Un cursillo de Biblia, mejor de griego, le ayudaría mucho a don Juan a leer con más cuidado el evangelio de su tocayo y a aprender algo de las enseñanzas del que le parecerá el peor populista de la historia, mi maestro Galileo. Decía él, nada menos, que era más fácil que un camello pasara por la pequeña puerta de La Aguja en la muralla de Jerusalén sin quitarle primero la carga, que un rico entrara en un reino que él llamaba “de los cielos”. Pero él decía que era aquí en la Tierra, y que ya había comenzado en medio de nosotros, para que cupiera todo el pueblo y todos los pueblos de la Tierra, que irían formando una sola comunidad kath’olica (en griego), universal (en latín), sin pueblos escogidos ni clases privilegiadas. ¡Qué tal el populismo! Don Francisco no le llega ni al 10 %, ni al tobillo, ni a la correa de las sandalias al populismo de mi maestro Galileo.
Decir que la Iglesia católica “acapara cada vez más dinero” es como decir que la Nueva EPS se está enriqueciendo cada vez más con los descuentos de los sueldos de los trabajadores. Mire en dónde vive Francisco o los franciscanos, o hasta los jesuitas, y después hablamos. Yo trabajé 35 años como profesor de medio tiempo en una universidad católica que cobra matrículas bastante altas y nunca recibí ni un sueldo mensual ni cesantías anuales ni tengo pensión de allá.
Decir que Francisco quiere eliminar la clase media es tan increíble que es hasta divertido: pensándolo un poco, tendría razón don Juan si eso significa que el papa quiere que todos seamos de clase media, sin pobres ni billonarios. Eso sí…
A don Juan le basta “con mirar que no todos los sectores católicos están de acuerdo con él en su planteamiento”. Esto es increíble para un profesor de lógica, hasta que me acordé de que en Colombia la lógica no tiene ninguna prioridad.
Se hace eco don Juan, tal vez inconscientemente, de todos los autodenominados “católicos” que son a la vez guerreristas, o sea, anti-kath’olicos, sin caer en la cuenta de que con este tipo de literatura lo único que hacen los guerreristas es mostrar el cobre. Pero tal vez ni eso es cierto, porque debajo del baño de plata no tienen sino plomo. Y como desde cierto terrible viernes santo, siguen matando líderes sociales por populistas.
Pero no quiero seguirles dando más látigo a mis hermanos separados, para dejar entreabierta una puerta a la parábola más populista de todas las que contó mi maestro Galileo, la del Hijo Pródigo, sobre un cierto reino de esta tierra a donde siempre podrán volver todos los hermanos (Fratelli tutti, en italiano), populistas o no.
Carlos Eduardo Vasco Uribe
Diciembre 20, 2020
Nota: el antieditorial de Jorge Holguín, publicado el 13 de diciembre puede verse en https://www.elespectador.com/opinion/el-papa-populista-contra-el-populismo/ . Holguín reaccionó al editorial El papa y los populistas publicado el 10 de diciembre en https://www.elespectador.com/opinion/editorial/el-papa-y-los-populistas/
3 Comentarios
Gracias Carlos Eduardo por este serio y muy bien pensado antiantieditorial pues además recordar el pensamiento y la acción del líder populista Galileo, nos recuerda que pronto debemos celebrar todos como hermanos el cumpleaños del hijo del carpintero y de la bella lavandera María con actividades acordes con sus palabras:en esto reconocerán que sois de mi “gallada” en que os amais como Yo os ame. Que tengamos una santa y alegre celebración del nacimiento del Galileo. Abrazos cordiales!
Gracias Carlos Eduardo
No habia leido este articulo tuyo, ni el de Jorge Holguin (a quien no conocia)
Excelente tu antIantieditorial.
Como evidencia Humberto Maturana, son las emociones, y no los argumentos. la base de nuestros discursos.
En el de Jorge Holguin, se cuela la principal emoción que es gran causa de los males colombianos: que nos recuerden la funcion social de la propiedad privada; es mucho más cómodo que nos dejen tranquilos con la privacidad de nuestra propiedad… y olvidarnos de las angustias ajenas.
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