Como producto del director cinematográfico Jordi Évole, asumo que la filmación que vi el mes pasado en Star+ tuvo un objetivo, una preparación, un guion y alguna edición, por lo que no creo que todo haya sido tan espontáneo como parece y aparece.
Viendo la grabación, me pregunté por qué motivo el papa Francisco accedió a entrevistarse con un grupo de muchachas y muchachos: ¿buscaba acercar la Iglesia a los jóvenes? ¿Quería mostrar que no tenía cortapisas para enfrentar un cuestionario tan variado? Observando el video percibí en él una hábil combinación del pastor con el político.
Las siete jóvenes y los tres muchachos (cuatro españoles, cuatro suramericanas, una estadounidense y un senegalés) que interrogaron al Papa fueron interesantemente escogidos: por ejemplo, un ateo, una víctima de un pederasta del Opus Dei, una chica que vende contenido para adultos en internet, una ultracristiana, un migrante, una lesbiana y una víctima de bullying. ¿Les dieron algunas indicaciones antes de su encuentro con el pontífice?
Creo que los temas abordados también tuvieron alguna preparación o selección temática, pues correspondieron a asuntos críticos como la migración, los abusos sexuales cometidos por religiosos, la pornografía, los derechos de género, la comunidad LGBTQ+, el aborto, el machismo, los abusos de poder, el papel de la mujer en la Iglesia.
Hubo preguntas ingenuas, como si el Papa tenía sueldo, teléfono y redes sociales, si extrañaba a su familia o se sentía solo. Otras llevaban cargas de profundidad. Esta variedad de interrogantes y comentarios hacía interesante el encuentro.
Hubo respuestas fuertes y claras, como las que dio sobre los casos de abusadores de menores, donde afirmó que no prescriben, y respuestas elusivas, como la que expresó sobre la representación de las imágenes de Jesús y María como personas blancas, cuando muy probablemente no lo fueron.
Hubo temas en que vi enredado al Papa, como los del aborto y el papel de la mujer en la Iglesia. En el primero, pidió que los sacerdotes no preguntaran mucho a la mujer que ha abortado y fueran misericordiosos con ella, pero por otro lado dijo que hay que ver el aborto desde un punto de vista científico. Sus respuestas frente a este espinoso tema no me parecieron absolutamente claras y convincentes.
En el segundo, lo vi evasivo al decir que hay que dejar el ministerio para los hombres y la maternalidad para las mujeres y afirmar que la promoción de la mujer va en la línea de su propia vocación, que la mujer tiene su función en la Iglesia, porque la Iglesia es mujer (argumentando que no se dice “el iglesia” sino “la iglesia”) para terminar afirmando que a la mujer hay que promoverla (pero no al punto que llegue al sacerdocio, digo yo). Aquí eché de menos una contrapregunta del tipo “entonces, ¿está a favor, o no, del sacerdocio femenino?
Mientras pasaba el video me preguntaba si una entrevista así la hubieran enfrentado Juan Pablo II o Benedicto XVI… Me respondí que no.
Francisco ha mostrado su perfil de pastor, su ausencia de temor para enfrentar un “interrogatorio” y su interés por acercarse al mundo de hoy.
William Mejía
Mayo, 2023
2 Comentarios
William, es penetrante tu ojo de editor.
Gracias Wiliiam. Una síntesis completa, con sus claro y oscuros… Saludos. Hernando