En una de nuestras tertulias quisimos compartir experiencias de vida, aprendizajes, lecciones que puedan servir a otros para su desarrollo y bienestar. Transcribo la síntesis que preparé, ampliada con comentarios que recibí sobre esas experiencias personales y duraderas.
Resumo cuatro experiencias de mi vida, que considero relevantes y que perduran entre 30 y 50 años.
1. Necesidad experimentada de salvación, del Salvador
Yo había conocido y creído en Jesucristo salvador, pero no había sentido la necesidad de salvación, pues mi vida había transcurrido sin mayores sobresaltos. Cuando me retiré de la Compañía de Jesús, poco antes de la prevista ordenación sacerdotal ‒por diversas circunstancias y situaciones personales‒, me sentía en la olla: tenía una especie de depresión profunda y gran incertidumbre.
En una palabra: sentí dramáticamente la necesidad de salvación, de ayuda, de un salvador. Tuve el don o la gracia de experimentar a Jesucristo salvador como alguien real, vivo y cercano, ya no solo como una creencia, sino como Alguien con una relación que, en 52 años se mantiene con algunos altibajos externos, pero con una profundidad inconmovible, alentadora y salvadora.
2. Lo que “hice” en la Federación de Cafeteros
Alguna vez me dije que yo no había hecho mayor cosa en los 20 años de trabajo en la Federación Nacional de Cafeteros. Lo que hice fue querer a la gente, la gente me quiso y ayudé a que la gente se quisiera entre sí.
Como una muestra de que eso se logró significativamente es que desde hace 31 años funciona la Asociación de Exempleados de la Federación y Almacafé. Actualmente cuenta con unos 500 asociados y con servicios comunes y gratas actividades de integración. También para mí, entre otras experiencias laborales, sobresale la actividad educadora que allí tuve.
3. Convivencia y dedicación familiar
Experimento un extraordinario amor y afecto de mi hija y mi hijo, de 49 y 42 años, que me indican que mi convivencia y dedicación a ellos ha sido constructiva.
Lo mismo puedo decir de 51 años de convivencia y sinergia con mi señora, con la que hemos construido una forma de vida satisfactoria y feliz. Todo esto sin hablar de mi experiencia familiar de origen y la vivencia actual de una familia de casi 60 miembros, contando mis hermanos, sobrinos y sus hijos.
4. La siembra de árboles en el lote
Hace 28 años nos vinimos a vivir de Bogotá a La Calera. Con Elssye, que es arquitecta, remodelamos y ampliamos la casa que está en un ambiente geográfico y humano de paraíso. En el lote de una fanegada solo había tres arrayanes y un eucalipto; lo demás era un potrero. Con mi hijo, especialmente, sembramos más de 600 árboles en el perímetro del lote y dos pequeños bosquecitos. Cada día agradezco el paisaje y la propiedad familiar, que todavía me parece un sueño, pero que es un privilegio y que desearía para tantos colombianos que no pueden disfrutarlo. Esta experiencia ambiental, en pequeño, la he compartido con los 17 años de trabajo excelente y comprometido de mi señora, con el sistema de Parques Nacionales Naturales, en todo el territorio del país.
Las efes
Uno de nuestros amigos, al comentar la exposición en esta tertulia de tres de nosotros y referirse a la mía, señaló sencillamente: la fe que confiesa Vicente (primera efe). Efectivamente, la fe no es simplemente una idea, una espiritualidad, una creencia o una convicción más… La fe es un don de Dios, una gracia que se recibe y que se acepta. En el caso de la fe cristiana y católica es la fe que proviene de Jesucristo y que tiene una vocación universal. Fe que no solo proviene de Jesucristo, sino que tiene por centro y fundamento la persona misma de Jesucristo, histórico, resucitado y viviente en la comunidad humana. Fe católica o universal, porque se dirige a toda la humanidad y está destinada a la salvación global.
La segunda efe es la primera letra de familia. Hice referencia a mi propia familia, pero se trata de una realidad humana general o universal, una institución, una agrupación, una relación, una experiencia que es ‒como suele decirse‒ fundamento de la sociedad: familia íntima y familia extendida, que debe ser raíz o semilla que fructifica en el árbol frondoso de la familia humana por constituir como especie que todavía no es plenamente y que debe llegar a ser.
La tercera efe inicia la palabra Federación. Su etimología (foedus-eris) hace referencia a un pacto, a una alianza, una liga o unión entre varios. Puede ser de naciones, Estados, gremios. En mi experiencia hablé de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. No es posible resaltar aquí ‒me extendería mucho‒ las bondades de esta asociación gremial, de sus líderes fundadores, ni de todos los beneficios económicos y sociales que ha producido y produce para el país (baste rememorar algunas de sus creaciones: Fondo Nacional del Café, Flota Mercante Grancolombiana, Almacafé, Cooperativas de caficultores y “Juan Valdés”). Esta experiencia, que cumple 95 años, es modelo digno de imitar y reproducir en nuestra sociedad colombiana.
La cuarta efe es para hablar de futuro. Ver hoy los altísimos y frondosos árboles sembrados hace apenas 27 años nos ayuda a comprender el sentido del futuro, el cual no nos llega, sino que lo construimos. El futuro es un horizonte amplio y abarcador, de personas, grupos, naciones y de nuestro planeta Tierra. La ecología y protección del medio ambiente no es una moda más: es una responsabilidad decisiva para nuestro futuro y el de las siguientes generaciones.
Vicente Alcalá Colacios
Julio, 2022
4 Comentarios
Hermoso testimonio, Vicente. Eres un hombre afortunado.
No se porque nos complicamos la vida si es tan sencilla y fácil de llevar. Que linda historia la tuya resumida en unas pocas, pero muy profundas palabras y verdades. Yo agregaría una quinta F que resumiría toda tu historia y de todos aquellos que las practicarán y es la Felicidad. Que en tu caso se nota por todos los poros de tu ser y por ende de tu familia. Y lógicamente sería agente multiplicador para una sociedad que tanto la necesita. Mil gracias por compartirla.
Gracias Rodolfo. Tu familia también lo ha sido; una muestra tu nombre de pila, y valga “LA verdad”….
César Augusto, muchas gracias por recordarme la 5a F , Y tienes razón, es la responsabilidad de los que somos felices y a-Fortunados.