Cerca de Piojó, nombre que remite al origen mokaná del municipio que hasta hace poco se estaba hundiendo por las lluvias del año pasado, ha sido noticia en varios medios informativos.
El motivo es que Pedro de la Torre, un joven nacido en el vecino corregimiento de Hibácharo, graduado en química avanzada, es ahora investigador en la Universidad de Harvard, la más prestigiosa institución de educación superior de los Estados Unidos, renombrada en el mundo entero.
Allá lo entrevistaron algunos periodistas que fueron a cubrir el encuentro anual de estudiantes colombianos matriculados en la famosa universidad, y al que una vez asistí estando de paso por Boston, siendo rector de Uninorte. El recorrido académico de Pedro de la Torre ha sido como el de un atleta olímpico en el campo de la educación. Sufre de sordera, lo que no fue impedimento para superarse a brazo partido desde los tiempos en que estudiaba en su pueblo la primaria en la escuela del Niño Jesús de Praga, nombre que me gusta mucho porque me recuerda mi infancia.
Según cuenta, estudió el bachillerato lejos de sus padres de escasos recursos, ayudándose entonces con la venta de zapotes a 500 pesos cada uno por las calles de Sabanalarga. Su amor por el estudio, en particular por la química que lo atraía desde joven, lo llevó a graduarse, -quién lo creyera-, en Química pura en la Universidad del Atlántico. Estudiando con una beca en Chile, donde se destacó, le pusieron el ojo unos profesores que le ofrecieron llevarlo a la Universidad de Harvard, donde ahora es investigador dedicado a encontrar una cura para la sordera en el mundo, maravilloso ejemplo de cómo se puede ser más útil a la humanidad desde profesiones que se juzga que estudiarlas es para morirse de hambre porque no se les ve la utilidad práctica, lo que desanima a muchos jóvenes a emprender el estudio de las ciencias básicas.
El panorama de la educación superior en Colombia, y más en la Costa Caribe, es dramático según recientes estadísticas: por un lado, solo 54 de cada 100 jóvenes a nivel nacional ingresan a las universidades, y en la Costa, apenas 36 de cada 100, cifras que dan cuenta del estancamiento en la cobertura. El ejemplo de Pedro de la Torre por alcanzar metas muy altas, en condiciones increíbles de pobreza, demuestra que sí se puede llegar muy lejos en educación, si uno se lo propone. Ojalá que el plan de desarrollo del Gobierno de aumentar la cobertura a 62% con 368 mil cupos nuevos, haga más asequible el ingreso a la educación superior pública, y por qué no privada, en donde se demuestre alta calidad académica.
Jesús Ferro Bayona
Junio, 2023
Publicado en El Heraldo, de Barranquilla
4 Comentarios
Chucho, magnífico ejemplo el que traes, como hay de otros muchos colombianos, que a pesar de las “diferencias” y las “desigualdades” y las “condiciones objetivas”… su espíritu de superación, su voluntad, su empeño y constancia los lleva muy lejos pero cerca de los demás, por los que quieren hacer algo grande. Necesitamos de esa riqueza interior, además de la otra!
Hola, Vicente. Gracias por el comentario. Efectivamente, necesitamos de esos ejemplos de superación y perseverancia de Pedro de la Torre y otros colombianos que llegan lejos por méritos propios.
Chucho, son estos ejemplos de superación los que tenemos que continuamente celebrar pues son la prueba patente de la fuerza del espiritu humano por superar toda adversidad para salir adelante y convertirse en artifice de la creacion de una sociedad donde nos valoremos, apoyemos y celebremos los triunfos de aquellos que coronan sus metas con esfuerzos que trascienden las limitaciones fisicas con las que hemos nacido. Que vivan estos heroes de su propias limitacion. Gracias por presentarnos a Pedro de la Torre que merece nuestro orgulloso reconocimiento.
Reynaldo : El ejemplo de Pedro, de extracción humilde, es para celebrar y presentar con orgullo a los colombianos en busca de superación a través de la educación. Gracias.