El evocador artículo enviado a nuestro blog por Chucho Ferro para el día del padre de este 2023, nos animó a muchos a escribir “cartas” inspiradas en nuestros padres que iremos publicando aquí a partir de esta semana…Nuestra querida Ro, compañera de Silvio Zuluaga, ha continuado la serie.
Esta carta es tan corta que más bien parece un telegrama; tiene remitente pero no destinatario.
Por esas cosas de la vida yo crecí viendo que todas mis amigas, o por lo menos la gran mayoría tenía papá y era un señor casi siempre muy serio, a veces medio sonreído, pero sin duda, inspiraba seguridad, respeto, amor y a veces sustico.
Me imagino que cuando pregunté a mi madre por ese mi papá, la respuesta debió ser satisfactoria para mi edad, porque nunca pregunte más y seguí tranquila con mi vida y mimos de hija única de mi madre y como en alguna ocasión comenté, éramos ella sola luchando pa salir adelante con su muñeca y esta muñeca con ella para toda la vida.
A lo largo de los años sin duda, me di cuenta que el papá, además de la semillita, es necesario para muchas cosas; para aprender a montar en bici, para que lo alce a uno bien arriba, para sentir ese amor y fuerza y seguridad que en general ofrecen los papás a su familia. Por eso siempre tuve claro que mis hijos debían tener papá.
Pero a pesar de no tenerlo, fui feliz y aprendí a leer, a montar en columpio -aunque no en bici- a no tener miedo en las noches y a muchas cosas más que también las mamás enseñamos y siempre me sentí tranquila. Créanme, a pesar de no medir más de metro y medio, ella podía ser también un general y decir siempre la última palabra.
Hoy pienso qué tan distinta hubiera sido mi vida con un papá. Seguro, ambos nos perdimos muchas cosas, pero bueno ….
P.D. Papá: gracias!! Gracias por esa mamá maravillosa que ha sido, además, el mejor papá del mundo.
Te amo, mamá!!
María del Rosario Rodríguez
Julio, 2023
2 Comentarios
Ro, bellos sentimientos los que expresas a tu mamá-papá. Para ella un abrazo agradecido por haber tenido una muñeca tan bella persona y tan “generala”. abrazos
Una de las escenas que más se repiten en el área de comidas de los centros comerciales y en los restaurantes familiares de barrio es la de un padre o una madre con un niño o una niña. Siempre supongo que ese infante es hijo de un hogar incompleto, sin papá o sin mamá. Confieso que dos sentimientos aparentemente opuestos me asaltan siempre: el pesar por la ausencia de la persona que falta y la admiración por el que ejerce la doble función de papá y mamá para esa criatura. No imagino cómo se celebran el Día de padre y el Día de la madre en esos hogares, pero tiendo a pensar que ese papá-mamá, el que sea, es un héroe para su hijo en la mayoría de los casos.