es la dimensión del sentido o significado que tiene y le damos a nuestra vida individual y social. Este desarrollo trascendente se inscribe en el desarrollo histórico de la humanidad con sus luces y sus sombras, su progreso, su decadencia y su recuperación. 

Bajo la claridad del Evangelio de Jesucristo, el desarrollo sobrenatural de la fe, la caridad y la esperanza eleva, al más alto nivel, el desarrollo humano biológico, psíquico, intelectual y moral.

Vicente Alcalá Colacios

Agosto, 2023

1 Comentario

Rafael Falcón Castro 2 agosto, 2023 - 6:17 am

Luminoso artículo sobre el desarrollo humano, desde lo biológico a lo espiritual. Enhorabuena. yo añadiría a “bajo la claridad del Evangelio de Jesucristo”, un abanico más amplio: ” y la claridad de todos los mensajes de los grandes iluminados”. La iluminación es una experiencia extraordinaria que todos alcanzaremos en su momento.
-Lc. 17, 20-25: En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó: «El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros.» El “vosotros ” somos todos, creyentes o no.
-Miguel de Molinos, un místico español casi desconocido del s. XVII nos dijo: “Si quieres encontrar a Dios haz el silencio”. Como Jesús fue perseguido y condenado, en este caso por la Iglesia Católica.
-Rumi: “¿Qué puedo hacer, oh musulmanes?”
://ciudadseva.com/texto/que-puedo-hacer-oh-musulmanes/
-Karl Rahner o Malraux, escribió: “en el siglo XXI los cristianos serán místicos o no lo serán”.

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