Hace más de 50 años soy ciudadano elector en Colombia. Muy pocos de los candidatos por los cuales he votado han salido electos. En los pocos que he acertado, después me he arrepentido.
En esta oportunidad, pienso votar por el candidato que de verdad me demuestre su deseo de cumplir unos criterios obligatorios y el mayor número de los criterios deseables (Kepner Charles y Tregoe Benjamín. El nuevo directivo racional*):
A. Criterios obligatorios:
- Que haya demostrado que sabe liderar un buen equipo de gobierno.
- Que proponga un proyecto de País incluyente y a largo plazo.
- Que el Bien Común sea la norma de su gobierno.
B. Criterios deseables:
- Que tenga claro el futuro sostenible de nuestro medio ambiente, fomentando la agricultura y la industria sustentables.
- Que sepa rodearse de personas inteligentes y honestas; y escuche a los expertos.
- Qué sepa administrar un país endeudado y le baje la deuda, con gastos controlados y tributos justos.
- Que reconozca errores y busque correcciones; y fomente la cultura ciudadana.
- Que hable poco y haga mucho con autoridad.
- Que piense en cómo dejar el país mucho mejor de como lo encontró.
- Que proponga y logre reformar Congreso, Cortes y Entes de control.
- Qué saque adelante las reformas necesarias en la justicia, lo laboral y lo pensional.
- Que entienda el valor de la economía solidaria y de la suficiencia alimentaria del país.
- Que busque y logre un consenso mundial en el manejo de las drogas como salud pública.
Mis preferencias en este momento:
Hasta donde tengo conocimiento, los criterios obligatorios los cumplen Fajardo, Gaviria y Peñalosa.
Para la consulta del 13 de marzo pienso escoger en la Coalición Centro Esperanza, entre Fajardo y Gaviria.
Para la primera vuelta votaría por el que quede de estos dos precandidatos. Si no sale elegido uno de ellos, votaría por Peñalosa
Para la segunda vuelta votaría por mi candidato a la primera vuelta o por Rodolfo Hernández.
* Kepner, Charles H. y Benjamin B. Tregoe (1983), El nuevo directivo racional. México: McGraw Hill.
Juan Gregorio Vélez
Marzo, 2022
2 Comentarios
Apreciado Goyo, comparto tus preferencias (en orden no dudo en poner primero a Alejandro Gaviria. Comparto también tus criterios. En los obligatorios añadiría uno (que a lo mejor está implícito en los que mencionas): que reconozca la importancia del sector privado en todos los ámbitos de la acción del Estado, que lo apoye y haga posible la participación de ese sector, principalmente mediante una oferta decidida de bienes públicos (investigación, asistencia técnica, infraestructura de transporte, canales de comercialización…), y mediante una regulación clara que evite la concentración de poder.
Muy claro tu planteamiento. Mil gracias y un gran abrazo,
Gracias César:
El reconocimiento del Sector Privado es indispensable en armonía con los otros dos Sectores.
Le aprendí a Luis Razeto, economista solidario chileno, una distinción que me parece pertinente al respecto. Señala los cinco factores económicos: tradicionales y le añade uno.: Trabajo, Bienes, Tecnología, Dinero, Administración y factor “C”. Y para comprender los tres sectores coloca de a dos factores como categorías fundamentales y que a su vez contratan los otros factores: El Sector Público se basa en Administración y tecnología. El Sector Privado privilegia los Bienes (propiedad) y el Dinero, Finalmente el Sector Solidario se constituye al rededor del Trabajo y el Factor “C” llamado así porque muchísimas palabras que comienzan por esta letra agregan valor a la economía: Cooperación, Comunidad, Cultura, Conciencia, Calidad, Cuidado, Comunicación, etc.
Esperamos que nuestro próximo gobierno logre la integración armónica de los tres Sectores y que en cada uno de ellos se agregue el mayor valor posible al Bien Común.